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¿Gabriela Mistral fue Feministas?


Enviado por   •  22 de Mayo de 2017  •  Ensayos  •  1.295 Palabras (6 Páginas)  •  259 Visitas

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¿Fue Realmente Gabriela Mistral Feminista?

Gabriela fue siempre una persona muy interesada en luchar por lo que a ella le parecía justo, lo que la llevó a estar muy involucrada en la política y movimientos sociales de la época. Una de las formas que le permitió entrar en el ojo público, pudiendo así compartir todos sus pensamientos e ideas, sin pudor alguno, fue el escribir artículos en su periódico local “La Voz del Elqui”, donde compartió y defendió las causas que le parecían justas, incluso cuando fueran ideas descabelladas para la época, tales como la reforma agraria, la educación, un salario igual entre ambos sexos, pero centrándose grandemente en la empoderación y los derechos de la mujer. Sin embargo, siempre recalcó el no estar involucrada en los movimientos feminista de esos años (comienzos del siglo XX). Entonces, ¿Cómo es que una mujer con un pensamiento tan moderno para la época no formó parte de estos nuevos movimientos feministas que reflejaban, aparentemente, sus mismos ideales?

La respuesta es simple, ella no formaba parte del grupo social que los organizaban, estas eran mujeres, mayormente esposas, de clase social alta que, a su juicio, se alejaban completamente de las realidades sociales, decidiendo ella entonces el luchar sola por causas que en verdad transformasen la sociedad, como lo sería una educación primaria obligatoria para todos, sin importar el estatus o el sexo. Mientras era una maestra rural escribió duros alegatos acerca de los derechos de la mujer, un ejemplo de esto fue en su artículo La Instrucción de la Mujer, donde dice: “¿Por qué asegurar que la mujer no necesita sino una instrucción elemental? Instrúyase a la mujer; no hay nada en ella que le haga ser colocada en un lugar más bajo que el del hombre. Que lleve una dignidad más al corazón por la vida: la dignidad de la ilustración. Que algo más que la virtud le haga acreedora al respeto, a la admiración y al amor. Tendréis en el bello sexo instruido, menos miserables, menos fanáticas y menos mujeres nulas.  Que con todo su poder, la ciencia que el Sol, irradie en su cerebro. Que la ilustración le haga conocer la vileza de la mujer vendida, la mujer depravada. Y le fortalezca para las luchas de la vida. Que pueda llegar a valerse por sí sola y deje de ser aquella creatura que agoniza y miseria, si el padre, el esposo o el hijo no le amparan. ¡Más porvenir para la mujer, más ayuda!”(La voz del Elqui, 1906). Estas palabras demuestran su verdadero sentir, compartido con el de las sufragistas, donde no se encontraba aceptable el tan indigno rol que se le atribuía al sexo femenino en la sociedad, donde se buscaba una sociedad horizontal, que permitiese a todo hombre y mujer desarrollarse plenamente.

Sin embargo, también ella prestó variadas declaraciones que lograron una reacción negativa de parte del grupo anteriormente mencionado, siendo que Mistral apoyaba también los roles patriarcales, femeninos y masculinos, muy marcados, encontrando entonces los trabajos de alto esfuerzo físico y madurez destinados a los hombres y ,aquellos relacionados con los niños, el afecto, la sensibilidad y la familia ,a la mujer; todo esto también demostrado en sus poemas, siendo para ella la maternidad la mayor realización para la mujer ,y consideraba que gran parte de estas luchas por las igualdades laborales atentaban con los quehaceres de formación y crianza que debía realizar el sexo femenino, circunscribiéndolo, directa o indirectamente, al niño en los trabajos y las profesiones( “La participación, cada día más intensa, de las mujeres en las profesiones liberales y en las industriales trae una ventaja: su independencia económica, un bien indiscutible; pero trae también cierto desasimiento del hogar, y, sobre todo, una pérdida lenta del sentido de la maternidad” (Libro para Mujeres, Gabriela M.,1923)), siendo este el punto que más la hizo discrepar con las activistas feministas. Se muestra entonces, que pese a ella luchar por una mayor participación y derechos para la mujer, también dejó muy en claro los roles de ambos sexos, y donde la igualdad debía terminar, tal como lo compartió con el Mercurio el año 1927- “Yo no deseo a la mujer como presidenta de Corte de Justicia, aunque me parece que está muy bien en un Tribunal de Niños. El problema de la justicia superior es el más complejo de aquí abajo; pide una madurez absoluta de la conciencia, una visión panorámica de la pasión humana, que la mujer casi nunca tiene. (Yo diría que jamás tiene). Tampoco la deseo reina a pesar de las Isabeles, porque casi siempre el gobierno de la reina es el de los ministros geniales.”

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