“REFLEXIONES SOBRE LA CORRUPCIÓN”
perrogalloTarea11 de Agosto de 2015
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UNIVERSIDAD HUMANITAS
CAMPUS GUADALAJARA
POSGRADO EN JUSTICIA PENAL Y SEGURIDAD PÚBLICA
“REFLEXIONES SOBRE LA CORRUPCIÓN”
El presente proyecto tiene como objetivo abordar a través de diversos enfoques, la complejidad de un tema que por su estructura, dinamismo y espectro de alcance, resulta crucial en la descomposición de las instituciones públicas y privadas, y en el distanciamiento del bienestar social.
POR
LEOPOLDO RAFAEL GUERRA SAHAGÚN
DOCENTE
M.D. SERGIO CERVANTES CABRERA
GUADALAJARA, JALISCO, 16 DE MAYO DE 2015
TABLA DE CONTENIDO
1.- ¿Qué es la Corrupción?
1.1.- Etimología y Definición
1.2- Naturaleza Humana, Sociedad y Corrupción
1.3.- El Factor Individual
2.- Los Tipos de Corrupción
2.1.- Política
2.2.- Judicial
2.3.- Económica Pública y Privada
2.4.- Sobornos
2.5.- Trato Preferencial
2.6.- Nepotismo
3.- Círculo Vicioso de la Corrupción
3.1.- Desconfianza Social en el Gobierno y en los Políticos
3.2.- Desvío de Recursos Federales
3.3.- Asignación de Contratos Públicos
3.4.- Evasión Fiscal
3.5.- Bajo Presupuesto a las Instituciones
3.6.- Bajos Salarios a Funcionarios y Empleados
3.7.- Escasa Vigilancia
3.8.- Aprovechamiento en Beneficio Propio de los Cargos Públicos
3.9.- Obtención de Lucro Personal con Obras y Servicios Públicos
4.- Causas de la Corrupción
4.1.- Causas Sociales
4.2.- El Factor Individual
1.- ¿Qué es la corrupción?
1.1 Etimología y Definición
Corruptio, corruptiones son vocablos latinos. De aquí provienen corruption en inglés, corruzione del italiano, korruption del alemán y que pasan a nuestros corrupción y corromper. Nuestra palabra castellana proviene del latín corrompere que significa “romper algo entre dos, destruir conjuntamente su integridad”. (Llaca, 2005, p. 48)
El diccionario de la Real Academia Española, en su cuarta definición sobre el vocablo corrupción, nos dice: “En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores”.
A la corrupción se la ha definido como “el uso ilegítimo del poder público para el beneficio privado”; (Nas, Price, & Weber, 1968, p. 108) “todo uso ilegal o no ético de la actividad gubernamental como consecuencia de consideraciones de beneficio personal o político”; (Benson, George, 1978, p. XIII).
1.2 Naturaleza humana, Sociedad y Corrupción
El primer acto de corrupción fue el que cometió Eva en el Paraíso Terrenal, al aceptar el soborno que le propuso la serpiente; de allí en adelante, historias análogas han estado presentes en todas las épocas y en todos los lugares; esta realidad conduce directamente a la pregunta que encabeza este análisis.
Para el filósofo inglés Thomas Hobbes (1588-1679) el hombre es malo por naturaleza, egoísta y antisocial, impulsados por un perpetuo e incansable deseo de poder que cesa sólo con la muerte.
Rousseau (1712-1778) en su obra “El contrato social”, sostiene que el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe. De conformidad con el pensamiento aristotélico, el hombre es un animal político, es decir, un ser en busca de la comunidad para lograr sentirse completo. Ahora bien, si el hombre nace bueno, como afirma Rousseau, y a su vez necesita de la comunidad para sentirse completo como refiere Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.), podemos colegir que el hombre al nacer carece de una estructura de pensamiento moral o social, y que éste debe adaptarse a sus circunstancias históricas, culturales, sociales y particulares, y a los conceptos éticos y morales que de éstas emanen.
Ahora bien, es menester desechar cualquier postura derrotista ante el razonamiento previo. Si bien el hombre desde que nace se encuentra condicionado por distintos factores que lo forman y hacen de él, no debemos perder de vista nunca una de las frases más importantes de la humanidad: “Un hombre es lo que hace con lo que hicieron de él”. Jean Paul-Sartre (1905-1980). (Feinmann, 2008)
La magnitud que ha adquirido la corrupción en las sociedades contemporáneas no es ajena a la hegemonía de la economía de mercado; la posesión de la riqueza económica y el consumo de bienes devienen en objetivos de vida para amplios sectores de la población, por lo cual se desarrolla una fuerte tendencia a adaptar los códigos éticos al desarrollo de actividades sociales orientadas fundamentalmente a la búsqueda de bienes externos: poder, ventajas económicas y/o sociales. (Cortina, 1994, p. 115)
1.3 El Factor Individual
A menudo se comete el error de desaprobar de forma abstracta a las instituciones, como si éstas fueran un ente ajeno al individuo.
El escritor leonés Luis Mateo Díez, dijo en una ocasión que la corrupción era una demostración feroz de que en la política se encuentra lo peor de cada casa.
De la frase de Díez podemos destacar el factor humano en las instituciones. Pues, si bien, la corrupción emana de éstas, es siempre el individuo quien crea y tergiversa a las instituciones.
Al respecto, Aldo Meneses Carbajal, señala que debemos reconocer que las instituciones funcionan humanamente, que son producto de nuestra propia creación, y que llevan en sí mismas los gérmenes de nuestras propias particularidades como seres humanos, por tanto, no son siempre perfectas e incorruptibles, ni siempre caóticas y definitivamente corruptas, son simplemente humanas, sometidas a las tensiones propias que enmascaran deseos, necesidades, pulsiones y también frustraciones y represiones individuales y socioculturales.(Carvajal, 2003, p. 4)
2.- Los Tipos de Corrupción
2.1 Política
No podemos negar la simbiosis existente entre la política y el dinero, pues éste último habilita al gobierno para la aplicación de las políticas públicas a favor de la población que representa.
Tampoco podemos negar la coexistencia de dos tipos de recursos económicos erogados: los oficiales y los extraoficiales.
Podríamos definir como dinero “oficial” al presupuestado y auditado; y como dinero extraoficial al que se encuentra fuera del presupuesto y se aplica discrecionalmente.
La erogación extraoficial involucra no solamente al sector político, también al sector empresarial (clientilismo), y tiene como finalidad, la acumulación de los recursos necesarios por parte de estos dos sectores para intentar crear o consolidar su monopolio y sus probabilidades de éxito, cada uno en su ámbito; en el caso de los políticos, poca competencia en el “mercado político” para facilitar el triunfo electoral; y en el caso de los empresarios, poca competencia en los mercados económicos, con los grandes beneficios que eso puede generar.
Para López Calera, la corrupción política nace fundamentalmente de las carencias e insuficiencias de la moral cívica y pública que necesita toda sociedad política si quiere sobrevivir.(Calera, 1997, p. 128)
Se han señalado tres motivos para la corrupción política, a saber: en primer término se encuentra el problema de los costes crecientes de la actividad política y del aparato partidario, que hace que los candidatos electos deban resarcir al partido por los gastos generados durante las campañas; en segundo lugar, las presiones provenientes de distintos sectores de la sociedad bajo las que los políticos se encuentran y que los llevan a realizar distintos favores para poder mantener los apoyos; y, finalmente, los deseos de enriquecimiento personal, que pueden responder a una simple acción individual o bien ser consecuencia de un subsistema individual. (Álvarez, 1997, p. 94)
2.2. Judicial
El juez español Elpidio José Silva, define al poder judicial como la madre de la corrupción. Si tuviese que sustentar con una fórmula la opinión del juez Silva, me atrevería a hacerlo con la siguiente: “A mayor jerarquía del bien jurídico tutelado, mayor poder de negociación del aparato institucional”.
A partir de la La Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG 2013), se estima que a nivel nacional, el 89.7% de la población considera que la corrupción es una práctica Muy Frecuente y Frecuente en las Policías, seguido de los Partidos Políticos y el Ministerio Público con un 84.4% y 78.4%, respectivamente.
La Fundación del Debido Proceso Legal, en su trabajo “Controles y descontroles de la corrupción Judicial: Evaluación de la corrupción judicial y de los mecanismos para combatirla en Centroamérica y Panamá, define como “actos de corrupción judicial” a todos aquellos en los cuales la conducta de un juez o empleado judicial vulnera el principio de imparcialidad en un proceso jurisdiccional, con vistas a la obtención de un beneficio indebido e ilegal para sí mismos o un tercero. (Fundación para el Debido Proceso Legal, 2007, p.34)
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