Utopía y distopía de las redes sociales
erii3Ensayo25 de Enero de 2022
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Erandi Itzai Estrada Martínez A01752032
Cambio tecnológico y desarrollo social (Gpo. 601)
Utopía y distopía de las redes sociales
Las redes sociales se han vuelto una extensión de nuestra vida y de nosotros mismos. Se encuentra presente en cada uno de los rubros de nuestra cotidianidad. Es por esto que se debe hacer una revisión exhaustiva a lo que esto implica, a quienes afecta y de que manera impactan a nuestra percepción y las decisiones que tomamos, como individuos y como sociedad.
En el 2005 cuando Facebook se lanzó al mundo Mark Zuckerberg tenía la idea de hacer al mundo más abierto, más conectado, buscaba la expansión y comunicación mundial. Prueba de esto es su frase “Move fast and break things”. La intención inicial y optimista de la creación de Facebook fue un mundo más abierto, es por esto que desde un inicio su concentración se limitaba a dicha versión optimista, se enfocaban en los aspectos positivos de su aplicación y su visión de lo que buscaban lograr, esto provocó que hubiera un retraso en prestarle atención a los aspectos negativos que traía consigo.
Nadie fue capaz de predecir ni de imaginar la extremada velocidad con la que Facebook se expandió al mundo entero, ni siquiera los creadores de esta red social, fue esta la razón de su rezago en la actualización y adaptación de las políticas a los distintos países y culturas.
Un claro ejemplo de esta dualidad fue la revolución en Túnez, gracias a Facebook, hubo una gran unificación y todos lo festejaban, pero al poco tiempo la polarización se hizo presente, el algoritmo de Facebook acrecentaba esta separación, las redes sociales permiten que todos los ciudadanos se puedan expresar, opinar de manera libre y compartir sus puntos de vista, no obstante, cuando una persona ingresa a la plataforma solo ve publicaciones, noticias, notificaciones y personas que concuerdan con su perspectiva, esto evita que tenga puntos de comparación, la visión de las personas se ve cegada y nublada porque el algoritmo siempre te dará la razón, esto ocurrió en ese momento y mantiene su vigencia. Poco después de la
victoria que obtuvieron hubo conflictos debido a la polarización que este mismo algoritmo acrecentó.
Otro ejemplo del impacto de las redes sociales es que Rusia “hackeo” a Ucrania para entrometerse en su política, usó al mismo algoritmo de Facebook, múltiples cuentas y noticias falsas para manipular la situación a su favor, caso similar a las elecciones en Estados Unidos de 2016, donde se manipuló la situación para afectar a las elecciones. El hecho que las naciones se manipulen y manipulen a los individuos de una manera tan perfecta que es totalmente imperceptible es verdaderamente aterrador.
En años más recientes se han acrecentado los movimientos extremistas, Donald Trump, Jair Bolsonaro y Viktor Orban lograron ascender al poder en Estados Unidos, Brasil y Hungría respectivamente a pesar de que eran considerados antisistémicos y radicales, gracias a su gran popularidad, no se prestó atención a sus aires autoritarios. El triunfo de Trump se debió al excelente conocimiento de las redes sociales. Y ese es un efecto realmente fatal de las redes sociales. Los autores Steve Levitsky y Daniel Ziblatt de Cómo mueren las democracias, mencionan que la mayoría de las quiebras democráticas no las provocan soldados ni generales, sino los propios gobiernos electos.
Las redes sociales privilegian el sensacionalismo, exacerbación y dramatización, dando como resultado una polarización política y emocional de la sociedad. La esfera política se vuelve hiperemocional y la agitación política se vuelve algo sumamente cotidiano. Las dictaduras ya no usan la fuerza para llegar al poder, las redes sociales han cambiado la manera en que los individuos se involucran en la política, permite obtener una gran cantidad de información, permite que se propaguen noticias a una velocidad impresionante, pero esta información es superficial, no hay un conocimiento realmente profundo, y las fuentes no son siempre seguras ni confiables.
“Political expression is conceptually distinct from political participation in the way that political talk is distinct from political action” (Gil de Zúñiga et al., 2010). No hay que confundir expresión con participación, el discurso político es anterior a la acción política, pero la expresión política permite alterar la percepción de los receptores. Se ha demostrado que las redes sociales tienen el potencial de fomentar la actividad política, por ejemplo, para realizar peticiones en línea, hacer contribuciones, presentarse como voluntario para campañas políticas, asistir a un mitin, las redes sociales fomentan la participación democrática, es por esto que la información que se obtiene no debe verse sesgada por los algoritmos de las redes sociales que buscan generar ingresos al mantenernos enganchados, porque se ha llegado al punto en que los ciudadanos creemos estar bien informados al recibir la información de nuestras redes sociales. La tecnología ha hecho que la manera en que nos mantengamos informados cambie.
El entorno participativo no es un signo de éxito político, se debe aunar una buena planificación y gestión de los medios para obtener resultados favorables, cada red social, aunque poseen objetivos compartidos, tienen pautas diferentes, si se conocen y comprenden se les saca un inmenso provecho. Es una gran oportunidad para los políticos, se pueden dar a conocer y conocer lo que los electores opinan sobre sus propuestas, decisiones y desempeño. Se debe buscar que las redes sociales infundan distintos principios, como la transparencia, apertura y colaboración.
Robertto Duque Roquero, académico de la Facultad de Derecho de la UNAM afirma que la parte negativa de las redes sociales es la desinformación, las noticias falsas, sexismo, racismo. La democracia aspira a ser un sistema en el que sean los ciudadanos los que tomen las decisiones que se llevan a cabo, de una manera consciente e informada, pero bajo el panorama negativo de las redes sociales se llega a una manipulación.
La tecnología puede traer beneficios a la democracia y a los procesos electorales pero tiene grandes retos que combatir, a pesar que la democracia es una forma de gobierno que ha funcionado mejor que otras porque ha demostrado tener una cantidad menor de defectos, no se puede olvidar el hecho que está más que lejos de ser buena, eficaz y eficiente en su totalidad, tiene el desafío de la manipulación, debido a que puede privar a la sociedad de la toma racional, informada y consciente. Pues las noticias falsas tienen como objetivo captar la atención para ganar dinero con publicidad y ejercer influencia política.
Roberto igual comenta como el debate abierto y la veracidad de la información que se difunde son las herramientas necesarias para evitar la proliferación de las noticias e información falsa que son propensas en los procesos democráticos, como se mencionaron en los casos expuestos al comienzo del texto.
No solo hay noticias falsas, también hay filtros burbuja, estos son las esferas en las que convivimos mediante las redes sociales que engloban las opiniones e ideas similares, estos filtros burbujas son los que nublan la perspectiva, las redes sociales les presenta a los usuarios la información que sea relevante para ellos, lo que lleva a la polarización de las opiniones. También hay social bots, los cuales son perfiles en las redes sociales que se presentan como humanos, es una forma de imitación bastante convincente.
Otro aspecto de gran relevancia es lo que se hace con la información que esta red social posee sobre cada uno de sus usuarios, aunque Facebook te hace creer que lo que compartes, comentas y publicas es solo para tus amigos, la realidad es que siempre estamos vigilados, nuestra ubicación, nuestro estado de ánimo, nuestros gustos, nuestra personalidad, nuestra mentalidad, nuestros círculos sociales, ha llegado al grado de conocernos mejor de lo que nosotros lo hacemos. Desde sus comienzos Facebook ha declarado que se protege la privacidad y la información personal de los usuarios. Sin embargo, son dueños de tu información y no somos realmente conscientes de lo que se hace con ellos, una investigación sacó a relucir
el hecho que esta información es compartida con desarrolladores terceros, representa un riesgo latente y un exempleado de Facebook menciona que este no era una preocupación ni una prioridad.
Cuestiones como el estado civil, preferencias sexuales, edad, residencia, creencias, gustos, carrera, número de amigos y sus perfiles, grupos a los que pertenece, aplicaciones que usa frecuentemente, fotografías, vídeos y demás datos se pueden encontrar en las diversas redes sociales. Todo ello da lugar a que las políticas de privacidad sean altamente cuestionadas.
El miedo no es para menos, pues todos los que estamos registrados somos vulnerables, algunas personas en mayor medida que otros, y una frase que refleja esto a la perfección es “si no pagas por un producto, tú eres el producto”, la palabra “usuarios” ya no es la correcta a emplear, nosotros no solo usamos las plataformas sociales, las redes sociales también nos usan y a nuestros datos personales. Todas las redes sociales, cómo Facebook, Instagram, Snapchat, Youtube, TikTok, Pinterest y muchas más se esfuerzan y compiten por nuestra atención, mientras más tiempo estamos enganchados somos más susceptibles a la manipulación, la cual es leve, paulatina e imperceptible.
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