Nelson Mandela

Nelson Mandela:

Las enseñanzas de un líder de acción positiva

Por definición, un líder es un guía. Es aquel que se compromete a llevar a un grupo de personas hacia una meta. Por otro lado, un líder de acción positiva es aquel que no sólo cumple con lo anterior, sino que también posee una formación integral, busca el bien común a través de la paz, la justicia y a su vez transforma el entorno con un sentido esperanzador. Nelson Mandela, ex presidente de Sudáfrica, es un ejemplo perfecto de un líder de acción positiva. Esta gran personalidad nos enseñó que el liderazgo esta en la conducta de la persona, no en la posición que se le asigne. Nos enseñó que siempre hay que elegir la colaboración sobre las represalias. Entre muchas otras cosas, Mandela también nos enseñó a nunca renunciar a nuestros sueños e ideales, por más imposibles e inalcanzables que parezcan.

Nelson Mandela es un claro ejemplo de cómo alguien puede dirigirnos e influenciarnos sin tener una posición autoritaria. Un líder de acción positiva es una persona que posee una formación integral, lo cual implica que no se dejará absorber por el poder que la gente le otorgue. Durante sus 27 años encarcelado, al igual que durante sus 5 años de mandato presidencial, Mandela ejerció influencias. Estas continuaron creciendo durante los 15 años que siguieron su retiro político, cuando se dedicó a ser un filántropo humanitario. Los títulos no definen a los grandes líderes, los grandes líderes definen y a su vez aprovechan el poder y el alcance que les da su cargo para tener un impacto positivo. Según Mandela, “es mejor ser líder desde atrás y poner a los demás adelante, sobre todo cuando se celebre una victoria. Uno tomará la primera línea cuando haya peligro. Es ahí cuando la gente apreciará su liderazgo”. La capacidad de integrar, motivar y movilizar a otros a que lleven una aspiración común de vida es todo el punto del liderazgo.

Al enfrentar una situación de conflicto, muchos líderes de organizaciones tienen una respuesta instintiva de colaborar o tomar represalias. Como mencionado anteriormente, un líder de acción positiva busca el bien común a través de la paz y la justicia y éste fue el modus operandi de Nelson Mandela. Él perfeccionó este instinto de colaboración antes de convertirse en el primer presidente de color de Sudáfrica. Puso a gente multirracial y de ambos géneros dentro del Congreso Nacional Africano para escuchar y aprovechar las aportaciones de cada uno de los integrantes. Eligió perdonar a los que le habían hecho mal y buscó la reconciliación entre el Estado y el pueblo. Fue tolerante y humilde en todo momento, enseñándonos que la venganza y el resentimiento no llevan a nada. En sus propias palabras, “el resentimiento es tomar veneno y esperar que tus enemigos mueran”.

Mantener la esperanza en tiempos difíciles, fue la base de la existencia de este gran líder. Mandela es citado diciendo que "siempre parece imposible hasta que se hace." Su perseverancia en la cara de la persecución inhumana nos muestra que lo que parece imposible se mantendrá imposible si los hombres y mujeres de un mismo propósito no logran reunir el valor para hacer lo correcto. Un líder de acción positiva siempre debe de transformar el entorno con un sentido esperanzador. Nelson Mandela mantuvo la esperanza y peleó por sus creencias.

La evidencia es convincente, Nelson Mandela definitivamente es un líder de acción positiva. Guiar a la gente es un arte y Mandela el maestro. Pudo conducir a la gente en tiempos de adversidad, siempre manteniéndose ético, humilde y perseverante. Nos demuestra que la clave de un buen liderazgo es ser virtuoso y poner a los demás antes de ti. La honestidad y la justicia fueron claves en su crecimiento, y no se dejó envenenar por resentimientos.

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