Actividad antibacterial del Aloe vera

Actividad antibacterial del Aloe vera 

RESUMEN

El Aloe vera es una planta perenne de la familia de las Liliáceas, son muy conocidas sus propiedades anti-inflamatorio, anti-microbiano, y de estimulación inmunológica, siendo el gel de sus hojas carnosas la parte más importante y usada de la planta. El gel de Aloe vera es un jugo transparente y gelatinoso que se extrae de la pulpa de la planta; es espeso y pegajoso debido a la riqueza de mucilagos que presenta, contiene aloferon que ayuda en el proceso de cicatrización y antraquinona que le da sus cualidades antisépticas. La presente revisión bibliográfica está orientada a evaluar la actividad antimicrobiana del extracto de Aloe vera  frente a  Staphylococcus aureus,  Streptococcus y Pseudomonas aeruginosa, bacterias Gram positivas y negativas, esto se logró mediante ensayos en bacterias aisladas clínicamente en las que se empleó el método de difusión en disco para probar dicha actividad,  cromatografía, difusión por pocillos; además de eso también se determinó la concentración inhibidora mínima por método de micro dilución en caldo;  como resultado en los diferentes ensayos se obtuvo que  la actividad antibacteriana del extracto es efectivo principalmente contra las bacterias Gram-positivas y  se demostró propiedad anti-bacteriano a 100% y 50% de concentración , siendo inefectiva a concentraciones más bajas.

INTRODUCCION

El objetivo principal del artículo de revisión intenta identificar qué propiedades se conocen del Aloe vera, qué se ha investigado en el campo de su actividad antimicrobiana en especial antibacteriana y qué aspectos son útiles y aplicables. Por ello se planteó realizar una revisión de la literatura que nos permita identificar los procedimientos que se deben realizar para obtener resultados positivos en la extracción y utilización de compuestos de Aloe vera como método alternativo al uso de antibióticos para el control de microorganismos.

Ya que en la actualidad encontramos que la resistencia a múltiples fármacos atribuido al uso extensivo de antibióticos, la falta de nuevos fármacos y vacunas es una problemática creciente a nivel mundial, por ello nace la necesidad de encontrar nuevas fuentes de fármacos que ayuden a controlar este problema, por ello se regresa la vista a las plantas que han presentado capacidad de combatir ciertos patógenos obligando así a la ciencia a que regrese hacia la medicina tradicional que ha sido practicada durante muchos siglos por una proporción amplia de la población y que poseen conocimientos empíricos acerca del uso y distribución de material vegetal como cura o paliativo a enfermedades infecciosas (Pandey, & Mishra, 2009)..

Puesto que la mayoría de las especies de plantas medicinales son ricas en contenido de biomoléculas que pueden hacer frente a peligros para la salud y recientemente, la actividad antibacteriana de muchas especies de plantas que se han reportado (Pandey, & Mishra, 2009). Los estudios en plantas indican que, aproximadamente el 20% de las plantas que se encuentran en el mundo han sido sometidas a pruebas farmacológicas o biológicas, y un número sustancial de los antibióticos introducidos en el mercado se obtienen a partir de productos naturales o semi sintéticos. (Thiruppathi, Ramasubramanian, Sivakumar, & Thirumalai, 2010). Por lo que la demanda, el desarrollo y el uso de productos con base vegetal para fines farmacéuticos se han incrementado gradualmente.

Aloe barbadensis miller mejor conocido como aloe vera pertenece a la familia Liliaceáe, de la cual hay cerca de 360 ​​especies. Las hojas tienen una alta capacidad de retención de agua al igual que también una resistencia a climas secos o muy calientes. Cuando se realiza un corte en la hoja, una savia amarillo anaranjado gotea desde el extremo abierto. Esta es una sustancia mucilaginosa clara que contiene fibras, agua y el ingrediente para retener el agua en la hoja. El gel contiene 99,3% de agua, el 0,7% restante se compone de sólidos con carbohidratos que constituyen componentes grandes (Thiruppathi, Ramasubramanian, Sivakumar, & Thirumalai, 2010).

Es una planta parecida a un cactus que crece fácilmente en climas calurosos y secos y actualmente, debido a la demanda, se cultiva en grandes cantidades por lo que se estima que el volumen de producción de productos que contienen Aloe vera llega alrededor de 110 mil millones de dólares anuales (Alemdar & Agaoglu, 2009). Así dentro de las plantas estudiadas el Aloe vera resalta pues se ha venido utilizando durante siglos como agente curativo y su uso generalizado en terapias complementarias, ya que en la composición de su gel cuenta con más de 75 nutrientes 200 compuestos activos que incluyen vitaminas, enzimas, minerales, azúcares, lignina, antraquinonas, saponinas, ácido salicílico y aminoácidos, y vale la pena destacar el contenido de  antraglucósidos, glucósidos cardiotónicos, saponinas, naftoquinonas, esteroles, triterpenoides (Pandey, & Mishra, 2009). Estos compuestos ejercen un potente efecto, que le confiere a la planta propiedades antimicrobianas y capacidades analgésicas.

Se sabe que las hojas de especies de Aloe son ampliamente utilizadas para tratar infecciones cutáneas bacterianas al igual que los extractos y compuestos aislados de varias especies de Aloe exhibían actividades antibacterianas prometedoras contra bacterias Gram positivas y Gram negativas (Desta, Abdelwuhab, Tadesse, & Gurmu, 2017). Hasta la fecha se han identificado más de 75 ingredientes del gel, cada uno de los cuales puede tener un rango de mecanismos de acción, actuando de forma sinérgica o individualmente para explicar más de 200 constituyentes diferentes notablemente mucopolisacáridos, enzimas, esteroles, prostaglandinas, Ácidos, aminoácidos y una amplia variedad de vitaminas y minerales. Los agentes antimicrobianos del gel de Aloe vera efectivamente matan o reducen o reducen el crecimiento de Staphylococcus aureus, Klebsiella pneumoniae, Streptococcus pyogenes, Pseudomonas aeruginosa, Escherichia coli, Propionibacterium acné, Helicobacter pylori y Salmonella typhi  (Lawrence, Tripathi, & Jeyakumar, 2009).

DESARROLLO

La propiedad antibacteriana del Aloe vera se detectó utilizando el método de difusión en disco y pocillos de agar y micro dilución en agar para medir la concentración mínima inhibitoria (MIC) que se define como la concentración más baja de un agente antimicrobiano (Aloe vera) que inhibe el crecimiento visible del microorganismo de prueba, en varios estudios como: Antibacterial Effect of Aloe Vera Gel against Oral Pathogens: An In-vitro Study; Aloe vera Gel: Effective Therapeutic Agent against Multidrug-Resistant Pseudomonas aeruginosa Isolates Recovered from Burn Wound Infections (Goudarzi, Fazeli, Azad, Seyedjavadi, & Mousavi, 2015). Pero ¿por qué en todos ellos se usa el gel y no la hoja de Aloe vera?, evidencias científicas han demostrado que los constituyentes del gel y de la hoja son distintas unas de otras. Algunos de los investigadores creen que el gel es más activa que la hoja, pero una característica clara es que el gel y la hoja pueden complementarse mutuamente en sus capacidades medicinales. Sorprendentemente, hay estudios contradictorios sobre efecto inhibidor de gel, hoja y el jugo de A. vera. En 2010, Anderl et al. mostraron que tanto gel y de la hoja inhibió el crecimiento de  algunos microorganismos como S. aureus mientras que el gel no tiene efecto sobre P. aeruginosa.

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