Resumen de El Matadero.

El Matadero 

  El Matadero nace de una urgencia espiritual: Expresar el estado de ánimo de alguien que está viviendo una determinada realidad. Se genera directamente en una experiencia conmocional que busca cauce en la expresión literaria. Es producto de la situación histórica. Se escribe por indignación, no por placer estético, para dar testimonio de una situación en la que el escritor se halla vital y totalmente inmerso.

  Testimonio, examen y denuncia de la situación social y política en los años 38 y 40: de  la tiranía y de la degradación del pueblo en que ésta se asentaba. Tiene, pues, la categoría de una síntesis de lo que la tiranía significó.

  El cuento está concebido como documento de una época y le sirve al autor de medio de examen y denuncia. Sirve de instrumento contra el tirano porque desnuda la fealdad de sus prácticas, su impiedad, su brutalidad, su bajeza.

  La descripción del cuento alterado del Matadero del Alto es una pintura evidente, palpita el drama entero de una época y de un pueblo desgarrados en la lucha existencial. Se presiente, se palpa, se adivina la angustia de las clases populares echadas a la miseria y a la desesperación del hambre, la ignorancia y el envilecimiento. Echeverría no ha querido denunciar ese drama, por el contrario, no ha querido mostrar la base humana degradada, en la que la tiranía de Rosas asentaba su poder físico.

  El cuadro de época consigue detalles precisos, figuras inconfundibles, acción animadísima, movimiento visible de los grupos humanos, diálogos y lenguaje eficaces. La composición sigue los pasos calculados del efecto que se desea conseguir: Ubica la situación histórica, caracteriza el conflicto económico vital del pueblo, enfoca los grupos humanos que quiere examinar y denunciar, particulariza el drama político en acertada gradación de elementos, y culmina en el escalofriante desenlace de farsa trágica, que simboliza al país bajo la dictadura.

  El cuento de Echeverría rescata el vivo drama de su época, señala la responsabilidad del escritor hispanoamericano –honesto y heroico-, y contiene en germen los elementos de la prosa de contenido social que más tarde aparecerá en nuestra literatura.

ÍBER H. VERDUGO - El Matadero

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