Cipriano Castro
martacarolina3 de Marzo de 2013
648 Palabras (3 Páginas)489 Visitas
Nace el 12 de octubre de 1858 en tachira
Su esposa Zoila Rosa Martínez
Militar y político. Jefe del Poder Ejecutivo y Presidente de la República por un bojote de años. Nacido en el interior del país. Clase baja, tirando a baja. Criado en un hogar que fundamenta la salida del piso de tierra y matas de cambur en el patio a punta de educación y grados. Recibe educación en institutos cercanos a su residencia. Prosigue su formación tomando por asalto la Capital, donde descubre su amor por las armas y los uniformes militares.Deja a un lado otras actividades donde creyó que podía ser exitoso, pero su misión como libertador del nuevo siglo lo hace retomar el camino de la gloria. Lee solo solapas de libros, escucha, conspira. Habla mal de los gobiernos, se aprovecha de los privilegios de formarse para ser militar. Fue monaguillo, vendedor de dulces, coleador, machetero, jinete y hasta conuquero. Más adelante le mete a la ingeniería, al petróleo, a las matemáticas, a la economía, a la teología, a la medicina. No obstante, se queda con la política. Después de muchas madrugadas, intenta tomar el poder por las armas. Invade Caracas acompañado de un buen número de reclutas que, según dijeron después, no sabían su misión. Va preso, pero se niega a iniciar juicio. Se respeta su decisión. Sale airoso. Recibe el perdón de las mismas personas a quienes intentará destruir años después. Se hizo buena fama de mujeriego, bebedor, fumador, trasnochador, hablador, manipulador, embustero y hasta machito de ocasión. Toma el poder luego de una muy breve carrera política pública y pronto inició el más rápido proceso de destrucción de un país que conozca la historia. Le buscó líos desde a la Iglesia hasta las más grandes naciones del mundo. Buscó guerra, pero siempre a punta de papila y saliva. Bautizó su mandato como revolucionario, aunque en verdad fue un festín de corrupción y privilegios para una cúpula. Se lanza sin contemplaciones a liderar una dictadura en la que un grupito de viejos compañeros de montoneras destacan por su hambre de plata y excelente organización de mafias y carteles. Expropia y confisca todo lo que le huela a imperio. Mete en prisión, con juicios amañados, solo apoyado en jueces de poca estatura y facilidades de pago. También usó la expulsión del país, la inhabilitación o la persecución, para deshacerse de sus adversarios. Lideró uno de los gobiernos más corruptos de la historia. Debido a su salud, minada por toda clase de excesos, viaja al exterior, desconfiando de la medicina de su país. Deja a un presidente encargado, después de una gloriosa despedida. Nunca regresó. La gran fiesta de bienvenida quedó pendiente. Por si no lo saben, hablamos de Cipriano Castro ”El Cabito”.
Cipriano Castro, el hombre que una vez dijo que él no tenía en su ejército a caraqueños porque no tenían bolas y que un andino valía por 15 caraqueños, gobernó al país entre 1899 y 1908.
En 1907, Cipriano Castro “el cabito”, comienza a padecer de una infección del tracto urinario producto que los gases intestinales salían por su pene (tenía una conexión anormal de la vejiga con el intestino). Los doctores José Rafael Revenga y el Dr. Pablo Acosta Ortiz intentaron operarlo pero en la operación tiene un paro respiratorio, cuando Revenga dijo: “se nos va”, los guardias apuntaron a los cirujanos y dijeron: “si se va mi General, ustedes se van también”, así que los cirujanos abortaron la operación.
Muy enfermo, el Cabito viaja al exterior para buscar la salud y deja encargado de la Presidencia a su compadre, amigo del alma, tachirense como él y mano derecho: juan Vicente Gómez.
La historia del país cambiará, su compadre no lo deja entrar más al país, le da un golpe de estado y gobernará a Venezuela por
...