Varones Antipatriarcales

A lo largo de la historia la sociedad se ha estructurado jerárquicamente. Una de las organizaciones más estables a través de los siglos es la del patriarcado, donde el varón es quien tiene autoridad por sobre la mujer. Como queda definido en la propia etimología de la palabra, es un “gobierno o mando del padre”. En las familias, unidades básicas de este orden social, el varón ejerce esta autoridad como jefe, dueño del patrimonio que conforman: los hijos, la esposa, los esclavos (en otra época) y los bienes.

La historiadora feminista Gerda Lerner (1986), lo ha definido en sentido amplio, como:

“la manifestación e institucionalización del dominio masculino sobre las mujeres y niños/as de la familia y la ampliación de ese dominio sobre las mujeres en la sociedad en general”

En sus estudios historiográficos manifiesta que ya “en la sociedad mesopotámica, como en otras partes, el dominio patriarcal sobre la familia adoptó multiplicidad de formas: la autoridad absoluta del hombre sobre los niños, la autoridad sobre la esposa y el concubinato”. El patriarcado puede rastrearse entonces en sociedades como la Mesopotámica, que data de entre los años 6.000 y 3.000 A.C.

Como dice María Milagros Rivera Garretas, el patriarcado se sostiene en las relaciones sociales del parentesco y en dos instituciones fundamentales para las mujeres: la heterosexualidad obligatoria y el contrato sexual. La heterosexualidad obligatoria es necesaria para continuar el patriarcado, expresa la obligatoriedad de la convivencia entre varones y mujeres.

Con el patriarcado han surgido movimientos de mujeres, feministas, que buscaron hacerse valer y contar con los mismos derechos que los hombres. Olympe de Gouges, ante una Revolución Francesa que prometía “libertad, igualdad y fraternidad”, escribió la “Declaración de Derechos de la Mujer y la Ciudadanía”; acto que le valió la guillotina. No tuvo en cuenta que los derechos que prometía hacer valer la Revolución, consideraban solo a los varones: europeos, propietarios, heterosexuales y blancos. En el siglo XX, por los años 60’, el movimiento feminista buscó explicar la situación de opresión y dominación de las mujeres y posibilitar la liberación.

En el año 2009, en la ciudad de La Plata, surgió el Colectivo de Varones Antipatriarcales. A la militancia feminista que busca ser reconocida, se le suma un grupo de varones que luchan también por la igualdad. Quienes se encuentran en una posición socialmente favorable, por su condición masculina, combaten de manera activa y agrupada esta desigualdad instituida.

El Colectivo, además de abogar por la igualdad, pone en crisis el modelo hegemónico de masculinidad. La búsqueda es interna de alguna manera, hombres que piensan y cuestionan su rol social. No solo combaten contra la violencia material de los abusos sexuales o los feminicidios, sino

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