ANTROPOLOGÍA FORENSE “DEBEMOS HACER HABLAR A LOS HUESOS O AL CUERPO”
KarcedzizuResumen18 de Julio de 2017
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CENTRO DE ESTUDIOS SUPERIORES EN CIENCIAS JURÍDICAS Y CRIMINOLÓGICAS.
ANTROPOLOGÍA FORENSE.
PROFESORA: DRA. BLANCA BRICEÑO.
ALUMNA: JUDITH DE JESÚS ÁNGELES MEDINA.
ABRIL 2017 MORELIA; MICH.
ANTROPOLOGÍA FORENSE.[pic 3]
“DEBEMOS HACER HABLAR A LOS HUESOS O AL CUERPO”
Hablar de identificar un cadáver en mal estado resulta complicado a causa de los procesos tafonómicos y putrefactos que han sufrido, pero existe una ciencia que es capaz de identificar a esos cuerpos que están en calidad de desconocidos, esa ciencia es la ANTROPOLOGIA FORENSE.
La cual tiene por objetivo primordial determinar la identidad de las personas, la forma y las causas de su muerte.
El estudio antropológico alcanza gran valor, principalmente identificatorio, confirmando o descartando presuntas posibilidades.
El estudio de un cráneo nos permite diagnósticos de: raza, sexo edad aproximada.
El examen de la pelvis es útil para determinar el sexo y la edad.
El estudio de los huesos largos, particularmente de las extremidades, es de gran aporte para pronunciarse sobre la talla.
El estudio de osamentas con fracturas que no tengan antigüedad importante, pueden permitir señalar si las lesiones fueron ante o post- mortem.
Los elementos útiles resultan ser los signos de putrefacción, incluyendo la presencia de fauna cadavérica o los signos de las variantes de la putrefacción como la adipocera o la momificación, pero para ello debe concordar la información de las características del terrero y del clima del lugar donde estuvo el cadáver y , así mismo de circunstancias que puedan haber hecho variar la evolución post- mortem.
Los segmentos óseos presentan inicialmente cartílago y elementos tendinosos articulares, restos de médula ósea y superficie brillantes; luego al irse perdiendo las partes blandas, las superficies óseas se tornan opacas y después su color varía de amarillo crema a blanco.
Al cabo de muchos años el hueso se vuelve frágil, poroso y en ciertos casos hasta pulverizados; lo cual se hace aún más intenso en los casos en los que los elementos óseos han estado expuestos al medio ambiente. Es por esta razón necesario e imprescindible brindar información del lugar de los hechos.[pic 4]
Así mismo, ante el hallazgo de múltiples restos óseos, el estudio antropológico forense, puede inclusive determinar que no corresponden a la especie humana, con lo que se descartaría la posibilidad de un acto delictivo.
La labor del antropólogo forense comienza cuando las autoridades judiciales se encuentran ante un cadáver que no pueden identificar, por ejemplo si está en estado de putrefacción, esqueletizado o incluso cuerpos a los que los criminales han hecho desaparecer las huellas dactilares y partes del cuerpo como la cabeza o extremidades que son elementos fundamentales para la identificación.
El antropólogo mide y compara datos sobre el esqueleto. Existen diferentes tablas con las cuales se pueden establecer con bastante precisión el sexo, la edad, la raza y la altura del cuerpo. Por medio de la antropología también se puede establecer más o menos a qué edad murió la víctima.
Pero el antropólogo también necesita de la colaboración y pericia del médico forense la cual consiste en comparar los datos ante-mortem y estos los averigua por medio de entrevistas con sus familiares y testigos y los datos post-mortem que son descubiertos por sí mismo, otro experto es el dactiloscopista el cual compara las huellas dactilares de los dedos tanto de los pies como manos, esta disciplina es muy importante ya que se considera un medio identificativo y el patrón individual de las huellas es único. Por otro lado el odontólogo compara los datos respecto a la dentadura y la mandíbula. Este método es muy confiable ya que una dentadura es única porque el tamaño, la composición, las intervenciones odontológicas, la forma, la medida en que se ha envejecido y deteriorado no se modifica, además de que es más resistente a los efectos del fuego y del agua salada que los propios huesos y la piel.
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