Autobiografia

Mi nombre es Laura Milena Quiroz Blanco nací el 5 de agosto de 1994 tengo 17 años; me considero una mujer amable, responsable, cariñosa, sensible y con una visión de mundo y expectativas definidas. Me gusta mucho bailar, nadar y jugar futbol. Tengo defectos y fallas como todas las personas que estoy dispuesta a enfrentar para desarrollar mi propia personalidad. Durante toda mi infancia tuve el privilegio de contar con el apoyo moral y afectivo de mis padres (Ana blanco y nayib Quiroz), ellos fueron forjadores de mi como hija y persona; hoy siguen siendo proveedores de las herramientas con las que exitosamente enfrento muchos de los retos que la sociedad me exige.

Mis logros personales y académicos han sido gestados por la forma en que he empleado los instrumentos aportados por la universidad de la vida en mi crecimiento y formación integral; esto también ha servido como plataforma en mi autodesarrollo. Mis experiencias en las aulas de clases fueron de una distintiva profusión de valores que resulto muy grato en mi vida personal, el constante interés por sobresalir, los decididos reconocimientos y el amor por cada uno de los miembros de mi entorno familiar me permitió materializar y trazar metas que hoy considero esenciales.

• Fortalezas: suelo ser muy dedicada en lo que hago, jamás me rindo, enfrento mis problemas con valor, soy segura de mi misma.

• Debilidades: tiendo a ser perfeccionista e impaciente, le tengo miedo al fracaso.

Pienso que las experiencias contribuyen al desarrollo del ser humano y a su progreso, éstas se encuentran en problemas que no resolvemos, en situaciones tristes o felices, en momentos inolvidables, o simplemente en ambientes cotidianos que de una u otra forma son significativos para el hombre. Lo más recordado e impactante en mi vida fue el día que ingrese a la universidad puesto que sentí dar un paso lento pero seguro hacia mis mayores objetivos, sin embargo, tuve una agradable sorpresa al encontrar personas únicas y autenticas que me recibieron en su vida y que hoy por hoy me enseñan el verdadero valor de la amistad, con las que he pasado minutos gigantescos de felicidad y con las que entendí que la vida no se mide en tiempo sino que en calidad de respiros profundos que nos dejan sin suspirar. Gracias Andrés, por callar mis penas y celebrar mis triunfos, gracias Dayana por tu ayuda en todo momento, gracias Germán por sacarme una sonrisa siempre, y a ti Cristian por tu derroche de ternura, por tu compañía incondicional, por llegar a mi vida en el momento indicado.

Las personas que han tenido mayor influencia en mi vida son los integrantes de mi familia, mis padres, hermanos, tíos, abuelos, primos, pues han apoyado mis decisiones y han logrado equilibrar realidades afligidas con instantes maravillosos, ellos me han guiado por excelentes caminos y aunque también han tenido errores son dignos

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