Nacimiento del maguey

Nacimiento del maguey

Cuando el mundo fue creado los dioses entregaron a la humanidad todo tipo de plantas, también le entregó los procesos para cosecharlos, se dieron cuenta que necesitaban algo, algo que les apasionara. Fue entonces cuando los pobladores de aquellas tierras recordaron a “Mayahuel”,  una diosa hermosa e inteligente, a la que ellos consultaban para encontrar una solución a sus carencias y falta de pasión por lo que hacen

Mayahuel era además, parte de un selecto grupo de vírgenes custodiadas por su abuela Tzitzímitl, quien tenía prohibido a ella y sus hermanas salir sin su permiso, a riesgo de perder la vida como castigo al desobedecerla. Un joven llegó cuando todas dormían y despertó a la bella Mayahuel sin hacer ruido. Le explicó en sigilo los motivos de su visita y la convención de acompañarla al mundo para hacer felices a los hombres. Al llegar a La Tierra, justo en el instante en que ambos tocaron el suelo, se convirtieron en un grande y poderoso árbol con dos ramas, sin embargo, cuando la abuela Tzitzímitl  despertó y no vio a Mayáhuel, enseguida llamó a las otras vírgenes, para que bajaran a la tierra buscar a su nieta.

Encontraron un árbol, pero no estaban seguros de que fuera Mayáhuel. Cuando la abuela, descubrió a su nieta como una rama, este se rompió en cientos de varas y la anciana con sus artes mágicas devolvió a Mayáhuel a su aspecto original, una joven doncella. Sin embargo, la anciana estaba llena de ira, la despedazó y repartió a sus hermanas para que la devoraran. La rama en que se había convertido permaneció intacta. Cuando se alejaron, la anciana, afligida, recogió los restos de la joven virgen y los enterró en los campos cercanos.

De ellos, brotó con el tiempo, una hermosa planta de grandes y puntiagudas hojas: el maguey, de la cual, al rasparse su tronco fluye un dulce líquido el cual al fermentarse se convierte en la bebida de los dioses (pulque). Así fue como, aunque de manera trágica; la misión de ambos dioses fue cumplida. Despertar la alegría de los hombres por medio de una bebida que alegrarían sus vidas, y para toda una civilización.

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