Etapas de análisis territorial

Análisis territorial

Como norma general cualquier proceso de planificación estratégica parte de la realización de un diagnóstico socioeconómico del ámbito territorial de actuación, ya sea un municipio, comarca, mancomunidad, etc.

Cada localidad, presenta unas características determinadas y un entorno propio que determina sus posibilidades de desarrollo. Con carácter general, el entorno determina una tipología de Municipios y guarda relación a su vez con la articulación productiva y territorial de un ámbito espacial determinado.

Las Administraciones Locales antes de diseñar la política más adecuada para su Municipio, han de disponer de un análisis y diagnóstico que refleje la situación actual, social, económica y ambiental, en que se encuentra un territorio con el objetivo de determinar su posicionamiento respecto a otros territorios, detectar las fortalezas y debilidades que lo caracteriza y, de este modo, poder planificar actuaciones de cara a su desarrollo futuro.

Para ello se utiliza una serie de fuentes estadísticas, bibliográficas y técnicas de diversa procedencia (DAFO, sistema de indicadores, etc.), que se deben compatibilizar con la realización en un trabajo de campo que permita identificar las necesidades de los diferentes actores que intervienen en el proceso de desarrollo local.

La finalidad del análisis del territorio, en este caso, el municipio, es conocer, entre otras, las dinámicas demográficas, las características de los sectores y actividades económicas, la situación del mercado de trabajo, los equipamientos socioculturales existentes, los atractivos y potencialidades del territorio, su situación medioambiental, así como los recursos y organismos existentes para el fomento del desarrollo local (organismos de promoción, asociaciones empresariales, etc.) con el objetivo de determinar su posicionamiento respecto a otros territorios, detectar las fortalezas y debilidades que lo caracteriza y, de este modo, poder planificar actuaciones de cara a su desarrollo futuro.

La primera prioridad para conocer un territorio es adquirir una visión de conjunto del mismo, para comenzar a identificar nuevas oportunidades.

El segundo paso será realizar el diagnóstico de ese territorio para determinar aquello que hay que saber para actuar en dicho territorio y recolectar las informaciones necesarias para este fin.

Mientras más se conoce su territorio, mayor será la capacidad para poner en práctica un proyecto de desarrollo que se adapte al mismo. Una identificación acertada de los puntos fuertes y débiles de la zona (ventajas, vectores de innovación, principales inconvenientes, los elementos "desencadenantes" del desarrollo, etc.) facilitará el diseño de un plan de actuación que atienda a las demandas y necesidades detectadas en la fase anterior.

Para conseguir la

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