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SOBERANÍA TERRITORIO Y PETROLEO


Enviado por   •  15 de Septiembre de 2021  •  Ensayos  •  6.264 Palabras (26 Páginas)  •  55 Visitas

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INTRODUCCIÓN.

A lo largo de nuestra historia uno de los temas más centrados en nuestro país ha sido nuestra soberanía y nuestros recursos, en el siguiente informe desarrollaremos una pequeña investigación para dar a conocer la importancia sobre nuestra soberanía, tocando puntos muy vitales como los de nuestros recursos renovables como lo son los avances tecnológicos alcanzados así como nuestra situación petrolera en el ámbito mundial.


SOBERANIA:

Desde tiempos remotos los seres humanos han luchado por sus derechos, en la época de la colonización, en Latinoamérica surgieron diferentes movimientos liberadores que han sido usados para referirse a una actitud y una evolución cultural inclinada a revelar y revertir situaciones institucionales en el proceso de dejar sin efecto una situación colonial europea.

La Soberanía en nuestro país es el "poder absoluto y perpetuo de una República Bolivariana", es hoy autónoma y sus normas son concebidas en el gobierno nacional, como fiel regente de su pueblo, y ejecutadas y evaluadas por sus organismos y el apoyo popular. Ningún centro de poder influye en la idea de las relaciones exteriores de Venezuela.

TERRITORIO:

Se denomina territorio (de la palabra "terra", que significa tierra) a un área definida (incluyendo tierras y aguas) a menudo considerada posesión de una persona, organización, institución, estado o país subdividido. Territorio es la zona controlada o dominada por ciertos grupos de seres vivos.

PETROLEO:

El petróleo es una sustancia oleosa de color muy oscuro compuesta de hidrógeno y carbono, y se lo llama hidrocarburo. Puede hallarse en estado líquido o en estado gaseoso. En estado líquido es llamado aceite "crudo", y en estado gaseoso, gas natural. Su origen es de tipo orgánico y sedimentario.


LA NACIONALIZACIÓN DEL PETROLRO EN VENEZUELA.

La nacionalización del petróleo se le denomina al conjunto de políticas de gobierno de países con mira de desprivatización y extracción del petróleo. Esta práctica esta normalmente motivada por el hecho de que de esta forma el estado se reserva el derecho de explotar y obtener el control mayoritario o total de las ganancias por conceptos de exportaciones de este recurso, que a menudo es para sus necesidades.

En la década de los 90 en el mandato de Rafael caldera, los precios bajaron notoriamente. Como método para traer inversiones extranjeras al país,  se diseñó un programa denominado entonces “apertura petrolera”  con el cual se le dio participación a empresas internacionales  en los proyectos de desarrollo de la faja del Orinoco, la mayor resera de crudo extra pesado a nivel mundial.

En dichos proyectos se establecía la participación del estado venezolano a través de PDVSA como socio minoritario.

Tras la escala de precios en la década de los 2000, los proyectos de desarrollo de la faja del Orinoco han cobrado mayor importancia económica. El gobierno del presidente HUGO CHAVEZ decreto en 2007 la conversión de todas las concepciones en la faja a empresa mixta donde el estado siempre a través de PDVSA debe tener mayoría accionaria.

Las compañías internacionales que operaban en ese momento en Venezuela adoptaron diferentes posturas ante la política de creciente nacionalismo  acerca de los recursos.

La concesión es una figura del derecho público, mediante la cual se otorga, temporal y condicionadamente, a los particulares el derecho a realizar determinadas actividades, que originalmente un ente público debe prestar, o garantizar que se preste, de manera adecuada para beneficio de la colectividad; lo que trae como lógica consecuencia que el ente público retenga la facultad de vigilar y fiscalizar la realización de las actividades concedidas.

Así las actividades petroleras debían realizarse bajo la vigilancia y fiscalización del Estado, el cual además tiene siempre el poder soberano de imposición. No obstante el poder que el Estado concedente conserva –de la cualidad de propietario de este sobre los yacimientos otorgados en concesión y de su capacidad de imponer, dadas las debilidades tecnológicas, económicas y políticas del Estado venezolano al iniciarse la gran explotación petrolera– hizo que muchas de sus facultades fueran dejadas de lado o ejercidas a medias o con dificultades, todo lo cual facilitó a los concesionarios asumir un papel preponderante, que llegó casi a arropar facultades esenciales del Estado, como la de legislar. Se dice que Juan Vicente Gómez expresó alguna vez a sus colaboradores que dejaran que las compañías petroleras hicieran una de las leyes de hidrocarburos, porque ellas eran, a decir del dictador, quienes “sabían de eso”. Los concesionarios se aprovechaban de tales circunstancias y se comportaban como propietarios o algo más, como grandes propietarios privilegiados. Esto trajo confusión, real por ignorancia o simulada por malicia, en algunos que no distinguían o no querían distinguir entre los yacimientos que son bienes nacionales desde antaño y las actividades concedidas, realizadas por los particulares en su condición de concesionarios. Y afirmaban esos reales o aparentes confusos que hablar de nacionalización petrolera era una inutilidad, porque los yacimientos siempre habían estado nacionalizados,  cuando en verdad el propósito de la Ley de Nacionalización Petrolera era que la nación, representada por el Estado, como un paso indispensable en el proceso de nacionalización, reasumiera las actividades petroleras que había entregado a los particulares, aunque no suficiente para la culminación del proceso.

ANHELO DE NACIONALIZACIÓN

El desarrollo de ese importante anhelo de la nacionalización lleva la promulgación de importantes leyes, como la de 1943 o la de reversión en 1971 y a la fundación de trascendentales instituciones como la CVP o la OPEP. Ese proceso conduce a que en 1975 se promulgue la Ley que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos. Concluye el artículo afirmando que en la actualidad se busca perfeccionar la nacionalización para superar el modelo extractivo exportador tradicional, incorporando la actividad petrolera a la economía interna y fortaleciendo sus vínculos con otros sectores de la sociedad.

LA REFORMA DE 1943

Un importante hito en este proceso fue la Ley de Hidrocarburos de1943, que tuvo como propósito corregir y poner orden en aspectos jurídicos de las actividades petroleras y echar las bases para mejorar la participación económica de la nación. La llamada reforma petrolera de 1943, que contó con amplio respaldo nacional, logró unificar el régimen legal aplicable a las concesiones otorgadas con anterioridad; reforzó la regla de sujeción de ellas a todo el ordenamiento jurídico nacional; descartó la pretensión de los concesionarios de tener un régimen estatutario o contractual que suponían los hacía inmunes a cualquier modificación legal, especialmente a las de carácter impositivo. La vieja tesis de la contractualita de las concesiones y de su inmutabilidad, como no fuera con el consentimiento de los concesionarios, recibió así un duro golpe. Quedó abierta la puerta para mejorar la participación de la nación en la explotación petrolera, no sólo mediante la regalía o contribuciones establecidas en la propia Ley de Hidrocarburos, sino mediante la legislación fiscal general, como efectivamente se hizo con la Ley de Impuesto Sobre la Renta, lográndose después no solamente el reparto mitad y mitad de lo producido por la explotación petrolera entre concesionarios y la nación, sino mejorándose dicha meta.

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