NARRATIVA KATHERINE «CARTA DE PRESENTACIÓN»
irmaroxg10Documentos de Investigación24 de Febrero de 2019
7.192 Palabras (29 Páginas)287 Visitas
Cara A Cara
NARRATIVA KATHERINE «CARTA DE PRESENTACIÓN»
Mi pasado fue todo un infierno no puedo dar la cara y decir que soy feliz, Me quiero morir de cualquier manera no quiero vivir, lo peor de todo es este maldito encierro que me está volviendo loca, lo único que hace mi existencia en este mundo es que fui destinada a ser leyenda, a ser una criminal, a vivir casi toda mi vida en encierros, en un internado, Sólo puedo decir que vivo con dolor, sufrimientos, MIEDOS…
La única persona por la que daría mi vida, entregó la suya para salvarme, mi hermana, mi protectora, mi heroína, VANESSA… No puedo explicar ¿Cómo? O ¿Porqué? Puedo verla, sentirla y me temo que no me dejara hasta que encuentre la felicidad, si es que existe…
Mi vida se convirtió en una pesadilla el día que mi cuerpo y alma abandonaron mi mente. Soy una asesina o lo que se le parezca, soy un monstruo lo peor del mundo.
Lograron mi libertad con intención de que olvidará y es lo que menos hice. No puedo controlarme soy muy impulsiva y con tanto odio, rencor y sin una sola gota de remordimiento. Sólo tengo una meta, un sueño ¿Qué? Encontrar a mi madre y a todas las personas que me lastimaron, les haré pagar cada golpe, cada grito, cada insulto, hasta lo más mínimo ¿Por qué? No sólo me lastimar físico y mentalmente, arruinaron mi vida y nadie hizo justicia porque pensaron que la mala fui yo, pase 15 años en un psiquiátrico por defender la vida de mi hermana y ni eso salió a flote ¡MALDICIÓN! Creyeron que yo la mate, como podría si era la única persona que cuidaba de mi ¡Entonces! Ahora es mi turno de arruinar sus vidas…
Atte. Katherine Miller
Irma Garabito.
El odio, el rencor y las lágrimas de tristeza O el amor, la pasión y las ganas de volver a nacer. Ella es Katherine, una niña asustada, una mujer asesina, una víctima de la vida…
Es una víctima de la vida pero su pasado no la dejara vivir.
Tendrá que enfrentar a la víctima y a la asesina al mismo tiempo.
Viendo así Cara A Cara ambas vidas.
Una buena y una mala.
… Comienzo…
¡Ella! Elizabeth Gutiérrez, abogada, defensora, mi protectora podría decirse, 25 años, Venezolana y con una carrera impecable lástima que tan joven quiso caer en la perdición para mi gusto se arriesgo demasiado. Una chica muy linda, cabello claro, ojos claros, piel clara y con talento de sobra pero su ingenuidad es su mayor problema, siempre está sonriendo como si la vida sólo fuera solo de colores y la entiendo, ella sólo intenta salvar una vida ¡LA MÍA!
- Esta segura abogada? De lo que intenta hacer. -Le pregunta la persona que me ha vuelto más loca de lo que ya estoy «La psiquiátrica»
- ¡Si! Quiero darle la oportunidad de vivir de nuevo, 15 años lleva aquí metida de verdad me interesa, quiero conocerla mejor, se que puedo cambiarla.
Esta doctora o psiquiátrica como le digan era una imbécil desde el primer día que toque este sitio me odio repentinamente, era como si le hubiera hecho algo, como si ya me conociera, nunca tomaba nada serio para ella todo era un chiste, tengo suerte porque su última sonrisa… La vi yo.
- No se lo recomiendo licenciada está chica va a ser su perdición – Soltó una risa sarcástica (Maldita)
- ¡Lo se! ¿Pero le digo algo? Mi carrera es difícil ¿Por qué? A veces hay que tomar riesgos, no sólo profesionalmente y lo que menos necesito es que alguien insoportablemente me diga lo que mi madre nunca hizo, impedirme algo o peor aún decirme lo que no tengo que hacer ¿Sabe porque?, Porque soy una persona arriesgada. Me gustan los retos, se bien donde estoy parada y los riesgos que estoy tomando, así que gracias de todos modos. Ahora por favor abra la puerta.
Okey yo le aplaudo porque en toda mi vida sólo ella habla así con tanta seguridad, la enviaría si tan sólo en este momento supiera lo que eso significa pero bueno aquí comienza todo… Aquí empieza todo… Aquí empiezo yo.
Katherine Miller
Un extraño sonido atravesaba mi puerta, el típico ruido de la cerradura, ya vamos con lo peculiar de todas las semanas la visita de Elizabeth Gutiérrez…
Vanessa Rodríguez, una chica de cabello oscuro, tez morena, ojos grises, una niña bonita con lentes, pecas y una mente brillante ¡Mi hermana!, se preguntarán ¿Por qué si es su hermana tienen apellidos diferentes?, Bueno es mayor que yo por lo que fue representada sólo por nuestra madre, en cambio yo fui presentada por mi primera víctima ¡Mi padre! Vanessa tendría unos 25 años ¡Pero! Por un pequeño incidente sólo llegó a los 14, Fue asesinada y toda su vida al igual que la mía fue una tortura por culpa de vuestra madre “ Camila Laurent Rodríguez”
- Que están haciendo? – Pregunte a mi misma porque ya que las ventanas comenzaron a abrirse y eso nunca había pasado.
¡Pero! En este justo instante sentí su fría y sensible mano tocar mi hombro, gire a verla y era ella la única persona que ha estado conmigo desde aquel oscuro día, mi hermana, mi heroína.
- ¡Eso! Hermanita mía es el sonido de tu libertad.
Mi corazón se aceleró y no claramente de Felicidad, gota tras gota de sudor corrían por mi frente, mi lengua se enredó y me costaba hilar palabras y como ¿No? Están a punto de desatar mi peor pesadilla.
- Nnoo, ¿Qué estás diciendo?
Mire todo a mi alrededor y ya no estaba se había ido ¡De nuevo!. Tiré mi cuerpo de rodillas al piso - ¿Dónde estás?, ¿Por qué te fuiste? , no me dejes sola – Puse mi cabeza en alto al escuchar su tierna y hermosa voz, tenía un acento bastante peculiar, uno que jamás había vuelto a escuchar, el mismo acento que transmitía Vanessa, la misma sensación de que si estaba viva.
- Hola Katherine, soy Elizabeth me recuerdas? – Asentí con la cabeza – Que haces hay? Levántate. – Tomó mis manos y me levantó - Vengo a cumplir lo prometido, voy a sacarte de aquí.
Mis ojos se abrieron como platos, inmediatamente solté la mano que me sostenía, mi garganta se apretaba cada vez más y podía respirar con gran dificultad ¿Qué demonios está pasando?.
- Nnoo puedo irme de aquí.
Ella tomó mi rostro, colocando ambas manos sobre mis mejillas, manos suaves, manos limpias, manos inocentes.
- No te preocupes nena todo va a salir bien, voy a enseñarte lo lindo de este mundo te lo juro.
Preste atención a sus ojos eran color miel, bastante brillantes, casi podrían hipnotizar, pero escuché una voz ronca, bastante gruesa que interrumpió mis pensamientos.
- ¡Katherine! Se que no nos llevamos muy bien.
Obvio que no nos llevamos bien ella quiere que dure toda mi vida aquí encerrada y yo sólo quiero atravesar le un cuchillo por la garganta ¿Quién se lleva bien así? ¡Nadie!
- Si todo sale bien te quedarás con ella ¡Pero! Si ocurre un solo error te regresó a tu pequeña casa de niña buena ¡Entendido!
Pude sentir como la mirada de Elizabeth se transformó en pocos segundos parece que quería matarla con los ojos.
- Como se atreve a hablarle así la va a asustar más ¿Qué tipo de personas mantienen este psiquiátrico? – Su voz subió de tono y gritó – POR DIOS.
Tomó mi muñeca con su mano izquierda y con la derecha presionó mi espalda llevándome así a la salida. Era un pasillo largo en todo sentido, era igual con cada pasó, sin ventanas parece que sólo las habitaciones tenían y las puertas eran grandes y blancas, habían cientos de ellas.
Terminando el pasillo había una gran luz iluminando mis ojos. Ella lo llamo “Sol", Mis ojos se cerraron completamente que luz tan fastidiosa, ella colocó sobre mi cara algo plástico color negro que me mostraba todo con menos intensidad de luz. «Lentes»
- Katherine ya puedes abrir los ojos.
Hay estaba ella justo al frente con una gran sonrisa, nunca entenderé porque cada vez que su mirada se encontraba con la mía mi mente quedaba en blanco y mi corazón latía más fuerte con tantas ganas que exageradamente salía de mi pecho. Al ver mi alrededor comencé a contemplar algo que evidentemente no imagine ¡La ciudad! Era tan extraño, tan grande y a la vez tan pequeño.
- Katherine – La interrumpo.
- No me digas Katherine, odio mi nombre me trae pensamientos malos.
Noto como su voz incrementa un sonido molesto ¡La risa! Lo cual me desagrada bastante.
- ¿Por qué se ríe?.
- ¡Kat! – Seguía riendo – ¿Te gusta ese apodo? Y mira me río porque dijiste “Pensamientos malos" y se dice “Malos pensamientos” Después mejoramos tu forma de hablar ¿Vale?
- Bien – Respondí bruscamente no me simpatizo para nada.
Escuché un sonido fuerte acercarse y delante de ella se detuvo un auto del cual bajo un hombre un poco alto, piel clara, ojos oscuros, cabello castaño, con un rostro bastante lindo la verdad. Camino hacia ella y juntaron sus labios en un “Beso" Que asco. Me miraba intensamente, podría decir que me estaba devorando con los ojos, me disgustaba demasiado para ser real.
...