Problema: Congestión Vehicular en Lima

Problema: Congestión Vehicular en Lima

Factor: Incremento del parque automotor como factor de la congestión vehicular

1. Introducción

1.  Contextualización: Anécdota personal
2.  Presentación y anticipación del contenido

1. Incremento del parque automotor que contribuyen al aumento de la congestión vehicular

1.  Renovación del parque automotor

1. Circulación de vehículos antiguos
2. Importación de vehículos
3. Fácil acceso a la compra

1.  Papel del Estado

1. Falta de revisiones técnicas
2. Mala gestión del transporte público
3. Control del crecimiento demográfico limeño

1. Cierre

1.  Resumen
2.  Opinión

El incremento del parque automotor como factor de la congestión vehicular de Lima

En mi rutina diaria nunca tuve que hacer largos viajes en un autobús, como estudiante mi rutina solo consistía en ir a la escuela, a mi casa, de vez en cuando a la biblioteca municipal o casa de amigas, todos los destinos no requerían más de 10 minutos para llegar caminando. Sin embargo, el día que empecé a ir al ICPNA, la congestión vehicular de la avenida Javier Prado me desagradó terriblemente y tuve que sobrellevarlo así por 3 años. Actualmente, en mi trayecto a la universidad continúo transitando por dicha avenida y no he percibido ninguna mejora hasta el momento. Los factores de este problema son variados, pero en el presente texto se desarrollará la discontinua renovación del parque automotor y el papel del Estado frente al incremento del parque automotor como causa de la congestión vehicular.

En primer lugar, la cantidad de vehículos ha ido creciendo debido a la falta de renovación de estos, que les permite seguir transitando en las pistas limeñas. En promedio, los autos en Lima tienen una antigüedad de 15 años y los ómnibus entre 18 y 20 años. Una de las razones por las que sucede esto es por el Impuesto al Patrimonio Vehicular que se grava a la propiedad de los automóviles, vehículos, camionetas, station wagons, camiones, bus y ómnibus de no más de 3 años de antigüedad lo que disuade la renovación. El impuesto se establece a partir del 1% del valor original de la adquisición. Todo lo contrario ocurre en países desarrollados donde el impuesto es aplicado al parque automotor mayor de 20 años, lo que impulsa la renovación y la disminución de gases contaminantes. No obstante, la demanda peruana de unidades de transporte es variada y regular, siendo las importaciones asiáticas las más relevantes, pues Kía es la marca más importada y adquirida por el país seguida de Hyundai que satisfacen las preferencias de los consumidores con el poco consumo de combustible, bajo precio y variedad de modelos. Asimismo, el pago por cuotas iniciales facilita la accesibilidad a la compra, en los últimos años, el poder adquisitivo de los peruanos ha mejorado con el crecimiento del PBI y el aumento de la Remuneración Mínima Vital del 2016. Ese mismo año, la venta e inscripción de vehículos creció 2.7%. En segundo lugar, el cumplimiento de revisiones técnicas anuales que tienen como propósito constatar el buen funcionamiento de las partes del automóvil no son verificadas por el Estado. En el Perú, la gestión del transporte público refleja la ausencia del gobierno, pues existen demasiadas rutas informales y ningún estándar mínimo que deben obedecer las unidades para el traslado de personas en buenas condiciones. Al respecto, más del 28% de la población peruana se encuentra en Lima, lo que resulta preocupante para una ciudad sin planificación. Este crecimiento demográfico se debió a la migración que se produjo en los años 1940 por la crisis del agro y luego en 1980 por los movimientos terroristas, además de diferentes crisis económicas.

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