Juan Eudes
lalacamelia4 de Abril de 2013
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Un Hombre que apostó por la misericordia.
Juan Eudes un santo un hombre y un modelo para nuestras vidas, una persona íntegra, amoroso con el prójimo, auxiliador de los pobres, sin importar sus afecciones tanto espirituales y físicos, predicando la misericordia y el desprendimiento de todo lo material, diciéndonos que para llegar a Dios debemos interceder con María Madre de Dios y el espíritu Santo por medio de La Santísima Trinidad, como lo hizo en 1643 en el Día de la Anunciación bajo el nombre de “La Congregación de Jesús y María” en el que María es símbolo místico del amor eterno de Jesús por los hombres.
Encuentro aquí una coherencia radical entre vida concreta y doctrina espiritual, un engranaje perfecto entre la propia experiencia existencial, el apostolado misionero, las fundaciones, la doctrina de la misericordia y la espiritualidad del Corazón de Jesús y María; se puede decir que la misericordia lo hizo misionero y lo motivó a entregar su vida entera a un empeño que constituyó como la espina dorsal de su ministerio: desde 1627 a 1680, año de su muerte, jamás supo lo que fue el descanso. Juan Eudes sería, ante todo y por encima de todo, un sacerdote misionero. También se dejó evangelizar por "los pobres", valga decir, por las prostitutas y los incontables hombres y mujeres que vegetaban en la muerte debido a que nadie les había hablado de la Vida.
Si "un alma vale más que mil mundos", es menester que alguien se dedique a tiempo completo a formar a quienes deben salvarla. Y urgido por tan angustiadas convicciones, se decide a abandonar el Oratorio para fundar su pequeña congregación. Misericordia era mansedumbre, clemencia, paciencia y comprensión frente a la falta del otro, pero sobre todo amor, piedad, generosidad. En resumen, evangelización, celo y misericordia, son las tres dimensiones, fundamentales e interrelacionadas, de su pensamiento y de su acción ministerial entera. En esta perspectiva sitúa el ministerio del misionero.
Bajo la formación cristocéntrica a aquellas personas que aun en nuestros días son juzgadas y señaladas de mala manera por sus trabajos como el de la prostitución ayudándolas a tomar nuevos rumbos en una espiritualidad cristiana de misión. Fundó en sus misiones casas de congregación continuando con su principio evangelizador mostrándoles a las personas el camino verdadero de la espiritualidad, ayudándolos para que sanaran en su espíritu y su cuerpo como cuando sin importar su propia salud atendió a los enfermos de peste, con total desintereses o remuneración, iluminado por el corazón de Jesús y de María quitando toda clase de ataduras, quemando todo aquello que no nos permita ver la realidad de nuestro entorno, transformando todas las situaciones de nuestras vidas devolviéndole su valor como criatura y como hijo de Dios, ensalzándolo y convirtiéndonos en los dueños de nosotros mismos.
La Escuela Francesa de Espiritualidad, que va muy ligada a la doctrina y principios sobresalientes de San Juan Eudes, porque el Cardenal de Bérulle tomo su devoción de Jesús y María de manera “abstracta” es decir, la entrega espiritual de todas las formas para llegar a Dios desde la perspectiva de ponernos en la situación del pecador y como ayudarlo a conllevar su limpieza espiritual haciéndolo reconocer su bajo reconocimiento de sus pecados.
El significado de su historia de salvación, nos dio ejemplo de vida, por eso se asume como ideal de vida que es Dios hecho hombre que vino a mostrarnos el camino de la verdad.
La obra minuto de Dios basada en las doctrinas de la escuela francesa de espiritualidad, está en el aporte misionero espiritual, visualizado en la grandeza de Jesús en su obra creadora.
Sobre la espiritualidad Eudista podemos decir que atrapa todo lo que hemos descuidado por tanto contacto tecnológico y social, donde Jesús toma
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