Numero Alusivo Día De La Bandera

Habla la Bandera

Muchas veces se hace difícil expresar con palabras los sentimientos que anidan en el corazón. Eso me pasa a mí cada vez que comienza una nueva jornada de clases.

Los chicos están parados, firmes, derechitos frente a mí, yo emprendo un bellísimo viaje hacia el lugar más placentero que conozco: la parte más alta del mástil de la escuela, al compás de la música y el ritmo de “Aurora” que todos con entusiasmo cantan para mí.

¡Qué momento fascinante! La emoción es indescriptible: me tiemblan las piernas, me corre un chichito de frio por dentro…

Mientras viajo me imagino que soy una paloma que puede volar, pero mi vuelo es especial porque mientras voy despegando mis alas veo los ojitos de cada alumno puestos en mí, tirándome chispitas de cariño, admiración, ternura, respeto y amor que me llenan de frescura, me rejuvenecen y me llenan de fuerza y vigor.

¡Ya llegué! ¡Aquí estoy! Espléndida, radiante, los rayos del sol acarician mi piel, el viento suave ondea mi cuerpo y me siento una princesa.

Bajo la mirada hacia el patio de mi escuela y unos enormes sentimientos de “mamá” salen de lo más profundo de mi ser, para acariciar, consolar y guiar a los futuros ciudadanos de mi país que tanto amo.

Veo a los docentes y no encuentro adjetivos adecuados para describir lo que siento. ¡Es demasiado maravilloso para mí! Soy la motivadora de sus nobles ideales y la fortaleza de su lucha diaria, la razón de sueños de grandeza.

¿Quién dijo que sólo soy un trozo de tela color celeste y blanco? Toda yo, alma vida y corazón se estrujan y estremecen ante la invasión de tantas cosas lindas que se sienten por ser nada más y nada menos que ¡¡la BANDERA ARGENTINA!!

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