LECTURA COMPRENSIVA

La comprensión lectora en la vida de las personas es esencial ya que diariamente se está en contacto con textos los cuales se debe aprender a descifrar para descubrir el mensaje que se intenta transmitir, según Gómez Palacios (1995) la comprensión lectora es la capacidad del individuo en conectar la información brindada con algo nuevo o diferente, lo cual como resultado dará una nueva idea o percepción de un texto en específico.

En esta parte del documento recepcional se dará respuesta a las preguntas planteadas en el tema de estudio, dichos cuestionamientos están basados en los tres núcleos temáticos los cuales son, el niño, el maestro y la escuela, con el propósito de recuperar información de las sesiones trabajadas en la asignatura de Español, las cuales tenían como finalidad fortalecer la comprensión lectora de los alumnos.

Mediante observaciones realizadas en el grupo de cuarto grado con el que se encontró trabajando en el servicio social de la normalista, se detectó que los alumnos presentaban dificultad en comprender los textos que se les presentaba, lo anteriormente mencionado se deriva de que en años pasados posiblemente los alumnos estaban acostumbrados a que se les leyeran instrucciones, textos, preguntas, etcétera, ya que seguían requiriendo del apoyo del docente para poder desarrollar las actividad satisfactoriamente.

Es preciso aclarar que no todos los alumnos presentaban ésta problemática, sin embargo, al pedirles contestar una ficha de trabajo la mayoría comenzaba a interrogar, sin que la normalista siquiera hubiese entregado los materiales de trabajo, y aun cuando ya contaban con él continuaban realizando cuestionamientos sobre qué responder en cada situación, siendo que las instrucciones estaban escritas, visibles y claras en cada paso. Esto sucedía ya que ellos no tenían la intención de descubrir por si mismos que es lo que debían de realizar para poder finalizar la actividad.

Por el hecho de no leer contestaban la actividad sin tener certeza de lo que se solicitaba y, por tanto no prestaban atención a lo que estaban escribiendo como respuesta, sino que su única intención era solamente escribir para terminar. Este hecho provocaba cierto desacuerdo por parte de la normalista y el tutor ya que el contestar un trabajo de manera incorrecta y “al azar”, afecta las evaluaciones de los alumnos, siendo que a pesar de que ellos conocían las respuestas preferían errar al contestar por el simple hecho de no querer leer; por lo que, para evitar la baja de promedios la normalista y el tutor optaron por comenzar a leer algunas instrucciones a los alumnos e invitarlos a que continuaran con el texto siguiente para así poder leer en conjunto las instrucciones.

Analizando esta problemática de los alumnos del grupo a su cargo, la normalista considera que una de las causas por la que los estudiantes no estaban interesados en leer y conocer qué es lo que debían de realizar, o saber más sobre un tema es, como lo menciona Garrido (1998) ya que “casi siempre los libros de texto se leen solo por obligación y por lo mismo se leen mal, sin comprenderlos bien, sin que se cumplan con su función más importante que sería abrir nuevos horizontes”.

Es importante destacar que los alumnos de este grupo tienen una edad aproximada entre 8 y 9 años, por lo que la lectura no es su principal interés, además los niños aún no van encaminados a textos de niveles avanzados o escritos realizados con fines meramente educativos sino que, los alumnos requieren, para iniciar el gusto por leer, apegarse a textos que les llamen la atención, ya sea cuentos, cartas, historietas, poemas, refranes, adivinanzas, o algún otro escrito, sin importar la extensión de los mismos.

Los estudiantes de cuarto grado estaban ubicados, de acuerdo a su edad, en el estadio de las operaciones concretas en donde “el niño es cada vez más capaz de coordinar sus esquemas representativos, años que cumplen ciertas reglas o leyes de carácter lógico…” (Piaget, 1975, p.274), lo cual se refiere a que en la edad mencionada logran realizar lo citado por Piaget. Cada grupo es diferente uno del otro, ya que en ellos se encuentran aprendices los cuales tienen diferentes creencias, actitudes, habilidades, capacidades, crianza, entre otras cosas, es por eso que al trabajar en el grupo se prestó atención individualizada a varios de los estudiantes los cuales tienen mayor rezago educativo que la normalidad de los aprendices en el aula.

En una actividad realizada por la normalista llamada “Búsqueda del tesoro” se resalta la dificultad de los alumnos por comprender textos, pero a la vez la motivación por lograr resolver los retos que se planteaban en la dinámica, en donde al final, el equipo que lograra acertar en cada pista ganarían un premio, práctica utilizada para repaso de la materia de Español al final del proyecto número tres nombrado “Elaborar descripciones de trayectos a partir del uso de croquis”.

“Salimos al patio y comenzó la actividad, muchos empezaron a correr desesperados por encontrar el tesoro pero después se pusieron a realzar el trabajo correctamente ya que comenzaron a leer las pistas para acabar primero, la mayoría de los equipos batallaba en descifrar los retos, ya que implicaba tres situaciones, el conocimiento sobre el contenido, el leer correctamente y el trabajo en equipo (…) Con dificultad y con apoyo de la normalista los equipos iban avanzando en el juego, en varias ocasiones se les tuvo que leer el problema para que lo comprendieran y fueran avanzando ya que al leerlo por si solos no lo comprendían. (M. Garza 10 octubre 2014)”

En la actividad redactada anteriormente la principal intención de la normalista era motivar a los estudiantes con dinámicas de su agrado, en dicha dinámica el resultado no fue totalmente favorable, ya que los estudiantes tuvieron dificultad tanto en encontrar las fichas de trabajo, ya que se habían dejado ubicadas en diversos lugares de la primaria y alumnos de otros salones las tomaron, como para contestar las fichas de trabajo, sin embargo se logró el propósito, el cual era que los niños repasaran los contenidos y aplicaran la lectura.

Para la docente era preocupante que el grupo requiriera de ayuda para realizar actividades que impliquen lectura, que silabeen al contar una historia escrita y hasta que se les tenga que regresar sus exámenes a causa de que no contestan correctamente los cuestionamientos que se les plantean en los mismos no por desconocimiento de las respuestas sino por no querer leer las interrogantes planteadas. Este hecho sucedió el día 23 de octubre del 2014, mismo que se menciona en el diario de la normalista: “pude percatarme de que los niños no habían contestado correctamente las preguntas (…) se le regresaba el examen al alumno que había sacado menos

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