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Anestecia Quimica


Enviado por   •  7 de Marzo de 2015  •  1.482 Palabras (6 Páginas)  •  254 Visitas

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Anestesia: Química en el Quirófano

Por Claudia M. Caruana

Hasta mediados del siglo 19, someterse a una operación significaba sufrir un dolor terrible, porque las personas estaban despiertas durante la operación. Gracias a drogas llamadas anestésicos, podemos olvidarnos de todo ese dolor y sufrimiento. ¿Cómo fueron descubiertas estas drogas “milagrosas” y cómo actúan?

A lo largo de la historia, las personas han buscado formas de aliviar el dolor. Muchas sustancias que controlan el dolor fueron descubiertas en forma casual, a veces como resultado de prueba y error. Ya en el año 4200 a.C., se descubrieron sustancias naturales (por lo general, plantas y sus raíces), que producían la pérdida de conocimiento en animales y en personas, que se utilizaban para aliviar el dolor.

Pero fue únicamente durante la primera mitad del siglo 19 que empezaron a probar el uso de sustancias químicas en pacientes durante las cirugías. Con el pasar de los años, se identificaron varias sustancias, y se comparó su eficacia. Este trabajo ha llevado a una selección de medicinas que adormecen localmente el dolor o provocan pérdida de conocimiento y alivian el dolor en todo el cuerpo.

En la actualidad, los científicos y profesionales de la salud tienen un profundo entendimiento de qué anestésicos funcionan mejor en los pacientes. Sin embargo, todavía están tratando de entender cómo estas drogas operan a nivel celular y molecular.

Anestésicos locales y generales

Los anestésicos pueden ser aplicados a una parte del cuerpo, como la piel, los dientes y las encías o la espina dorsal, o al cuerpo entero. Estas dos clases de anestésicos, llamados locales y generales, evitan que los nervios transmitan signos de dolor al cerebro. De esta manera, el cerebro no percibe el dolor.

Los anestésicos locales pueden inyectarse para adormecer partes del cuerpo durante cirugías y procedimientos odontológicos. También pueden ser utilizados para adormecer el ojo antes de realizar ciertos exámenes, por lo general, cuando los oftalmólogos miden la presión ocular o quitan suturas u objetos extraños del ojo.

Otros anestésicos locales se consiguen en forma de pomadas, aerosoles o lociones que alivian la picazón, la quemadura solar, las picaduras de insectos y cortadas menores. Incluso pueden suministrarse por vía oral para aliviar el dolor de garganta o aftas.

Los anestésicos generales se utilizan durante procedimientos médicos y quirúrgicos que serían demasiado dolorosos llevar a cabo si el paciente estuviera despierto. Además de eliminar el dolor, como lo hacen los anestésicos locales, los generales también inducen a una pérdida de conocimiento el cual se siente como un estado de sueño profundo. Pero, al contrario de lo que ocurre durante el sueño, cuando algunas partes del cerebro trabajan creando sueños y procesando información, esta pérdida de conocimiento no crea sueños ni almacena recuerdos.

A lo largo de los últimos siglos, las personas buscaron fervientemente sustancias con propiedades anestésicas. El anestésico más requerido era una sustancia que dejara sin sensación el cuerpo entero. El dolor que sufría el paciente durante la cirugía y otros procedimientos médicos muchas veces era más terrible que el producido por el tratamiento local de una herida o el procedimiento odontológico. Por eso, personal médico realizó estudios con sustancias diferentes en pacientes, a veces con efectos secundarios inesperados.

Óxido nitroso

Uno de los anestésicos generales más exitosos y conocidos es el óxido nitroso (N2O), que fue descubierto a finales del siglo 18 y todavía se usa como anestesia en cirugías.

El óxido nitroso es un gas incoloro y casi inodoro que fue descubierto en 1793 por un científico inglés y clérigo llamado Joseph Priestley. Basándose en el descubrimiento de Priestley, Humphry Davy, determinó que el óxido nitroso produce efectos fisiológicos. Descubrió que las personas que lo inhalaban empezaban a reírse sin motivo alguno, por lo cual lo denominó “el gas de la risa”.

Si bien Davy se percató del efecto anestésico del óxido nitroso, durante los siguientes 40 años, sólo se usó en shows de medicina y carnavales. Las personas solían pagar para inhalar pequeñas cantidades de este gas, lo cual hacía que se rieran y actuaran en forma extraña hasta que la droga perdía su efecto. El óxido nitroso comenzó a utilizarse en forma más científica, como anestésico para la odontología y medicina en los comienzos de 1840.

Otros anestésicos generales

El óxido nitroso todavía se utiliza como un anestésico general en combinación con otras sustancias químicas.

Sin embargo, su uso más común es como un sedante suave y paliativo del dolor, ya que éste puede hacer que los pulmones se colapsen y reduzcan el contenido de oxígeno de los tejidos.

La

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