Políticas en el gobierno de Ollanta Humala

Políticas en el gobierno de Ollanta Humala

Su plan de gobierno, conocido como “La Gran Transformación”, pretendía cambiar el modelo económico que se había mantenido durante el gobierno precedente hacia un proteccionismo nacionalista, el cual fue sutilmente llamado ‘Economía Nacional de Mercado’. Humala hereda un país con una estabilidad macroeconómica y un crecimiento consecutivo de 7 años, baja inflación, reservas internacionales elevadas, cuentas fiscales en orden e inversiones en alza.

Este plan de gobierno generaba dudas si mantendríamos este crecimiento pero la designación de Luis Miguel Castilla como titular del MEF; y, la ratificación de Julio Velarde a la cabeza del BCRP, fueron un indicador claro que se mantendría la continuidad del orden económico vigente. Aun así Humala sostuvo un enfoque social mas agresivo que sus predecesores, la creación del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), gravar la minería, aumento del sueldo mínimo y la creación de la Ley 29785 “Ley del derecho a la consulta previa a los pueblos indígenas u originarios”, fue lo que otorgo una aprobación inicial del 65% en popularidad. Aun así los conflictos sociales y políticos comenzaron a surgir, el primero de ellos se da en Cajamarca, aquí el proyecto Conga sufre una parálisis debido a la carencia de firmeza y debilidad política en sus posturas políticas, cuando estuvo en campaña afirmaba: “He visto un conjunto de lagunas y me dicen que las quieren vender. ¿Ustedes quieren vender su agua? (¡No!, le responden) Porque, ¿qué es más importante: el agua o el oro? (¡El agua!, le gritan) Porque ustedes no toman ni comen oro, pero nosotros tomamos agua. (…) Yo me comprometo a respetar la voluntad de Bambamarca y Hualgayoc con respecto a la minería. Se va a respetar la agricultura, la ganadería y el agua para los peruanos”. Pero una vez en el sillón presidencial cambia de opinión afirmando: “El proyecto Conga es un proyecto importante para el Perú, porque le va a permitir realizar la gran transformación. Rechazamos posiciones extremas: el agua o el oro. Nosotros planteamos una posición sensata: el agua y el oro”. Luego afirmaría: “Podemos y vamos a hacer que la empresa garantice el abastecimiento de agua. Lo vital es el agua. Pero no puedo exponer al Perú al incumplimiento del estado de derecho. Mi gobierno no permitirá el desarrollo de ningún proyecto extractivo que exponga a la población al desabastecimiento de agua o que no tenga los estándares de calidad permitidos para el consumo humano”.

El aspecto mas positivo se da en el plano económico, Luis Miguel Castilla, entonces titular del MEF, señalaba que en dos años de Humala se hicieron más reformas que en todos los gobiernos anteriores. Reformas tales como la del Mercado de Valores, del Sistema Privado de Pensiones, la reforma tributaria, la reforma remunerativa de las Fuerzas Armadas y la Policía, la reforma magisterial, la Ley de Servicio Civil, entre otras. Estas y otras medidas facilitaron la continuidad del crecimiento económico, pese a la desaceleración que se empezó a experimentar debido al mercado internacional (desaceleración de china, precios de los minerales a la baja, inercia en el mercado europeo, etc.).

El rumbo del país fue determinado no por la dirección de Humala, sino más bien por los propios tecnócratas del MEF y otras instituciones gubernamentales los cuales han asegurado la continuidad de ese modelo. Sus promesas de Gobierno con inclusión social para todos se limito a promesas populistas que originarían un déficit fiscal que sufriría el siguiente gobierno.

En conclusión, la continuidad del crecimiento económico fue motivada porque el gobierno se encontró en ‘piloto automático’ y administrada por los tecnócratas conservadores dentro del MEF y el BCRP, mas no por virtud propia al gobierno nacionalista.

Fuente: Análisis

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