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Reflexión La “sociedad hipermoderna”


Enviado por   •  2 de Abril de 2020  •  Resúmenes  •  454 Palabras (2 Páginas)  •  67 Visitas

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Reflexión

La “sociedad hipermoderna” se ha radicalizado y multiplicado a lo largo de la historia. ¿Qué pensar de una sociedad que nos decepciona todo el tiempo?, en realidad es así que la sociedad nos decepciona o es realmente nosotros mismos hacemos que las cosas nos decepcionen. Buscamos que todo lo que nos rodea sea perfecto, pero sin darnos cuenta le damos tanta importancia que nos termina decepcionando.

Ahora puedo decir que la decepción es una experiencia intensa que forma parte de nuestra condición humana y que cuanto más va aumentando la exigencia de mayor bienestar, más nos ensanchamos en la frustración. Ahora bien, la sociedad hipermoderna se caracteriza por el aumento y alta frecuencia de las decepciones, tanto en lo público como en lo privado. Ahora la pobreza del pasado es absoluta y distinta de la actual, en la que todos aspiramos a participar en el consumismo. Ninguno está a salvo de ello, puesto que la responsabilidad respecto al éxito o fracaso ha pasado a cada uno de nosotros y pensamos estar a la altura de nuestras ambiciones.

Ahora basta solo encender la radio o la televisión, y aparece un intelectual haciendo juicios de valor de cualquier cosa o de todo, dramatizando con sus preocupaciones y predicando lecciones de moral, abrimos un periódico y es lo mismo. Esto hace que nuestro presente social se transforme.

Y no podemos olvidar que ahora la escuela es el centro de la decepción por haber perdido la capacidad de garantizar la movilidad educativa ya que hoy en día a los alumnos no podemos reprobarlos anteriormente se valoraba el esfuerzo y es decepcionante como eso va cambiando, la pérdida del respeto hacia los maestros. La sociedad hipermoderna, liberal, individualista, le atribuyen y reconocen un muy alto valor a la búsqueda personal de la felicidad, por lo que se puede ser a la vez optimistas o pesimistas, sin contradicción, “todo depende de lo que hablemos”.

Podemos decir con certeza que el hedonismo ha perdido el estilo que debía tener y claramente llega a decepcionar. Las relaciones afectivas y amorosas nos interesan más que el placer de extensas experiencias sexuales con diferentes personas. Las desilusiones son mucho más afectivas que políticas o consumistas. Nos decepcionamos más de las relaciones con las personas que con todo lo demás por la importancia que les damos.

Si bien en general el consumo tiene más satisfacciones que decepciones, decepcionan más los bienes no duraderos los productos sin sentido como películas, conciertos, novelas y arte, y decepcionan menos los bienes duraderos, aunque no sean los más caros. Y lo más importante no es el precio de las cosas, sino el cambio que operan en nuestro marco de vida.

Cambiar la forma en la que nos frustramos por cosas que no tienen sentido

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