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Aguas Superficiales


Enviado por   •  12 de Julio de 2014  •  1.389 Palabras (6 Páginas)  •  289 Visitas

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Las aguas superficiales

Las utilizamos como vías para el desplazamiento de mercancías, como fuentes de agua para irrigación y como fuente de energía. Sus fértiles llanuras de inundación se han cultivado desde los inicios de la civilización. Cuando se consideran como parte del sistema Tierra, los ríos y las corrientes de agua representan un vínculo básico en el reciclado constante del agua del planeta. Además, el agua de escorrentía es el agente dominante de la alteración del paisaje, erosionando más terreno y transportando más sedimento que cualquier otro proceso. Dado que tanta gente vive cerca de los ríos, las inundaciones se cuentan entre los riesgos geológicos más destructivos. A pesar de las enormes inversiones en diques y presas, los ríos no siempre pueden controlarse. Como es el caso de Serbia, Bosnia con más de 50 muertos y miles de damnificados en mayo del año presente.

Ahora es importante recordar que el ciclo hidrológico nos muestra muchas interrelaciones cruciales entre partes diferentes del sistema Tierra; esto lo vemos en las precipitaciones, ya que cuando estas ocurren una parte del agua penetra en el suelo (infiltración) y se mueve hacia abajo, luego en dirección lateral y, por fin, rezuma en los lagos, los ríos o directamente en el océano; de esta manera se comprende el fenómeno de las famosas nacientes. Por otra parte debemos considerar que cuando la velocidad de caída de la lluvia es mayor que la capacidad del suelo para absorberla, el agua adicional fluye sobre la superficie en lagos y corrientes, un proceso denominado escorrentía. También es importante resaltar que cuando las precipitaciones se dan en zonas con latitudes elevadas el agua no puede infiltrarse y tampoco fluye como escorrentía solo se congela y pasa a ser un campo de nieve o un glaciar. De esta manera observamos que los glaciales contienen gran cantidad de agua sobre el terreno, lo preocupante es que un leve calentamiento de las corrientes submarinas es capaz de hacer desprender bloques de las grandes capas de hielo de la Tierra.

Importante resaltar que el agua ocupa cerca del 70% de la superficie terrestre. Sin embargo, solo el 3% es dulce, es decir, es apta para el consumo humano. Como si fuera poco, no toda ella está disponible pues la mayoría se encuentra en los hielos polares, el suelo y el subsuelo. Recordando que los páramos son bien conocidos por ser zonas muy húmedas pues allí suele llover mucho pero a baja intensidad y gracias a su gran capacidad de retención y regulación del recurso hídrico el suelo alcanza hacer buena captación del agua. Algunas rutas de almacenamiento de aguas superficiales son: lagos, lagunas embalses y turberas.

El agua inicialmente fluye por el suelo en finas y extensas láminas en lo que se denomina apropiadamente escorrentía en lámina. Esto depende de la capacidad de infiltración del suelo, la cual está controlada por muchos factores, entre ellos: (1) la intensidad y la duración de la precipitación; (2) el estado de humedad previo del suelo; (3) la textura del suelo; (4) la pendiente del terreno, y (5) la naturaleza de la cubierta vegetal. Cuando el suelo se satura, comienza la escorrentía en lámina como una capa de tan sólo unos milímetros de grosor que después de fluir como una lámina fina no confinada durante una corta distancia, los hilos de corriente suelen desarrollarse y empiezan a formarse pequeños canales denominados acanaladuras transportando el agua a una corriente.

Flujo de corriente.

La topografía, es decir, la forma de las montañas, también es responsable de la capacidad de regulación de flujos de agua en la zonas altas como los páramos pues hay abundantes depresiones o zonas bajas donde se forman pantanos que, poco a poco, gota a gota, van dejando escurrir el agua hacia lo que en tierras bajas son ríos caudalosos en su desembocadura al mar ya que se van uniendo fuentes fluviales en su camino. Así encontramos que el agua puede fluir de dos maneras: como flujo laminar o como flujo turbulento. Cuando el movimiento es laminar, las partículas de agua fluyen en trayectorias rectas que son paralelas

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