Sistemas Politicos

Los sistemas económicos y legales de un país con frecuencia se configuran por su sistema político. Como tal, es importante entender la naturaleza de los diferentes sistemas políticos antes de discutir la naturaleza de los sistemas económicos y legales. Por sistema político entendemos el sistema de gobierno de una nación. Los sistemas políticos pueden evaluarse de acuerdo con dos dimensiones relacionadas. La primera dimensión radica en el grado de importancia que le dan al colectivismo o al individualismo. La segunda es el grado manifiesto de democracia o totalitarismo. Estas dimensiones se interrelacionan; los sistemas que dan prioridad al colectivismo tienden a ser totalitarios, mientras que los sistemas que le dan un mayor valor al individualismo tienden a ser democráticos. Sin embargo, existe un área poco definida en la parte media. Es posible la existencia de sociedades democráticas que consideren una mezcla de colectivismo e individualismo. De manera similar, es posible la existencia de sociedades totalitarias que no sean colectivistas.

El término colectivismo se refiere al sistema que subraya la supremacía de objetivos colectivos con respecto a objetivos individuales. Cuando se hace énfasis en el colectivismo, las necesidades de la sociedad generalmente se consideran más importantes que las libertades individuales. Tales circunstancias, el derecho individual de llevar a cabo alguna actividad puede verse restringido por ir en contra del “bienestar de la sociedad” o del “bien común”. Ya en la República el filósofo griego Platón hablaba del sacrificio de los derechos individuales en función del bien de la mayoría, así como de la propiedad común.

En un sentido político, el individualismo se refiere a la filosofía que favorece la libertad individual en relación con las preferencias económicas y políticas. En contraste con el colectivismo, el individualismo enfatiza la prioridad de los intereses individuales sobre los del Estado. Al igual que la doctrina colectivista, la individualista encuentra su origen en la Grecia antigua; en este caso, el discípulo de Platón es Aristóteles, quien la formula. A diferencia de Platón, Aristóteles creía que la diversidad individual y la propiedad privada eran deseables. Argumentó que la propiedad privada es mucho más productiva que la propiedad comunal y, por lo tanto, tiene la capacidad de estimular el progreso. De acuerdo con Aristóteles, la propiedad comunal recibe poca atención, mientras que la propiedad privada recibe el máximo cuidado y, por ende, es la más productiva.

El individualismo se construye a partir de dos principios. El primero consiste en la importancia de garantizar la libertad y expresión individuales.

El segundo principio del individualismo postula que el bienestar de la sociedad encuentra mayor beneficio si permite a las personas buscar sus propios intereses económicos, en contraste con la imposición, por parte de algún cuerpo colectivo (como el gobierno), de aquello que resulta en el mayor bienestar social.

El mensaje central del individualismo, por lo tanto, consiste en que las libertades políticas y económicas son las reglas fundamentales sobre las cuales debe establecerse una sociedad. Esto coloca al individualismo en conflicto directo con el colectivismo. Éste valora la supremacía de lo colectivo sobre lo individual, mientras que el individualismo valora justamente lo opuesto. Este conflicto ideológico subyacente ha delineado gran parte de la historia reciente del mundo. En términos prácticos, el individualismo se traduce como defensa del sistema político democrático y la economía de libre mercado.

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