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Enviado por   •  2 de Abril de 2014  •  4.438 Palabras (18 Páginas)  •  167 Visitas

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EL PSICOANALISIS: SIGMUND FREUD, PRINCIPALES DISIDENTES

VEGA GARCIA LUIS y JOSE MOYA SANTOYO

Historia de la Psicología II.

Ed. Siglo XXI, pp., 65-132

Madrid, España (1993)

I. INTRODUCCION

A finales del siglo pasado, Freud propone un modelo funcional para explicar la neurosis frente al anatómico o fisiológico que por aquel entonces estaba en boga en Viena. Destaca la importancia de la irracionalidad del comportamiento humano y de una faceta olvidada, el inconsciente, contra la tendencia oficial de la psicología en Alemania, que partía exclusivamente de los aspectos conscientes y racionales de la mente. No es, en su opinión un enfoque estructural el más adecuado para conocer al hombre, sino un enfoque dinámico. Partiendo del estudio de sujetos neuróticos, obtiene un modelo que pretende aplicar incluso a los sujetos “normales”.

II. ANTECEDENTES

Como sistema explicativo de la realidad hombre, el psicoanálisis es sumamente original frente a los existentes entonces (psicología filosófica tradicional; el estructuralismo de Wundt; el funcionalismo, tanto europeo como americano; o la tendencia oficial alemana a interpretar fisiológicamente la patología de la mente). Freud se halla mas próximo al enfoque de los psicopatólogos franceses (Bernheim, Liebeault, Charcot, Robot, Janet), aunque en modo alguno puede afirmarse que sea seguidor de éstos. P. Janet se aproximó mucho a lo que iba a ser el psicoanálisis en el tratamiento del caso de madame D.; dejándola hablar libremente, descubría las “ideas fijas subconscientes” (para algunos psicólogos franceses, Janet es el creador del psicoanálisis. En nuestra opinión, el psicoanálisis es mas que un enfoque y una técnica, es todo un complejo sistema, que incluso la prolongada y fecunda investigación de Freud no logro terminar). Dentro de este sistema existen unos elementos muy originales, como, por ejemplo, el complejo de Edipo y otros que no lo son tanto, como la interpretación de los sueños (actividad que se remonta a las primitivas civilizaciones) o la importancia dada a lo inconsciente (véase el libro de I.L.Whytel, El inconsciente antes de Freud, México, Joaquín Mortiz y también el voluminoso libro de H.F.Ellemberger, El descubrimiento del inconsciente. Historia y evolución de la psiquiatría dinámica, Madrid, Gredos).

En muchos aspectos básicos de la doctrina freudiana se observa la reproducción del modelo biologicista homeostático, de lucha y adaptación propuesto por Charles Darwin.

Freud reconoce la enorme influencia que tuvo sobre él su profesor de fisiología E. von Brucke; éste formaba parte de un grupo de científicos antivitalistas (Helmholtz, Du Bois-Reymond y Ludwig) para los que, en el organismo, todas las fuerzas son de naturaleza físico-química; incluso en los casos en los que esto no se ve con claridad, se ha de suponer la existencia de otras fuerzas iguales en dignidad a éstas, inherentes a la materia y reductibles también a atracción y repulsión.

A. Antecedentes literarios y filosóficos de Freud

En el Fausto, de Goethe, encontramos abundantes alusiones a temas que van a ser propios del psicoanálisis, tales como: el inconsciente, la fuerza simbólica del falo, el Eros como fuente de todas las cosas. Shopenhauer destaca la gran importancia de la sexualidad y el mecanismo de represión de los deseos sexuales. Freud reconoce explícitamente en Mi vida y el psicoanálisis que siempre aceptó y se apoyó en las grandes ideas de G. Th. Fechner, de quien tomó, entre otros, el concepto topográfico de la mente, el principio de placer-displacer y las relaciones entre el instinto destructor y el Eros. En el siglo XIX, dos grandes escritores, Balzac y Stendhal, desarrollan una concepción del amor muy próxima al psicoanálisis. Nietzsche escribió, con gran riqueza literaria y profundidad, ciertas relaciones de consciente-inconsciente, aspectos de la expresión de los instintos (desplazamiento, sublimaciones, regresiones, etc.), los impulsos auto destructores del hombre, la civilización como expresión de la regresión instintiva, etc. De su brillante profesor Franz Brentano tomó Freud la noción de intencionalidad, pero refiriéndose a la tendencia constante a expresar libremente los instintos.

En opinión de Ellemberger, una importante fuente del pensamiento freudiano es la marcada tendencia de muchos pensadores a desenmascarar la voluntad de poder que se manifiesta bajo numerosos disfraces. En las obras de Ibsen los personajes viven una vida ficticia hasta que, al fin, es descubierta. También a Freud le corresponde desenmascarar la costumbre de mentir y descubrir una realidad oculta que desde las más profundas raíces de lo humano (instinto) está manejando la conducta sin ser reconocido abiertamente: Es época del florecimiento de la burguesía, y la moral puritana de la Inglaterra victoriana era criterio de buen gusto. Las gentes reprimían la sexualidad sin reconocerla conscientemente o la vivían a escondidas (paradójicamente, jamás hubo tantos grabados y libros obscenos como a finales del siglo XIX, aunque siempre ocultos). Tal hipocresía o represión llegaba a tener consecuencias fatales, manifestándose como síntomas neuróticos. Freud, en su obra, denuncia públicamente éste hecho, haciéndolo objeto de examen psicoanalítico.

Debemos mencionar aquí la importancia que tuvo para Freud la lectura de Cervantes, especialmente El Quijote y El coloquio de los perros.

B. Los primeros pasos de la psicoterapia

Por abarcar el psicoanálisis la más amplia gama de tratamientos psíquicos, nos parece indicado introducir aquí, aunque sea someramente, otros recursos terapéuticos utilizados desde la Antigüedad. Muchas de estas técnicas psicoterapéuticas tienen aun vigencia en las llamadas “medicinas y psicologías alternativas”

1. Formas primitivas de psicoterapia

La recuperación del alma. Para algunas culturas primitivas la “enfermedad aparece cuando el alma, de forma espontánea o accidental, abandona el cuerpo o es robada por fantasmas o hechizos”. El terapeuta (hechicero o curandero) trata de descubrir el alma perdida; cuando la encuentra, realiza tratos o lucha contra los espíritus que le han robado y, a veces, en esta lucha, pide ayuda a otros espíritus que están a su favor; una vez que la recupera, la mete en el cuerpo que le corresponde. Según Ellemberger, hay una cierta analogía entre esta creencia y la moderna forma de encuentro de un yo alienado o perdido.

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