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Bibliográficas


Enviado por   •  19 de Septiembre de 2013  •  3.492 Palabras (14 Páginas)  •  199 Visitas

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Gerardo Diego

(Santander, 1896 - Madrid, 1987) Poeta español considerado una de las figuras más representativas de la Generación del 27, a la que agrupó por primera vez en una célebre antología y que encabezó el redescubrimiento de Góngora.

Profesor de literatura y de música, inició su andadura poética con El romancero de la novia (1920), que denotaba cierta influencia de Juan Ramón Jiménez y su aprecio por las formas tradicionales. Después de una breve estancia en París, donde hizo amistad con Vicente Huidobro y conoció la pintura cubista, reveló su permeabilidad a las corrientes vanguardistas, como el creacionismo, en versos de gran musicalidad.

Gerardo Diego en una imagen de 1979

Frutos inmediatos de esta experiencia fueron Imagen (1922) y Manual de espuma (1924), libro este último en el que fusiona al modo cubista dos o tres temas en el mismo poema, el cual a su vez actúa como agente creador de las imágenes. Desde entonces alternó ambas vertientes hasta el punto de hacer de esta alternancia una de las características de su creación lírica.

De aquí que no pueda analizarse su obra por etapas cronológicas sino a través del reconocimiento de esas dos vías paralelas representadas, según su propia enunciación, por la "poesía relativa", sostenida por la realidad perceptible, y la "poesía absoluta", sustentada en la misma palabra poética y muy secundariamente en la realidad evidente.

En este sentido, la primera se apoyó en las formas tradicionales, y la segunda, en las vanguardistas. Críticos como Manuel Cossío, Eugenio de Nora o Dámaso Alonso consideraron a su vez que la conjugación de ambas tendencias lo movió a revitalizar formas estróficas tradicionales con contenidos vanguardistas y a mostrar una gran diversidad de emociones como fundamento de un riguroso sistema poético. A ello contribuyó asimismo el dominio del lenguaje, una intuitiva aplicación de los recursos técnicos y expresivos, y un consciente desapego por el tono trascendentalista.

• . Sonidos y perfumes, Claudio Aquiles,

giran al aire de la noche hermosa.

Tú sabes dónde yerra un son de rosa,

una fragancia rara de añafiles

con sordina, de crótalos sutiles

y luna de guitarras. Perezosa

tu orquesta, mariposa a mariposa,

hasta noventa te abren sus atriles.

Iberia, Andalucía, España en sueños,

lentas Granadas, frágiles Sevillas,

Giraldas tres por ocho, altas Comares.

Y metales en flor, celestes leños

elevan al nivel de las mejillas

lágrimas de claveles y azahares.

• Porque se llama Manuel

y Machado se apellida,

en su verso Muerte y Vida

juegan partida y nivel.

¿Quién vence? Tablas. Y él,

banderillero de Apolo,

supo, cantó y está solo:

ese poeta chapado

que se apellida Machado

y le llamaban Manolo

• El vals llora en mi ojal

Silencio

En mi hombro se ha posado el sueño

y es del mismo temblor que sus cabellos

• También la piedra, si hay estrellas, vuela.

Sobre la noche biselada y fría

creced, mellizos lirios de osadía;

creced, pujad, torres de Compostela.

Campo de estrellas vuestra frente anhela,

silenciosas maestras de porfía.

En mi pecho —ay, amor— mi fantasía

torres más altas labra. El alma vela.

Y ella —tú— aquí, conmigo, aunque no alcanzas

con tus dedos mis torres de esperanzas

como yo estas de piedra con los míos,

contempla entre mis torres las estrellas,

no estas de otoño, bórralas; aquellas

de nuestro agosto ardiendo en sueños fríos.

Nada más

Dejar la cabeza

sobre la mesilla

Y dormir con el sueño de Holofernes

Gabriela Mistral

(Seudónimo literario de Lucilia Godoy; Vicuña, Chile, 1889 - Nueva York, 1957) Poetisa y educadora chilena. Hija de un maestro de escuela, con dieciséis años Gabriela Mistral decidió dedicarse ella también a la enseñanza; trabajó como profesora de secundaria en su país y como directora de escuela.

Gabriela Mistral se dio a conocer en los Juegos Florales de Chile en 1914 con el libro de poemas Los sonetos de la muerte, nacidos del dolor causado por el suicidio de su prometido, el empleado ferroviario Romelio Ureta, a quien había conocido en 1906. Estos sonetos fueron incorporados en 1922 a una colección más amplia de sus versos realizada por el Instituto Hispánico de Nueva York bajo el título de Desolación.

Gabriela Mistral

Ese mismo año dejó Chile para trasladarse a México, a petición del gobierno de este país, con el fin de que colaborara en la reforma de la educación iniciada por Vasconcelos. En México, Gabriela Mistral fundó la escuela que lleva su nombre y colaboró en la organización de varias bibliotecas públicas,

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