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Socialismo

vctor28 de Mayo de 2012

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1. TRABAJO Y SOCIALISMO

Bajo el socialismo, todos los tipos de actividad laboral que satisfagan las necesidades de la sociedad, materiales o culturales son socialmente útiles, necesarios, y en la misma medida honrosa. Ahora bien, los resultados concretos de esta actividad son diversos, y se plasman en una enorme multiplicidad de bienes materiales, servicios y valores espirituales. La división más general de los tipos concretos de trabajo en relación con sus resultados parte de la relación del trabajo con la creación de los bienes materiales. Bajo el socialismo, todo trabajo orientado hacia la creación de bienes materiales y, por ende, del producto necesario y del plus producto es trabajo productivo. La clasificación del trabajo en productivo y no productivo, bajo el socialismo es por su esencia y por principio distinta de la clasificación análoga para el régimen capitalista. Como quiera que, bajo el capitalismo, la finalidad de la producción social estribe en crear plusvalía, en dicho régimen aparece como productivo cualquier trabajo que proporcione plusvalía al capitalista, independientemente del lugar en que el trabajo se aplique.

En el régimen socialista, la clasificación del trabajo en productivo y no productivo se desprende de la necesidad objetiva de satisfacer lo más plenamente posible las necesidades tanto materiales como espirituales de la sociedad y tiene grandísima importancia práctica para determinar las proporciones en la distribución del trabajo social entre la esfera de la producción material y la esfera no productiva.

La esfera de la producción material (industria, agricultura, transporte, comunicaciones, entre otros.) es aquella en que se aplica sobre todo el trabajo productivo; en ella, el peso específico del trabajo no productivo es relativamente pequeño (funciones del personal en la contabilidad, protección de la propiedad socialista y otras). En la esfera no productiva (ciencia, instrucción, sanidad, cultura, gestión social, fuerzas armadas, entre otros.) Se aplica, sobre todo, el trabajo no productivo; en esta esfera pertenece al trabajo productivo tan sólo una pequeña parte de las inversiones laborales (preparación de modelos de máquinas, aparatos y materiales en la ciencia; de diversos medicamentos en sanidad etc.). A medida que se desarrollan las fuerzas productivas y crece la productividad del trabajo social, la relación entre las inversiones de trabajo en la esfera de la producción material y las realizadas en la esfera no productiva, cambia en favor de esta última. Esto significa que aumenta el peso específico del trabajo socialmente útil en las zonas de la esfera no productiva dedicadas a satisfacer las necesidades de la sociedad con toda clase de servicios y valores espirituales. Por otra parte, la sociedad socialista reduce sin cesar las inversiones de trabajo no productivo en la producción material, en el aparato administrativo y en las fuerzas armadas, a las que suprimiría por completo si no hubiera que hacer frente al militarismo y la política agresiva del imperialismo con la consiguiente amenaza de guerra.

El desarrollo planificado de la sociedad socialista permite establecer para cada período concreto una correlación óptima entre el trabajo productivo y el no productivo teniendo en cuenta el nivel existente de las fuerzas productivas y las necesidades de la sociedad. Durante la creación de la base material y técnica del comunismo a medida que las relaciones sociales socialistas se vayan transformando en comunistas irá aumentando más aun la proporción de trabajo social mente útil en las ramas de la esfera no productiva. Ello no menoscaba en lo más mínimo la importancia del trabajo productivo, que siempre será la fuente de todos los bienes materiales y, por consiguiente, condición principal de existencia de la sociedad.

2. RELACIONES DE PRODUCCIÓN

Conjunto de relaciones económicas que se establecen entre los hombres, independientemente de su conciencia y de su voluntad, en el proceso de producción, cambio, distribución y consumo de los bienes materiales. Las relaciones de producción constituyen una parte necesaria de cualquier modo de producción. La producción social sólo puede darse cuando los hombres se unen para obrar en común, para establecer un intercambio de actividades. La base de las relaciones de producción se encuentra en las relaciones de propiedad sobre los medios de producción. El carácter de las relaciones de producción depende de quiénes sean los dueños de los medios de producción, de cómo se realice la unión de esos medios con los productores.

La historia conoce dos tipos fundamentales de propiedad: la privada y la social. La propiedad privada expresa relaciones de dominio y subordinación, pues los dueños de los medios de producción tienen la posibilidad de explotar a los hombres carentes de propiedad. A lo largo de su desarrollo ascendente, las relaciones de producción basadas en la explotación del trabajo aparecen bajo las formas esclavista, feudal y capitalista. La propiedad social elimina las relaciones de explotación, da origen a la colaboración en los lazos de camaradería y a la ayuda mutua entre los hombres. En el régimen de la comunidad primitiva, existía en forma de propiedad colectiva gentilicia y tribal. En la época actual, las relaciones socialistas de producción se basan en dos formas de propiedad: la estatal (de todo el pueblo) y la cooperativa. Además de los tipos de relaciones de producción indicados, existen relaciones de producción transicionales, que combinan elementos de los diversos tipos de relaciones económicas en el período del tránsito de una formación económica-social a otra.

Las relaciones de producción se desarrollan en conexión directa yen dependencia recíproca con las fuerzas productivas de la sociedad y actúan como forma de existencia y desarrollo de estas últimas. Las relaciones entre unas y otras son determinadas por la ley de la correspondencia entre las relaciones de producción y el carácter de las fuerzas productivas. En el marco de una formación económico-social concreta, las relaciones de producción se modifican por influjo del crecimiento de las fuerzas productivas, mas su esencia permanece invariable. Se debe ello a los intereses de las clases dominantes que procuran consolidar y conservar las relaciones de propiedad existentes. En una determinada etapa del desarrollo de la sociedad, las relaciones de producción sustentadas en la propiedad privada se convierten en un freno para el avance sin obstáculos de las fuerzas productivas; entre éstas y aquéllas surge un conflicto, resuelto por medio de una revolución social que derroca a la clase reaccionaria dominante e instaura nuevas relaciones de producción. La supresión de la propiedad capitalista y el establecimiento de la propiedad social socialista eliminan las contradicciones antagónicas entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, se abre un horizonte ilimitado a su desarrollo. Bajo el socialismo, no existen clases interesadas en conservar las relaciones de producción caducas y, por ende, las contradicciones que surgen en el desenvolvimiento social se resuelven sin revoluciones políticas, a través de la actividad consciente y creadora de los trabajadores dirigidos por el Partido Comunista y por el Estado socialista.

En el período de la edificación del comunismo en todos los frentes, el perfeccionamiento de las relaciones de producción y de todas las relaciones sociales constituye una tarea capitalísima. La creación de la base material y técnica del comunismo, la transformación del trabajo en la primera necesidad vital del hombre es el fundamento para transformar en comunistas las relaciones socialistas de producción.

3. PROPIEDAD SOCIAL SOCIALISTA

Sobre los instrumentos y medios de producción, base económica del socialismo, surge como resultado de la revolución socialista por medio de la socialización de la propiedad privada capitalista y por la transformación, en consonancia con los principios socialistas, de la pequeña propiedad privada de trabajo (Nacionalización Socialista).

La Propiedad social se consolida y se multiplica en el proceso de la reproducción socialista ampliada. El dominio de la propiedad socialista pone fin a la explotación del hombre por el hombre, lo libera de todas las formas de opresión y de todos los tiros de dependencia social, ofrece amplias posibilidades para el desarrollo planificado y sin obstáculos de la producción social, para el incremento incesante de la productividad del trabajo social, para elevar el bienestar del pueblo y para el libre desenvolvimiento de la personalidad de cada trabajador. En la fase socialista ese tipo de propiedad presenta dos formas: la de propiedad de todo el pueblo estatal, y la de propiedad cooperativo-koljosiana. La existencia de las dos formas de propiedad socialista se halla condicionada, en primer lugar, por el hecho de que el socialismo, como fase primera e inferior de la sociedad socialista, proviene directamente del capitalismo, donde el nivel de las fuerzas productivas y de la productividad del trabajo no es aún suficientemente alto, y en segundo lugar, porque la clase obrera y el campesinado van al socialismo y al comunismo por caminos que poseen sus peculiaridades y diferencias. Lo que estas dos formas de propiedad socialista tienen de común y de decisiva trascendencia estriba en que tanto en las empresas del Estado como en las cooperativo-koljosiana los medios de producción son sociales, se ha liquidado la explotación del hombre por el hombre, el trabajo está organizado colectivamente, la remuneración se efectúa en consonancia con la cantidad y la calidad del

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