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Fin de Etapa, Análisis


Enviado por   •  26 de Marzo de 2017  •  Ensayos  •  2.325 Palabras (10 Páginas)  •  819 Visitas

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Análisis  Estratificado de la Obra Literaria

"Fin de Etapa"

Autor: Julio Cortázar

Por: Demi Tabilo Guerra

Sofía González Roblero.

Asignatura: Teoría Literaria II.

Introducción

Las siguientes páginas, dedicadas al cuento "Fin de Etapa" del escritor argentino Julio Cortázar, tienen como fin, profundizar, a base de un análisis en función de los estratos literarios (secuencial, agencial, indicial, narrativo), la teoría estructuralista del texto, de acuerdo a las premisas de Van Djik, y en la teoría de la recepción, teniendo en cuenta los aspectos semióticos, sugeridos por Umberto Eco, aprovechando la cantidad de símbolos que tiene el cuento presentado.

Con motivos humanistas, se plantea una tesis, de la cual reflexionaremos luego del posterior análisis del cuento. La tesis dice una propuesta de contemplación y búsqueda de la muerte, a través de un medio visual artístico, que en este caso, son los cuadros de pintura. Una búsqueda que se consuma.

Se considera dentro del análisis al movimiento surrealista, que es representado en la obra Fin de Etapa como un influyente rasgo corteziano, de la compleja realidad que crea entre el tiempo y el espacio, que se escapan de la objetividad, y vuelven, en un juego laberíntico, que pone al lector en un estado de ensimismamiento, sobre lo que es real y lo que es irreal.

  • Estrato Secuencial

La secuencia del cuento será examinada desde su estructura externa, acorde al orden de los párrafos, y según su estructura interna en la relación que existe entre un párrafo y otro, es decir, como un fin de combinación de secuencias y sus posibles motivaciones.

Párrafo 1:

Diana, la protagonista, que se encuentra manejando, se detiene sin una finalidad clara, en un pueblo que tiene una plaza fresca con un café, que ella describe como un paréntesis en el que entró con un suspiro de alivio.

Párrafo 2:

Diana se encuentra en el café y pide algo de beber, para luego ir a recorrer el pueblo. Contempla lo que ocurre a su alrededor, pensando que todo pasa como fuera de tiempo, en una dilación del tiempo. Entonces medita «Curioso que vivir pueda volverse una pura aceptación», al darse cuenta, que ella ya no sentía esa dicha. Piensa en sus años perdidos, y recuerda una canción.

Párrafo 3:

Decide ir ya a dar vueltas por el pueblo y ver las cosas como quien es visto por ellas. Se  encuentra con una exposición de arte, de un autor poco conocido, y entra. Le llama la atención el tamaño de los cuadros, que, además, le parecen fotografías.

Párrafo 4:

Diana recorre las salas, donde los cuadros son sobre una mesa desnuda, a veces una silla, y una luz rasante. Conforme avanza, aparece en los cuadros una figura, un jardín, y comprende que en todos los cuadros es la misma casa. Siente el silencio y soledad de las pinturas.

Párrafo 5:

Nota la presencia de más objetos en la casa presentada en los cuadros, pero sin dejar de sentirse hipnotizada por las mesas solitarias. Vuelve a la sala anterior y descubre más cosas.

Párrafo 6:

Vuelve a la segunda sala, para pasar a la siguiente, pero el guardia la interrumpe para avisarle que el museo cerraba, pero que volvería a abrir más tarde.

Párrafo 7 y 8:

Diana le pregunta al guardia si queda mucho por ver de la exposición, a lo que éste responde que sólo una sala, que cuenta con un cuadro, que si desea, puede entrar a verlo y él espera.

Párrafo 9:

Al no aceptar la oferta de ver el último cuadro, Diana se siente idiota y cree absurdo su interés por aquellas pinturas, pero luego se consuela pensando que el autor habría dejado el último cuadro solo, para ser apreciado por más tiempo.

Párrafo 10:

Diana visualiza el café a lo lejos, es mediodía, y recuerda a Orlando, quien hubiera ido al café. Su recuerdo le duele menos, no va al café, y recuerda tiempos en los que estaba Orlando. Pasea por el pueblo, hasta que llega a un enorme jardín con una casa abandonada, que se le hace muy parecida a la de la galería del museo, y siente como si ésta vez viera la casa desde afuera. Sin extrañeza entra a recorrerla.

Párrafo 11:

Recorre las salas, y lo único distinto era una puerta cerrada, que supone, era la sala del último cuadro, a la que ella aún no había entrado.

Al entrar a la última sala, ve una mesa que le parece más solitaria que todas las que había visto anteriormente, a la que se sumaba una silla. Decepcionada, se acerca a la mesa, se sienta, y fuma un cigarrillo. Escucha una risa, que cree es un pájaro o alguna rama. Se va pensando que es inútil seguir mirando o apurar el paso.

Párrafo 12:

En la calle le preguntan la hora, entonces piensa si será muy tarde para comer, pero ve al camarero de lejos, que la esperaba. Cree que no tiene sentido comer, y vuelve a recordar a Orlando. Lo hace por él. Paga, para ir al museo y comprobar la simetría de las cosas.

"lo peor en ella la obligaba a revisar eso que hubiera sido preferible asumir sin análisis, casi sin curiosidad, y que si no lo hacía iba a lamentarlo al final de la etapa cuando todo se volviera usual como siempre"

Párrafo 13:

Recorre deprisa las dos primeras salas, y siente que la luz de los cuadros entra también en ella. Espera a quedar sola y entra a la tercera sala. En el cuadro había una mesa, una silla, y una mujer sentada en ella. La mujer, además de tener la misma finalidad estética que la figura de los cuadros anteriores, le demostraba algo más.

 "la muerte ahí como una culminación del silencio, de la soledad de la casa y sus personajes, de cada una de las mesas y las sombras y las galerías"

Párrafo 14:

Sale a la calle, y se mete en el auto. Acelera, pero después baja la velocidad porque recuerda a Orlado y a los casetes de música que había dejado, los que ella escuchaba a pesar de atormentarse de recuerdos. Piensa que todo en su vida es simétrico, excepto el final de la galería del museo.

"lo mismo hubiera debido ocurrir en el museo donde la repetición se había dado maniáticamente, cosa por cosa, mesa por mesa, hasta la ruptura final insoportable, la excepción que había hecho estallar en un segundo ese perfecto acuerdo de algo que ya no entraba en nada, ni en la razón ni en la locura"

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