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NUEVA CIUDADANIA EN VENEZUELA

ANAOLIVEROS03099 de Marzo de 2015

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INDICE

PÁG.

Introducción…………………………………………………………………………..3

Desarrollo……………………………………………………………………………..4-28

Conclusión……………………………………………………………………………29

Bibliografía…………………………………………………………………………...30

INTRODUCCIÓN

En los últimos 50 años, la humanidad ha sido apabullada por un sinfín de avances tecnológicos, dirigidos a satisfacer necesidades elementales de supervivencia; salud, alimentación, educación, vivienda y producción en serie de artefactos que promueven el confort en la vida del ser humano, hasta aquí todo va bien, lo malo de este asunto es que en esos avances tecnológicos esta imbuido un afán de mercantilismo voraz, que está propiciando el desequilibrio de todo el planeta y un consumismo voraz presenta un saqueo inhumano del hábitat. Olvidando a los individuos como personas y los valores que se deberían aplicar en la vida cotidiana.

En el presente trabajo se abordara el tema de NUEVA CIUDADANIA el cual es de suma importancia ya que es un tema que se presenta a diario, debido a que mayormente no se conoce su significado y todo lo referente a ello, debido a esto se presenta la necesidad de la difusión y promoción de los valores humanistas que deben caracterizar a cada uno de los ciudadanos. Dar a conocer a cada ciudadano sus derechos pero estos de igual manera cumplir sus deberes al país, siendo participes de la construcción de un país solido basados en prosperidad, seguridad, honestidad, salud mental, salud espiritual y confianza entre cada uno. Teniendo en cuenta que la ética y la moral están estrechamente vinculadas para el cumplimiento y crecimiento de los aspectos anteriormente mencionados. La nueva ciudadanía tiene como primicia la integración de los diversos componentes de una sociedad, fomentar la participación activa de los inmigrantes y valorizar la diversidad como valor indispensable y desarrollador de las sociedades modernas.

DESARROLLO

FORMACION

Es el proceso y el efecto de formar o formarse. Esta palabra procede del latín formatio

CIUDADANO

El término «ciudadano» es el nombre dado al hombre que por haber nacido o residir en una ciudad, es miembro de la comunidad organizada que le reconoce la cualidad para ser titular de los derechos y deberes propios de la ciudadanía, quedando obligado, como ciudadano, a hacer que se cumplan. Ser ciudadano es respetar los derechos de los demás. El núcleo central para ser ciudadano es: pensar en el otro.

UN BUEN CIUDADANO

Un buen ciudadano es quien ayuda a construir el bien común, poniendo el servicio de la sociedad. De igual manera es un ser ético responsable consigo mismo, la sociedad y el entorno natural y urbano.

PORQUE SER UN BUEN CIUDADANO

Siendo un buen ciudadano es posible construir sociedades, buenas, sanas, sostenibles en donde todos los seres humanos puedan vivir en paz y armonía Ser buen ciudadano vale la pena para:

Construir el país

Para pasar de la pobreza a la prosperidad

De la inseguridad a la seguridad

De la deshonestidad a la honestidad

De la corrupción a la salud mental y espiritual

De la desconfianza a la confianza

Las definiciones de ética y moral están estrechamente vinculadas con este tema por esta razón se nombran:

La ética: ciencia del comportamiento moral de los hombres de sociedad. También abarca el estudio fisiológico de las virtudes y deberes.

La moral: Se refiere al comportamiento o experiencia práctica de la ética reflejándose en las buenas costumbres

DIFERENCIA ENTRE ÉTICA Y MORAL

Comúnmente la ética se entiende como teoría, ciencia, reflexión o estudio filosófico de la vida, en tanto que la moral se refiere a la experiencia práctica. Las buenas acciones del ciudadano tienen dos fines: uno inmediato y, otro trascendente

PRINCIPIOS QUE SUSTENTAN A UN BUEN CIUDADANO:

Justicia: invita a los ciudadanos a ver el bien de los demás, a reconocerles y darles lo que les corresponde con mirar al bien común, el ciudadano justo edifica el orden del bien reconocimiento el bien de los demás, es decir contribuyendo a la construcción, protección y fortalecimiento de este orden de bien común, de las instituciones, de la familia, de la sociedad y del estado, el interés público está por encima de los intereses particulares.

Honestidad: principio según el cual el ciudadano actúa en libertad según su conciencia recta resolviendo todos sus dilemas morales a favor del mayor bien. El ciudadano honesto no se limita a cumplir las leyes sino más allá del bien que estas ordenan. El nuevo ciudadano honesto cumplen sus compromisos y sus negocios con fidelidad, dice siempre la verdad con valentía y obra en forma recta y clara; hace buen uso de los recursos y no toma nada ajeno; por tanto, goza de la buena conciencia y nada lo altera.

Responsabilidad: el ciudadano responde correcta y oportunamente a sus obligaciones de orden ético y legal. Asume las consecuencias de sus actos, Y por ello, obra con prudencia.

Tolerancia: lleva al ciudadano a escuchar con afecto, bondad y sin prevenciones a otras personas. Les reconoce sus estados legales teniendo un estado mental de apertura hacia al otro. Tolera las diferencias con los demás siempre y cuando todas ellas converjan en el bien común. Valora en gran manera tales diferencias entendiendo que cada persona es única e irrepetible y que en la incalculable diversidad de ideas y talentos diferentes a los suyos estos se complementan, integran, ordenan y perfeccionan en un mismo cuerpo social constructor del buen común. Es vigilante para que todas las ideas y acciones estén ordenadas al bien común.

Respeto: reconocer el valor único de cada persona, a respetar y admirar su individualidad y su dignidad propia, su fuero íntimo, su misión y sus convicciones particulares, defiende todo lo que esta ordenado al bien común estableciendo reprocidad con los demás. Respeta las leyes nacionales, el ambiente natural y urbano, la historia y sus antepasados y sus tradiciones, el patrimonio nacional, los objetos excelentes elaborados por el hombre, las expresiones artísticas, las personas y su intimidad.

El ciudadano debe cumplir interiormente un proceso sucesivo en el siguiente orden:

Uso de la memoria: a través de sus cinco sentidos: vista, oído, tacto, olfato y gusto. Debe llenarse de información; procurar llevar a su memoria información sana, veraz y suficiente y tenerla disponible ejercitando permanente su memoria.

Uso de la inteligencia: el ciudadano debe pensar con rectitud. Categoriza y organiza la información guardada en su memoria de acuerdo con su buena consciencia y principios lógicos para establecer cuál es el mayor bien.

Uso de la voluntad: el ciudadano debe decidir. El ciudadano se apropia afectivamente de ellas, se compromete con ellas y, decide hacer el mayor bien.

Materialización del bien común: Debe actuar, realizar con fidelidad lo que ha decidido utilizando debida y plenamente las posibilidades físicas a su alcance.

FORMACION CIUDADANA

La formación ciudadana es un proceso que forma parte de la socialización de los individuos cuyo propósito es la educación en valores sociales, como la responsabilidad y la participación, que cooperen en el desarrollo de comportamientos solidarios, basados en una identificación plena con la comunidad y el respeto a la convivencia. En este propósito están llamadas a colaborar todas las instituciones y organizaciones con funciones educativas de la comunidad, donde las iglesias también desempeñan un papel significativo transformación del concepto clásico de ciudadanía, vigente desde la Revolución Francesa, al integrarlos como ciudadanos de pleno derecho de dicha comunidad por encima del concepto de nación. La formación del ciudadano es una constante en diferentes instancias relacionadas con el desarrollo de los países, en las cuales se postula una educación orientada hacia la competitividad con valores que hagan preservar la humanidad dignamente, esto es, la educación debería estar dirigida a un desarrollo sustentable, y no continuar prisioneros en los modelos desarrollistas propios de la modernidad, que al dar beneficios, también han causado daño a la sociedad.

Así, se tiene que la Comisión Internacional sobre la Educación del siglo XXI creada por la UNESCO, plantea la necesidad de formar una nueva cultura ciudadana que permita a los individuos participar activamente en el desarrollo de la sociedad; estimular la cooperación entre los seres humanos, sin distinción de raza, religión o lengua. Así mismo, la educación debe fundamentar conocimientos, valores, actitudes y aptitudes favorables a la construcción de una cultura de paz y democracia (Declaración de 44ª Reunión de la Conferencia Internacional de Educación. Ginebra, 1994). En correspondencia con estos planteamientos, la Reforma del Sistema Educativo Venezolano (1996), postula promover cambios significativos que conduzcan a la Formación de un ser capaz de practicar valores como la libertad, la tolerancia, la solidaridad, la honestidad, el amor a la vida, la responsabilidad y la justicia.

Finalidad retomada en el Proyecto Educativo Nacional (1999), al plantear que la educación debe atender a las exigencias de la

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