Juana De Arco
Almajimenez21 de Julio de 2013
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Juana de Arco
Virgen y Mártir
Nombre Jeanne d'Arc
Apodo La doncella de Orleans
Nacimiento 6 de enero de 1412
Domremý,Pavillon royal de la France.svg Reino de Francia
Fallecimiento 30 de mayo de 1431 (19 años)
Ruan,Pavillon royal de la France.svg Reino de Francia
Venerada en Iglesia Católica e Iglesia anglicana.
Beatificación 18 de abril de 1909, Catedral de Notre Dame, por Su Santidad El Papa Pío X
Canonización 16 de mayo de 1920, Basílica de San Pedro, por Su Santidad El Papa Benedicto XV.
Festividad 30 de mayo
Atributos soldado, con la espada y el estandarte real de Francia, acompañada por San Miguel
Patronazgo captivos; Francia; mártires; oponentes de las autoridades de la Iglesia; gente ridiculizada por su piedad; prisioneros; soldados; mujeres voluntarias; telegrafistas; radiofonistas
Firma Firma de Santa Juana de Arco
Escudo de Armas, de Juana de Arco.
Juana de Arco (En francés Jeanne d'Arc) (6 de enero de 1412 – 30 de mayo de 1431),1 también conocida como la Doncella de Orléans (o, en francés, la Pucelle), es una heroína, militar y santa francesa. Su festividad se conmemora el día del aniversario de su muerte, como es tradición en la Iglesia católica, el 30 de mayo.
Trayectoria
Nacida en Domrémy, un pequeño poblado situado en el departamento de los Vosgos en la región de la Lorena, Francia, ya con 17 años encabezó el ejército real francés. Convenció al rey Carlos VII de que expulsara a los ingleses de Francia, y éste le dio autoridad sobre su ejército en el Sitio de Orleans, la batalla de Patay y otros enfrentamientos en 1429 y 1430. Estas campañas revitalizaron la facción de Carlos VII durante la Guerra de los Cien Años y permitieron la coronación del monarca.
Como recompensa, el rey eximió a Domrémy del impuesto anual a la corona. Esta ley se mantuvo en vigor hasta hace aproximadamente cien años. Posteriormente fue capturada por los borgoñones y entregada a los ingleses. Los clérigos la condenaron por herejía y el duque Juan de Bedford la quemó viva en Ruan. La mayoría de los datos sobre su vida se basan en las actas de aquel proceso pero, en cierta forma, están desprovistos de crédito, pues, según diversos testigos presenciales del juicio, fueron sometidos a multitud de correcciones por orden del obispo Cauchon, así como a la introducción de datos falsos. Entre estos testigos estaba el escribano oficial, designado sólo por Cauchon, quien afirma que en ocasiones había secretarios escondidos detrás de las cortinas de la sala esperando instrucciones para borrar o agregar datos a las actas.
Veinticinco años después de su condena, el Rey Carlos VII instigó a la Iglesia a que revisara aquel juicio inquisitorial, dictaminando el Papa Nicolás V la inconveniencia de su reapertura en aquellos momentos, debido a los recientes éxitos militares de Francia sobre Inglaterra y a la posibilidad de que los ingleses lo tomaran, en aquellos delicados momentos, como una afrenta por parte de Roma. Por otro lado, la familia de Juana también reunió las pruebas necesarias para la revisión del juicio y se las envió al Papa, pero éste se negó definitivamente a reabrir el proceso.
A la muerte de Nicolás V, fue elegido papa el español Calixto III (Alfonso de Borja) el 8 de abril de 1456, y fue él quien dispuso que se reabriera el proceso. La inocencia de Juana fue reconocida ese mismo año en un proceso donde hubo numerosos testimonios y se declaró herejes a los jueces que la habían condenado. Finalmente, ya en el siglo XX, en 1909 fue beatificada y posteriormente declarada santa en 1920 por el Papa Benedicto XV. Ese mismo año fue declarada como la santa patrona de Francia.2
Su fama se extendió inmediatamente después de su muerte: fue venerada por la Liga Católica en el siglo XVI y adoptada como símbolo cultural por los círculos patrióticos franceses desde el siglo XIX. Fue igualmente una inspiración para las fuerzas aliadas durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
Popularmente, Juana de Arco es contemplada por muchas personas como una mujer notable: valiente, vigorosa y con una gran fe. Hoy en día es objeto de especial interés en la República de Irlanda, Canadá, Reino Unido y los Estados Unidos. En el movimiento del escultismo es la santa patrona de las guías.
El origen de Juana y el contexto de su tiempo
Su nombre
Firma de Juana.
De acuerdo con los datos recabados en el proceso de Ruan, Juana se hizo llamar siempre «Juana la Doncella». No obstante, como ella misma comentó, «dentro de mi pueblo se me llamaba Jehannette. En Francia, se me llamaba Jehanne desde mi llegada».3
Posteriormente, se le añadiría la palabra «Darc» como apellido, para referirse a ella de forma oficial (la falta de apóstrofo en su versión francesa —d'Arc— se debe a la inexistencia de tal signo en la Edad Media). Arco (arc) proviene del apellido de su padre, Jacques Darc, cuyas raíces familiares estaban posiblemente en dos pueblos, Arc-en-Barrois o Art-sur-Meurthe, pueblos muy cercanos donde se cree que nació «la Pucelle». El nombre, no obstante, varía (Arc, Ars, Ai…) dadas las diferencias en la versión antigua de Art sur Meurthe (donde se reduce la erre).
La denominación de «Jehanne d'Arc» se encuentra en la obra de un poeta de Orléans hacia 1576; «Jehanne» se transcribe hoy en día como «Jeanne».
Sus padres
En el proceso Juana dijo sobre sus padres lo siguiente: «Mi padre se llama Jacques Darc y mi madre Isabelle». De esta manera se sabe que sus padres fueron Jacques Darc e Isabelle Romée.4 Isabelle Romée no era el nombre original, sino que era el sobrenombre que se dio a Isabelle de Vouthon (que pertenecía a la parroquia de Vouthon, hoy en el departamento de Charente), como se hizo a otros una vez que realizaban el peregrinaje «de Puy» (de la montaña) en vez del de Roma. De hecho Juana no dio el apellido. Su padre Jacques era agricultor. No era pobre pero vio a regañadientes la venida de otro nuevo vástago más a su familia, ya que Juana tuvo tres hermanos mayores.
El nacimiento
Casa natal de Juana de Arco, en Domrémy, actualmente convertida en museo.
El debate sobre la fecha de nacimiento de la Doncella de Orléans no lo consiguió resolver ni la misma Juana durante el proceso, ya que, cuando le preguntaron qué edad tenía, respondió: «Alrededor de diecinueve años, creo».1 Aunque no estaba segura, la historiografía ha interpretado esta declaración al pie de la letra. De esta manera, restándole su posible edad a la fecha en la que se realizó la pregunta durante el proceso, 24 de febrero de 1431, el año de su nacimiento sería probablemente 1412.
El lugar donde nació es teóricamente Domrémy, tal y como dijo en el interrogatorio de identidad de su proceso, el 21 de febrero de 1431; «Yo he nacido en la villa de Domrémy».4 Además añadió que era una villa dependiente de Greux (inmediatamente al norte de Domrémy),4 y que hoy ha pasado a llamarse Domrémy-la-Pucelle, gracias a ella. Ambas pertenecen actualmente al departamento de los Vosgos, en la región de la Lorena. Domrémy fue también el lugar donde recibió el bautismo de manos del Padre Jean Minet.
El conflicto de la Guerra de los Cien Años
Artículo principal: Guerra de los Cien Años.
Felipe VI de Francia, en la Biblioteca Nacional de Francia.
Tras la muerte sin descendencia de Eduardo el Confesor y el breve reinado del rey Harold II, el trono de Inglaterra fue conquistado en 1066 (batalla de Hastings) por el francés Guillermo el Conquistador, duque de Normandía. Estos hechos constituyeron la primera disputa de sucesión (debida a los parentescos entre las noblezas de ambos territorios), dando inicio a una duradera rivalidad entre ambos reinos. Con el tiempo, los reyes de Inglaterra reunieron varios de los mayores ducados de Francia: Aquitania, Poitiu, Bretaña.
Los intentos de Francia por recuperar los territorios perdidos precipitaron uno de los más largos y sangrientos conflictos de la historia de la humanidad: la Guerra de los Cien Años, que duró en realidad 116 y produjo millones de muertos y la destrucción de casi toda la Francia Septentrional.
Los intereses de unificar las coronas se concretaron a la muerte del rey francés Carlos IV en 1328. Felipe de Valois, francés y sucesor gracias a la Ley Sálica (Carlos IV no había tenido descendencia masculina), se proclamó rey de Francia el 27 de mayo de 1328 (reinó como Felipe VI de Francia). Felipe ya se había convertido en regente tras la muerte de Carlos IV mientras se esperaba el nacimiento del hijo póstumo del rey difunto, que finalmente resultó ser una niña.
La Guerra de los Cien Años comenzaría en 1337, cuando Felipe VI reclamó el feudo de la Gascuña a Eduardo III (aferrándose a la ley feudal) después de incursiones por el Canal de la Mancha en un intento de restaurar en el trono escocés al rey David II (aliado francés exiliado a Francia desde junio de 1333), pretextando que no respetaba a su rey. Entonces, el 1 de noviembre Eduardo III responde plantándose en las puertas de París y declarando por medio del obispo de Lincoln que él era el candidato adecuado para ocupar el trono francés.
Inglaterra ganaría importantes batallas como Crécy (1346) y Poitiers (1356), ya con el relevo de Juan II en lugar de Felipe VI, y obtendría la inesperada victoria de Agincourt en 1415, bajo la competente dirección
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