Martin Luther King

“la muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene.” Jorge Luis Borges

Todos, alguna vez hemos pensado en la muerte pues tarde o temprano tendremos que morir y despedirnos de la vida que hoy percibimos, porque la muerte persigue a la vida con tanta seguridad que cada vez se va acercando más, ya que desde que nacemos, comienza nuestro largo viaje encaminado a la muerte; pero no muchos se preguntan ¿Qué vendrá después de esta?, en que nos sucederá cuando nuestra existencia llegue a su fin; puede que simplemente nos esfumemos en algo hueco y vacío, o que exista una segunda vida que tiene una continuidad más profunda; puede que este tema sea fundamental para saber cómo actuar ahora, en la vida, y tener un pensamiento más reflexivo del más allá; pero algunos por el simple hecho de temerle y considerarlo como algo terrible y triste, no le dan mucha importancia y prefieren evitar enfrentar esta dura realidad, a pesar de que de esta forma puede que no le de paz, tranquilidad y estabilidad a nuestras vidas; aunque, por otro lado, varias personas para vivir satisfechas espiritualmente y no quedar en la duda, optan por seguir creencias de distintas culturas intentando saciar esa curiosidad de lo que viene después de este proceso terminal.

¿Si se vive el hoy en la vida, qué se vive en el mañana de la muerte?

“Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte” Leonardo Da Vinci

Desde hace mucho tiempo se ha venido intentando descifrar lo que nos espera después de la muerte; esta incógnita aún permanece sin resolver por eso existen varias culturas o religiones que nos pueden dar una respuesta a esta, puede que no sea la verdadera pero nos dan esperanza y motivos para vivir de una manera correcta; así como los orientales, quienes creen en la reencarnación, pues creen que después de morir tienen que volver a este mundo a cumplir una misión; esto se ve explícito en la cultura hindú puesto que son enseñados a considerar la muerte como el fin de lo físico o lo material y no como el final de la existencia; por eso se dice que la muerte no es opuesta a la vida sino al nacimiento; los hindús están mentalizados en que al morir estarán destinados a una repetición interminable de renacimientos pero antes tendrán que hacer una parada en el mundo astral o mundo intermedio, el cual se divide en cielo, infierno y en un “mundo de espíritus” también llamado “pretaloka” donde la mayoría de las almas se hospedan esperando su transición al cielo o al infierno, dependiendo del comportamiento de la persona en su pasado, para luego poder reencarnar, sin necesidad de tomarlo como una condena eterna, pues es sólo una etapa donde se sufre o se disfrutan las consecuencias de dichos actos; al igual que la cultura hindú la cultura china cree en la inmortalidad del alma y aunque la mayoría sean ateos creen que las actitudes que hoy asumen las personas se verán reflejadas en la muerte; aun así existen 2 religiones que tienen como objetivo alcanzar la inmortalidad en plenitud, como en el taoísmo, el cual está relacionado con la naturaleza pues es importante lograr un equilibrio entre el ser y la naturaleza, en esta existen tres fuerzas que son las bases principales de esta religión que son el ying, el yang y el tao; estos se oponen y se complementan al mismo tiempo de esta forma logran crear un equilibrio dinámico dado que este principio logra que todas las cosas en la vida o sentimientos se complementen y logren armonía, así como lo hacen el ying y el yang que, a pesar de que uno representa lo oscuro y lo negativo y el otro hace alusión a lo luminoso y lo positivo, ninguno se considera mejor o superior que el otro.

“La vida es una gran sorpresa. No veo por qué la muerte no podría ser una mayor” Vladimir Nabokov

En la cultura occidental

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