El mensaje del evangelio

Análisis

Una vez analizado el tema estudiado, englobando todos los puntos tratados en el mismo hemos concluido que el mensaje del evangelio esta por encima de cualquier doctrina enseñada dentro de un salón clase, va mas allá de una idea ocurrente, y de una simple información transmitida, esto nos indica simplemente que aun cuando tengamos un conocimiento de alto nivel pero no tuvimos el soplo del Espíritu Santo en nuestras vidas donde se nos añadió la revelación y la sabiduría, todo lo demás sustentado queda sin completo sentido, ya que conocimiento sin revelación es igual al fracaso.

En este mismo orden de ideas pudimos aprender que la practica real y personal del evangelio es lo que nos va a llevar a un nivel de madurez cada día mas perfecto, gracias a los procesos que en el mismo pasamos, de igual manera necesariamente para ser lideres exitosos tenemos que trabajar con el espíritu santo en su propia manifestación de revelación y sabiduría para y así lograr obtener una victoria asegurada conjuntamente con el conocimiento adquirido.

Hemos entendido en este tiempo que las riquezas de nuestra herencia ya se nos fueron otorgadas, no tenemos que esperar una vez que lleguemos al cielo, sino simplemente desde ahora podemos disponer de ellas, entendiendo que Cristo venció al diablo en la cruz y desde ese mismo día lo despojo de todo lo que nos había usurpado, por lo tanto no debemos perder el tiempo rogando y pidiendo algo que ya se nos ha dado, solo debemos tomar el derecho que nos corresponde y darle total utilidad al poder asignado.

Los reyes no piden ni ruegan, gobiernan.

En la palabra podemos ver reflejados que se describen los pulmones de Dios, en un sentido figurado, porque si el soplo aliento de vida en el hombre es porque tiene pulmones, para poder soplar primeramente habría que llenar los pulmones con aire, cada vez que recibimos una palabra revelada por Dios, nuestros pulmones espirituales se llenan de inspiración, oxigenando y revitalizando todo nuestro ser espiritual. Entendiendo mejor esto, podemos determinar que Dios no soplo únicamente aquella vez aliento de vida en Adán, es decir día a día vivimos recibiendo palabra de la revelación de Dios que es un nuevo soplo que va nutriendo y fortaleciendo nuestro espíritu provocando una manifestación gloriosa de la persona de Cristo.

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