Bioetica

Bioética: nombre usado por primera vez en un ambiente anglosajón por Van Rensselaer Potter: ciencia de la sobrevivencia, y Puente para el futuro. 1971. “He creado una nueva palabra y una empresa intelectual también nueva, la bioética. En un libro que lleva ese título la he definido como la puesta en común del saber biológico y los valores humanos”. Al publicar su libro, Bioética.: un puente al futuro, el autor no sospechaba —indica Poisson—que la palabra “bioética” haría fortuna. Trasladado rápidamente al lenguaje ordinario, este término remite a la necesidad para el hombre de asegurar la marcha del progreso científico y técnico frenando sus excesos por respeto a la humanidad. La bioética investida de esta misión, ha emprendido la tarea de convencernos de que solo ella puede razonablemente tratar del porvenir del hombre.

Un año más tarde, André Hellegers utiliza el término en el que luego sería el Kennedy Institute of Ethics, donde se definió a la bioética como “estudio sistemático de la conducta humana, en el campo de las ciencias biológicas y de la atención a la salud, en la medida en que esta conducta se examine a la luz de valores y principios morales”.

La obra de Potter, con toda su estructura y principios, —dada la proclividad del ser humano a investigar en él mismo, (otros seres humanos)— tiene unos antecedentes: en plena Segunda Posguerra, en 1947, se escribe El código de Nuremberg: normas éticas sobre experimentación en seres humanos; y, la Declaración de Helzinki: recomendaciones para guiar a los médicos en la investigación biomédica en seres humanos. Adoptada por la 18ª Asamblea Médica Mundial en 1964, Helzinki, Finlandia; revisada por la 29ª AMM, Tokio, Japón, 1975; enmendada por 35ª AMM, Venecia, Italia, 1983.

Por lo anterior, se puede decir que al emerger la investigación científica y la experimentación con seres humanos, la bioética se perfila como la guardiana del futuro del hombre. O bien, como indica Poisson: Bioética. ¿El hombre contra el hombre?

Por su parte, Niceto Blázquez escribe: bioética será el término nuevo y adecuado para denominar en adelante lo que en tiempos pasados se llamó ética médica, pero teniendo en cuenta los avances que se producen en el desarrollo de las investigaciones biológicas y de las técnicas biomédicas. Es así que, —con este mismo autor— podemos decir que bioética es la búsqueda de soluciones a conflictos de valores en el mundo de la intervención biomédica.

Para 1980, la bioética se consolida como disciplina académica universalmente aceptada, que tiene que enfrentar seriamente estos cuestionamientos: ¿Hasta qué punto es lícito fomentar y consolidar el dominio del hombre sobre el hombre en el campo de la medicina y de la biología? ¿Es éticamente lícito realizar todo lo que técnica y físicamente está a nuestro alcance? Ésta es la cuestión inmediata que surge desde una perspectiva humanística razonable ante ese desarrollo de técnicas biomédicas por todos reconocidos. Por desgracia, de los que realizan ese quehacer bioético, son pocos los que se enfrentan a esas preguntas.

Hechos, tales como el desarrollo de la ingeniería genética, con fines terapéuticos o manipulatorios de la especie humana, desarrollo de las técnicas de reproducción humana de laboratorio en sus múltiples posibilidades técnicas (inseminación artificial, clonación); desarrollo de las técnicas de trasplante de órganos y de intervención sobre las estructuras biológicas de la sexualidad; desarrollo de las técnicas de rehabilitación, de prolongación de la vida o de acortarla sin dolor. Todos ellos ocasionaron

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