Simón Bolívar
nilso9914 de Noviembre de 2011
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INTRODUCCIÖN
Simón Bolívar fue el máximo conductor de la revolución que culminó con la independencia de Sudamérica respecto del domino colonial español, por lo que es conocido como el Libertador. Nacido en Caracas el 24 de julio de 1783, en esta misma ciudad inició su conspiración contra el dominio español. En febrero de 1819 fue elegido presidente de Venezuela, y en diciembre del mismo año creó la República de la Gran Colombia, de la cual fue presidente. En febrero de 1824, el Congreso peruano le designó dictador. Falleció el 17 de diciembre de 1830 en las cercanías de Santa Marta, tras haber renunciado ocho meses antes a la presidencia de la Gran Colombia.
Simón Bolívar (1783-1830), militar y político sudamericano de origen venezolano, presidente de Venezuela (1819), presidente y creador de la República de la Gran Colombia (1819-1830) y dictador de Perú (1824-1826), se convirtió desde 1813 en el máximo conductor de la revolución que culminó con la emancipación de Sudamérica frente al poder colonial español, por lo que es conocido como el Libertador.
Nació en Caracas el 24 de julio de 1783, en el seno de una familia de ricos criollos, los Bolívar y Ponte-Palacios y Blanco. Estudió de manera no convencional con maestros como el escritor y político venezolano Andrés Bello y el filósofo y educador también venezolano Simón Rodríguez, si bien fue este último quien en su etapa caraqueña contribuyó en más alto grado a forjar la personalidad de Bolívar.
CAPITULO I (Nacimiento, Juventud y Familia)
En la ciudad de Caracas, el día 24 de Julio de 1783, nace el niño Simón Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios, en el seno de una de las familias más distinguidas de la ciudad. A los 2 años y medio, quedó huérfano de padre y a los 9 años murió su madre.
Simón Bolívar fue un niño inquieto y travieso. A los 5 años lo enviaron a la casa del licenciado Miguel José Sanz para que iniciara su educación.
Por poco tiempo estuvo bajo la orientación de Andrés Bello, pero su maestro y guía fue Simón Rodríguez. Entre el alumno y el maestro se estableció una corriente amistad que duró toda la vida.
Al poco tiempo de la muerte de su madre, sus hermanas, María Antonieta y Juana Nepomuceno, contrajeron matrimonio, y los 2 varones, Juan Vicente y Simón Antonio, continuaron viviendo con el abuelo materno, don Feliciano Palacios, tutor de ambos, y bajo el cuidado de la servidumbre y de la tía Josefa Palacios Blanco. Al morir el abuelo, Simón quedó al cuidado de su tío y tutor Carlos Palacios Blanco.
A comienzos de 1799, el tío Carlos Palacios Blanco estimó oportuno el momento para enviar a Simón a España con el fin de orientarlo hacia caminos tradicionales, y de que conociera a sus parientes, complementara su educación, viajara y tomara contacto con el mundo.
Bolívar partió de la Guaira en el velero San Ildefonso y emprendió una larga travesía, cuya primera escala sería La Habana (Cuba). Al llegar a la Habana encontró el puerto bloqueado por navíos de guerra ingleses que lo obligaron a dirigirse a México. Allí estuvo hasta mayo, luego pasó a la Habana y finalmente a Madrid, donde lo esperaban sus tíos Esteban y Carlos Palacios Blanco.
Bolívar se alojó un tiempo en la casa del marqués Jerónimo de Ustáriz. Allí conoció a don Bernardo Rodríguez del Toro y Ascanio y a su hija María teresa Rodríguez del Toro y Aalyza. El joven Simón se enamoró de María Teresa y decidió casarse con ella.
El matrimonio se efectuó en Madrid el 26 de mayo de 1802, luego de unos cortos viajes por París y las provincias vascongadas. Luego regresó a Venezuela con su esposa, quien murió 8 meses después. Viudo a los 20 años de edad y muy abatido, en octubre de 1803 regresó a Europa, donde permaneció durante 3 años y medio pasando temporadas en Madrid, París y otras ciudades.
CAPITULO (Educacion, Maestros Y Viajes)
Simón Bolívar no recibió, como ocurre en las sociedades contemporáneas, una educación sistemática, de modo que en su formación intelectual concurrieron numerosos factores entre los cuales cabe mencionar a sus maestros, sus viajes, sus amistades y muy especialmente su interés personal por la lectura.
A estos factores hay que agregar otros de carácter más general, pero de gran importancia en la formación de sus sentimientos por la patria, a la que entregó todas sus energías. Es necesario, entonces, referirse al hecho de que Simón Bolívar nació y creció en una sociedad colonizada, dependiente y sometida al yugo español, donde además reinaban las desigualdades.
Su vida transcurrió precisamente en un momento histórico caracterizado por cambios inspirados en los principios de libertad, igualdad, propiedad, fraternidad y seguridad, que afectaban los órdenes político, social, económico, religioso, ideológico y cultural del hemisferio occidental. Se creaban las bases de la sociedad contemporánea.
El mismo hecho de formar parte de la sociedad colonial, de nacer y crecer en la capital de una provincia y de pertenecer a la alta sociedad en momentos de convulsión, le dio oportunidad de gozar de una serie de privilegios inalcanzables por el común de la gente de la provincia. Por ello, además de la capacidad de comprender y tener conciencia no sólo de su condición de “persona principal”, sino de la situación en que vivía la mayoría de los pobladores de la América hispana.
Hechos trascendentales afectaron su vida. Además de su orfandad y la muerte de su esposa. Antes de su nacimiento había ocurrido la independencia de los Estado Unidos y tenía 4 años de edad cuando ocurrió la Revolución Francesa.
Cuando tenía solo 12 años de edad, en Venezuela ocurrían hechos violentos, como la insurrección de José Leonardo Chirino en Coro en 1795, que trajo como consecuencia muertes, protestas contra la ausencia de libertad y una violenta represión, que se manifestó con el ahorcamiento de Chirino, el descuartizamiento de su cadáver y la exposición pública de su cabeza, mientras que su viuda fue condenada a ser vendida como esclava y separada de sus hijos.
Igualmente, Bolívar conoció en 1797 del confinamiento en la Guaira de Juan Bautista Picornell, por su tentativa de sublevación en España, y del intento revolucionario de Manuel Gual y José María España, con su consecuente represión.
En esos tiempos, mucha gente fue condenada a muerte hecha prisionera. Su propio maestro y amigo Simón Rodríguez fue hecho prisionero y obligado a salir de su tierra para siempre, sólo por querer un régimen de justicia, cultura, independencia e igualdad. Bolívar visitó a su maestro en la cárcel, y lo volvió a ver años después en el Viejo Mundo, en un encuentro que también fue trascendente en su vida. Ese tiempo de separación y ausencia de su maestro, al decir del historiador Salcedo Bastardo, “dejó a Bolívar como huérfano por tercera vez”.
En los muchos viajes de su juventud, Bolívar adquirió numerosas experiencias, especialmente porque hizo contacto directo con el mundo aristocrático de España, con la Francia posrevolucionaria y con unos Estados Unidos independiente.
En 1804, Bolívar presenció en París la coronación de Napoleón Bonaparte y lo contempló victoreando por casi un millón de franceses. Este hecho, como otros, lo conmocionó enormemente. En sus viajes conoció mucha gente que dejó huella en su pensamiento y acciones, leyó las obras de escritores contemporáneos y conoció sociedades, indistintamente libres o sometidas, lo que favoreció su capacidad de observación y estimuló su actuación.
Doña María de la concepción se preocupó porque sus hijos fuesen personas instruidas. En la casa de los Bolívar-Palacios había una buena biblioteca y el propio don Juan Vicente era una persona culta; adquiría libros de geografía, historia y narraciones que los niños leían y hojeaban.
Al morir el padre, Simón quedó bajo el cuidado de su madre, quien nombró al jurista, político y periodista don Miguel José Sanz (1756-1814), como curador ad liten (tutor) de Simón. Sin embargo, las relaciones entre ambos no fueron cordiales. La madre, de acuerdo con don Feliciano Palacios, optó por entregarlo a la dirección de los mejores maestros de Caracas.
En esa empresa de educar a Simón se empeñaron varios maestros. El misionero capuchino padre Francisco Andújar (1760-1817), quien además era investigador de ciencias naturales, le enseñó religión, moral e historia sagrada, en una academia que fundó en la propia casa de los Bolívar-Palacios. Don Guillermo Pelgron fue su maestro principal de primeras letras, latinidad y elocuencia en la escuela pública de Caracas, donde también era maestro don Simón Rodríguez. El doctor Vides y el doctor Carrasco le dieron lecciones de escritura y aritmética, respectivamente. Fray Jesús Nazareno y el presbítero José Antonio Negrete le impartieron historia y religión. Además, recibió lecciones de geografía e historia de parte de don Andrés Bello (1781-1865).
Sin contar los largos recorridos de Bolívar en su afán de lucha, durante sus campañas militares y en ejercicio del poder, desde muy joven
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