Reflexión sociológica de mi tema de intervención

Reflexión sociológica de mi tema de intervención.

El tema de mi investigación es el siguiente: Desconozco estrategias para propiciar la colaboración como dimensión de la educación socioemocional, en alumnos de educación básica.

Según Max Weber, la sociología trabaja su objeto mediante la construcción de tipos ideales, hablando de construcciones mentales y emocionales podemos deducir que una de las utopías del ser humano es conocer lo que el otro piensa, lo que el otro quiere, como si adivinar los sentimientos y las emociones de los demás pudiesen resolver algunos de los problemas a los que el ser humano se enfrenta de manera cotidiana.

El trabajo colaborativo es algo en lo que nos vemos inmerso todos los días, sin embargo realizarlo de una forma óptima no siempre es conocido por todos nosotros, recordemos que si bien entendernos a nosotros mismos es complicado en la mayoría de los casos, hacerlo con una sinnúmero de personas con las que interactuamos de manera continua o esporádica no es sencillo, y menos si consideramos de manera analítica todos los factores que contribuyen el trabajo colaborativo.

Es por esto que para mí el hombre ideal debe ser una búsqueda desde el interior de cada uno de nosotros, ya que muchas de las veces se transgiversa lo que significa trabajar de manera colaborativa, creyendo que debe existir alguien que manda, mientras que el resto de las personas debe obedecer, y se “fuerza” a que los demás vean en nosotros al tipo ideal, sin darnos cuenta que cada uno de nosotros tenemos una parte de perfección y encontrarlo en las personas con las que trabajamos nos ayudara a tener realmente un objetivo claro y preciso y trabajar conscientemente en un esquema colaborativo.

Consideremos también que la escuela tiene la labor de educar no solo los contenidos académicos que nos marca un programa educativo, sino enseñar desde la experiencia, emociones, historia, el conocimiento de los otros, buscando estrategias donde se vea al ser humano como un ser social, emotivo, capaz de expresar sus pensamientos, ideas, emociones, las que convergen para buscar una sociedad participativa, consiente, autónoma, partiendo desde un salón de clases, desde donde cada uno de nosotros podemos aportar lo que somos y tenemos, dejando que el resto haga su parte.

Los docentes debemos darnos cuenta que somos el reflejo de lo que damos a los demás, hablar desde la experiencia, la acción, el ejemplo, y no mediante un guion planteado por lo que creemos que es lo que los estudiantes deben escuchar o aprender, decidir dar ese paso que haga que los estudiantes tengan la habilidad de esforzarse, cuestionarse, no tener miedo a equivocarse o a darse cuenta de que es malo equivocarse.

Y es que si bien en muchas escuelas se imparte educación emocional, creemos que esta debe enseñarse como algo aparte de las clases académicas o peor se enseña esta materia desde la teoría, y si bien es cierto que necesitamos conocer las bases de las materias, olvidamos que la práctica es lo que nos ayudara a vivir lo que con tanto amor enseñamos a los alumnos.

Debemos modificar las estructuras de participación en donde damos al maestro el papel de coordinar, dirigir o controlar el conocimiento, siendo que en el aprendizaje colaborativo, no existe una jerarquía sino que es un equipo de personas trabajando desde el principio por un objetivo, lamentablemente hemos continuado con la historia donde alguien es quien debe mandar, o donde el que más grita es quien tiene la razón, por eso es para mi importante enseñarles a mis alumnos los beneficios de estrategias colaborativas, ya que estas no solo facilitaran el trabajo académico, sino reforzaran las habilidades y cualidades sociales que necesitaran el resto de sus vidas para poder trabajar con quien ellos decidan hacerlo.

Es importante que al alumno transcienda de los arquetipos que la historia nos ha

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