Actividad N. 3 – Educación Ambiental y Territorio – Especialización en Gestión Ambiental

Silvia Natalia Cáceres Duarte, Jhon Fredys Camargo Molina – Actividad N. 3 – Educación Ambiental y Territorio  – Especialización en Gestión Ambiental 

¿Qué elementos se deben contemplar para una educación ambiental en adultos, teniendo como referencia a uno o varios personajes del libro con sus características?

Actualmente, nos vemos en la necesidad de buscar alternativas para incentivar los valores que en los humanos se han ido perdiendo por diferentes motivos de la cotidianidad, el libro El Principito, causa gran impacto a los lectores, por la dulce inocencia con que el protagonista aprende sobre los personajes que encuentra en su viaje. Sin embargo, el verdadero educador es justamente este personaje, un niño de figura frágil, pero donde realmente porta una fuerza, convicción e inteligencia que permite que nos enseñe valores humanos fundamentales en la formación ciudadana.

Esta criatura, inocente, enseña el rol protagónico que tiene la infancia y la capacidad que niños y niñas tienen para opinar y cuestionar al mundo adulto en pro de corregir decisiones, donde se muestra el valor de la empatía y la responsabilidad social, la cual hoy en día, son valores que se han ido dejando a un lado y que requieren ser trasmitidos potencialmente a toda la humanidad, empezando por los adultos para que sean ellos quienes inculquen a los más pequeños durante su formación y crecimiento; de ello depende que no perdamos el sentido humano imprescindible en la educación para lograr una efectiva formación ciudadana donde se instale la cooperación, la comunicación y el diálogo, ya con todo esto, partimos a fomentar, lo que nos urge de manera inmediata y es la educación ambiental en los adultos, porque ya existen las bases fundamentales para educarnos, así como este niño lo ha dejado plasmado, la cual su mensaje es claro, que si bien es un niño, es un acto que podemos sacar a relucir para tomar como ejemplo en cuanto a educación, este niño, con la descripción de su pequeño planeta trata de hacernos reflexionar acerca de la inocencia del personaje y de lo mucho que le falta por vivir y aprender, ya que con su inteligencia causa atención y revuelo en ellos.

Es claro que El Principito es el personaje principal del libro, vive en un pequeño planeta que podríamos identificar, no como un planeta, sino como su propia vida, el resto de planetas que visita, haciendo preguntas que no interesan a los adultos, son en realidad las vidas de otras personas que él no conoce, y que hoy en día se viven en las personas de nuestro entorno, necesitamos contagiarnos de amor, fidelidad, lealtad, amistad, compromiso, responsabilidad, compasión, pureza, inocencia, confianza, humildad, tolerancia, lo cual es el reflejo del principito hacia la vida, y de esta forma es que nosotros los adultos, tenemos que ver nuestro medio que nos rodea, El Principito claramente quiere ser un mediador entre los adultos y la educación, que con sus pequeñas reflexiones deja un mensaje claro a cada uno de ellos, y es ahí donde podemos ser mediadores en educación ambiental y trasmitir el mensaje de amor y responsabilidad con lo que nos da vida a nosotros, nuestro planeta.

La educación ambiental en nuestro país consiste en la “Formación integral y sistémica de ciudadanos colombianos para conocer, ser y actuar coherentemente con el desarrollo sostenible.” (Minambiente, 2020).

Partimos de la definición de educación ambiental, según el Ministerio de Medio Ambiente “Proceso que le permite al individuo comprender las relaciones de interdependencia con su entorno, a partir del conocimiento reflexivo y crítico de su realidad biofísica, social, política económica y cultural para que, a partir de la apropiación de la realidad concreta, se puedan generar en él y en su comunidad actitudes de valoración y respeto por el ambiente.” (Ministerio de Educacion Ambiental, 2002)

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