VIOLENCIA DISFRASADA DE AMOR

VIOLENCIA DISFRASADA DE AMOR

En nombre del amor se pueden cometer los actos más atroces y deleznables. A través del amor se puede manipular, chantajear y, en el peor de los casos, ejercer una violencia que suele ser invisible, pero a veces las consecuencias son fatales.

La violencia que suele estar disfrazada de amor es casi imperceptible. Las señales de maltrato no son fácil de observar por una gran parte de adolescentes, puesto que muchas veces se confunden con muestras afectivas pero que en realidad ocultan conductas para ejercer control basado en la desigualdad entre los sexos.

Entre los arquetipos y la realidad existe una línea muy delgada. Cuántas veces hemos escuchado el clásico “quien bien te quiere te hará llorar”; masoquismos aparte, esa sentencia augura, presagia, una vida llena de maltratos físicos y psicológicos, sustentados en un aparente y sospechoso amor. Esa sentencia, por otro lado, intenta justificar, generar una aceptación social de algo inaceptable.

Y a todo esto, cómo es que se puede identificar si en una relación de noviazgo adolescente (aunque se produce a cualquier edad) se presentan actos de violencia. Pues lo primero es saber que en cualquier relación amorosa lo primero es que exista un ambiente de gran confianza y de libertad, si hay algo que te indica que no te sientes totalmente libre o si tu pareja no te permite actuar con libertad en todos los actos cotidianos de tu vida, puede estarse desarrollando algún tipo de violencia. Las acciones más comunes son: Que tu pareja sienta celos de tus compañeros de la escuela, de tu trabajo o de tus familiares. Generalmente insiste en averiguar con quién saliste, a dónde fuiste, qué hiciste, de qué hablaron, en dónde estuvieron, qué hicieron, etc. Eso podría parecer que muestra un interés verdadero por lo que haces, pero no, en realidad empieza a controlar tu vida, sin que te des cuenta, te pide explicaciones de todo para, luego, comenzar con las escenitas de celos, los “panchos”, los enojos, el silencio…

El silencio es un hielo que quema el alma. No sabes qué sucede, qué está mal, que pasó. El silencio castiga, es una muestra de poder y de control. En otras ocasiones te “sugiere” dietas para adelgazar, hace comentarios con respecto de tu físico y tu peso. La finalidad no es otra sino de que tu autoestima se vaya a la baja. Si es el caso que tu autoestima suele tambalearse con cualquier cosa, esas expresiones terminan por derrumbar el escaso cimiento que te empeñabas en construir.

Después viene lo peor, el maltrato físico. Sin embargo, no suele llegar de golpe, se trata de una estrategia cuidados que comienza con una “nalgadita”, un empujoncito, un manazo, como jugando, entre risas y veras. Más tarde, el enojo, la irritación lo llevarán a cometer actos agresivos en donde los golpes sean, ahora sí, una verdadera muestra del ejercicio de su poder.

También suele entrar a tu vida personal y se siente con el derecho de esculcar tu bolso, revisar

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