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Autobiografía


Enviado por   •  2 de Julio de 2013  •  2.006 Palabras (9 Páginas)  •  208 Visitas

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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA VERACRUZANA

Sede: Orizaba, Veracruz

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN BÁSICA

Primer semestre

Modulo 2:

Laboratorio de metodología de la educación básica. Lenguaje y comunicación.

10 de marzo del 2013

“La escritura es quizás el mayor de los inventos

humanos, un invento que une personas, ciudadanos de épocas distantes que nunca se conocieron entre sí”

Carl Sagan

Desarrollo:

Acercamientos a la escritura personal:

Uno de mis primeros acercamientos a la escritura personal en mi educación primaria fueron creaciones sobre lo que había ocurrido en las vacaciones. Las cuales encargaban la mayoría de las maestras, de regreso a clases. Estos me gustaba hacerlos porque no se calificaban de una manera estricta, sino que daban libertad de escribir lo que cada quien había vivido. También me gustaba hacerlos porque podía expresar mis intereses, experiencias, gustos y disgustos, así como una propuesta de que otras cosas me hubieran gustado hacer.

Como mencioné, no se calificaba de una manera tan formal como la coherencia, tal vez por la falta de tiempo y porque se le tenían que dar prioridad a contenidos ya programados. Solamente se veía y se hacían anotaciones sobre la limpieza, ortografía y gramática. A lo que todos nos enfocábamos y se dejaban de tarea planas de palabras para corregir esos errores.

Debo decir que me gustaba mucho realizar este tipo de trabajos, ya que no fui una alumna que participara de manera oral con frecuencia, por eso, estos tipos de expresión por ser escrita me gustaban aun más. Lo que me daba temor era compartirlo por el hecho de pensar que no estuvieran correctos.

Al igual en mis primeros años, escribí diarios personales, los cuales me empezaron a interesar porque así expresaba lo que iba viviendo día a día. Mis gustos, alegrías, miedos, enojos, intereses y demás cosas. Era un diario al que yo sólo podía ver, lo cual me llenaba de entusiasmo el pensar que al caer la noche podría escribir sobre lo que había acontecido en el día y sobre cómo me gustaría que fuera el siguiente.

En el transcurso de los años de mi escolaridad, casi no tuve que escribir textos míos, realmente se le dio muy poca importancia a la redacción. Además que por iniciativa propia sinceramente no lo hice, creo que aquí cuenta mucho la preocupación en cuanto a que mis escritos estén bien, ya que ese era mi principal temor al hacer un trabajo.

En la educación preparatoria lleve un taller de lectura y redacción, el cual solo se enfocaba a leer y comentar sobre los libros que leíamos. Y además a hacer interminables actividades en la libreta de investigación se autores dedicando muy poco tiempo a la redacción, la cual ahora que estoy en el papel del maestro veo que no es una tarea fácil, ya que implica múltiples revisiones de borradores.

Creo que los ensayos son primordiales en la educación inicial, ya que forman al alumno para posteriores redacciones, pero yo nunca tuve la necesidad ni obligación de escribir alguno. Lo tuve que hacer tiempo después, ya en la licenciatura, lo que implico un gran esfuerzo porque no tenía los parámetros ni la práctica para llevar a cabo uno. Lo que dificultaba y reflejaba resultados esperados y presentidos por mí.

Sobre los textos que he escrito a lo largo de mi vida personal, y sin ningún fin para la escuela puedo situar autobiografías y diarios que desde pequeña me llamaron la atención, ya que en este expresaba lo que me pasaba en el día, y de lo que me ocurría plasmaba mis emociones, sentimientos y la manera en que veía el mundo exterior.

En mi vida profesional, algo que me ayudó mucho a impulsar mi redacción, fue que antes de iniciar la escritura de mí documento recepcional, lleve un diario de campo en el cual iba anotando las vivencias del día y la manera en que se podía mejorar el trabajo con los niños. Aquí se dedicaba un tiempo a leerlo y entre todos dábamos comentarios sobre el trabajo del compañero, lo cual me sirvió para ejercitar mi escritura.

Sobre cómo han cambiado mis escritos desde que era estudiante a maestra, no variaron mucho, ya que no dedique un tiempo a redactar, por lo que no busque parámetros para lograr hacerla eficiente. Después al entrar a la MEB, creo que han mejorado, ya que se ha dedicado un tiempo al análisis de los escritos de forma crítica y se ha retroalimentado para que se produzcan trabajos mejorados.

En este momento, me gustaría escribir sobre mi misma práctica docente, analizar los problemas que se viven en el aula y que representan retos. Para dar solución a estos y que los demás compañeros docentes se puedan enriquecer con esto. En cuanto a mi concepción de las prácticas de escritura entiendo que es lo que se enseña sobre ellas y los requerimientos en el uso efectivo.

De acuerdo a mis experiencias de escritura, tengo por recuerdos solo resúmenes, elaboración de pequeños y muy poco frecuentes ensayos. De esto cuando los realizaba no se hacia una revisión formal del texto, en el cual me pudieran decir mis aciertos y mis debilidades para poder corregirlas. Solo estuvo presente siempre el bueno uso de la ortografía.

Ahora, como docente considero que no debe haber una distancia entre lo que se enseña y su función efectiva. Creo que mi intervención docente debe ser formadora participando con mis alumnos a manera de guía y corrección de sus textos. Diciéndoles que se trata de un proceso y como tal se debe seguir una estructura. Que se tenga un objetivo a la hora de escribir y este se cree en un entorno que integre la escritura en las actividades habituales y lo que creo que es importante, programar escritos que vayan aumentando su complejidad hasta la aproximación de otros más formales.

Análisis de mi posicionamiento ante el hacer escribir a otros y de mi función como maestra de contenidos del campo formativo lenguaje y comunicación.

En el tiempo de experiencia docente, puedo decir que he propiciado pocos momentos para que los niños desarrollen su expresión escrita. Por diversos motivos y por anteponer otras cuestiones como los aprendizajes esperados de cada asignatura. Lo cual debo cambiar, ya que como maestra tengo que favorecer esta competencia, la cual, supone un esfuerzo intelectual que consta de varias etapas, que no se concluyen en la escuela primaria, sino que se continúan en el siguiente nivel.

Ahora, con el nuevo programa se dan múltiples excusas para el favorecimiento de esta expresión, la que debe llevar planeación, realización y evaluación. Lo cual no es una tarea sencilla, sino que implica un gran compromiso de mí, al estar frente a grupo. En los proyectos de español, se proponen varios productos, los cuales tienen como finalidad la producción de un trabajo escrito, lo cual tengo que adecuar y buscar momentos para que ellos se sientan atraídos al momento de escribir.

Como facilitadora del campo lenguaje y comunicación, tengo una gran responsabilidad de fomentar en ellos una capacidad comunicativa. El que ellos puedan interactuar con otros de manera oral y escrita supone un esfuerzo que no se debe quedar solo en el aula, sino traspasar mas allá, el comunicar a otros lo que se está realizando es una tarea que tengo que hacer todos los días, lo cual en ocasiones dejo de lado.

Además, de esta manera, al hacer que ellos comuniquen lo que van adquiriendo los hace pensar en la funcionalidad de lo que han realizado. El estar en una escuela compartiendo con otros su aprendizaje, es como un ensayo ante la vida, donde van a expresar sus sentimientos, inquietudes y emociones. La asignatura de español es claramente social, la cual tengo que trabajar función de su finalidad que es comunicativa, dándole prioridad a la escritura, oralidad y su comunicación.

Plan de escritura personal:

Como dice Cassany sobre las prácticas letradas: Cada de las prácticas usa artefactos distintos, que encontramos en contextos alejados y que permiten alcanzar finalidades diversas. En cada una de esas prácticas manejamos lenguajes diferentes, de modo distinto; tratamos con textos, vocabularios y estructuras retóricas distintas, que leemos y comprendemos de manera particular en cada caso.

Creo que me falta aun mucho para convertirme en una productora de buenos textos, sinceramente se me ha hecho difícil el escribir, claramente porque no he tenido continuidad en esta parte. Por eso me he propuesto estos pasos para alcanzar con éxito mis objetivos:

• Lectura de textos relacionados a la educación:

El leer en gran medida me ayudara a tener referencias que le den soporte a mis trabajos la práctica de la lectura desarrollara en mí, mi capacidad de producción de textos.

• Lectura de textos diversos: periódicos, diarios, revistas.

• Planteando problemas: como dice Castedo, esta situación genera la necesidad de coordinar o resignificar conocimientos anteriores construir nuevos y desarrollar estrategias.

Conclusiones:

Como profesora del campo de lenguaje y comunicación, tengo la enorme tarea de lograr desarrollar en los niños sus capacidades comunicativas. Como lo es la escritura y la lectura, lo cual no es una tarea sencilla, sino que requiere de constancia y esfuerzo. Así como un gran compromiso de mi parte a la hora de buscar los momentos adecuados en mi planeación que propicien en ellos lectores y escritores competentes.

En la realización de este trabajo recapacite sobre los pocos momentos en los que propicio una lectura eficiente. Realmente en ocasiones no doy el tiempo ni espacio para que ellos lean de manera critica un texto. Sino que solo me enfoco en la velocidad y aspectos que se califican para la cartilla.

Como maestra, debo hacer en ellos alumnos que capaces de leer de manera reflexiva los textos que se les presenten con diversos fines. El socializar dentro del aula lo que han leído contribuirá a que de manera significativa dialoguen sobre contextos de interacción. La escritura supone un gran esfuerzo intelectual a la hora de plasmar ideas concretas, no solo para los niños sino también para los adultos que no estamos acostumbrados a hacer escritos con frecuencia. Es por eso que en mi papel de guía, tengo que buscar las formas adecuadas para que ellos continúen su escritura de manera creativa.

El que ellos comiencen a escribir con diferentes propósitos, es un reto. Que a veces no propicio en ellos, para esto tengo que estar consciente que el centro del aprendizaje es el alumno y que ellos son los constructores de su propio aprendizaje, no es fácil ser orientador en las prácticas letradas, debido a la gran cantidad de aprendizajes inmersos en un programa que se tiene que cumplir.

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