Adulto Mayor
rebe298 de Agosto de 2014
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EDAD LABORAL
Quien haya buscado empleo en el periódico, en los portales especializados o en las bolsas de trabajo sabe que la edad es un factor tan determinante como el nivel de estudios, la preparación o la experiencia demostrable en un puesto similar al que se aspira. La línea crítica, en general, se sitúa en 45 años. A partir de esta edad, la pesquisa se complica. Buena parte de los "trabajo para mayores" son, en realidad, empleos destinados al cuidado de personas ancianas. De un modo u otro, el mercado laboral excluye a los adultos mayores que desean trabajar. La situación plantea dos cuestiones: a qué se dedican los trabajadores mayores de 65 años que desean permanecer activos y a qué tipo de empleo pueden aspirar quienes no trabajan, pero quieren hacerlo.
Entre los sectores de actividad laboral que cuentan con trabajadores mayores de 65 años, la variedad no es muy amplia.
• En el caso de los hombres, la mayoría son técnicos y profesionales científicos e intelectuales, seguidos de quienes ocupan puestos en la dirección de empresas y en la Administración pública, así como los trabajadores cualificados en agricultura y pesca.
• En el caso de las mujeres, los sectores más habituales cambian. Aunque también hay un grupo importante de directivas empresariales, administrativas y profesionales científicas e intelectuales, las actividades que más trabajadoras concentran son la hostelería y el comercio, los servicios de restauración y las ventas. Destaca otro grupo muy numeroso de mujeres (más de 9.800) que desempeñan tareas no cualificadas, una cifra tres veces mayor que la de los hombres que ocupan puestos similares.
Las ofertas laborales para quienes tienen más de 65 años no abundan. El acceso a determinados empleos está vedado debido a la edad, ya que el desempeño de ciertas tareas requiere un estado físico más que óptimo (bomberos, operarios de maquinaria pesada, albañiles, etc.).
La mayor parte de los trabajos son de baja cualificación y escasa remuneración
La brecha en el tipo de trabajos está clara: unos son muy especializados, con unas rentas y unos beneficios sociales importantes (puestos de gerencia o vacantes de investigación en instituciones científicas y universidades), mientras que otros son empleos de baja cualificación y escasa remuneración. En ocasiones, incluso, la paga es nula, como ocurre en el sector del asociacionismo y el voluntariado, o se sustituye el salario fijo por el pago a comisión (vendedores a domicilio o consultoras de belleza).
En cuanto a los empleos con un contrato y un sueldo, destacan:
• Conserjes y bedeles.
• Acompañantes de personas mayores y niños.
• Labores de limpieza.
Dada la acusada presencia del sector femenino en los empleos no cualificados, son las mujeres quienes tienen más posibilidades de encontrar un trabajo pasados los 65 años, si bien la oferta no es siempre atractiva ni compensa.
Mapa de la situación actual
Según datos del Ministerio de Trabajo, un total de 131.595 personas mayores de 65 años cotizan aún a la Seguridad Social. La cifra se ha reducido con la crisis, pero supone un aumento con respecto a 2006, cuando este sector de la población apenas superaba los 100.000 trabajadores. El porcentaje, sin embargo, es bajo en el marco de la Unión Europea, donde España es uno de los países con menor cantidad de personas en activo a partir de 65 años. En la UE, trabaja el 10% de las personas entre 65 y 69 años, y el 5% de quienes tienen entre 70 y 74 años. En nuestro país, en cambio, el volumen se reduce a la mitad (al 5% y al 2%, respectivamente) y la diferencia es más evidente cuando se comparan las cifras con países como Rumania, Portugal, Estonia o Letonia, cuyas tasas de actividad superan el 20%.
España es uno de los países de la UE con
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