Citoesqueleto

Citoesqueleto.

El citoesqueleto tiene tres componentes principales: Microfilamentos o filamentos delgados, filamentos intermedios y microtúbulos.

El citoplasma de las células animales contiene un citoesqueleto, es una red tridimensional intrincada de filamentos proteínicos que se encargan de conservar la morfología celula. Además participa activamente en el movimiento celular.

Los filamentos delgados (microfilamentos) se integran de dos cadenas de subunidades globulares, actina G, enrolladas entre sí para formar una proteína filamentosa actina F. Tienen un grosor de 6 nm (5-7 nm) son filamentos delgados, muy abundantes en el músculo, la actina también se encuentra, aunque en menor cantidad, en el citoplasma de todas las células, donde constituyen un 5 a 30 % de las proteínas totales del citoplasma.

Movimientos producidos por microfilamentos:

a) Movimientos musculares.

b) Citocinesis: la separación de las células hijas al final de la mitosis (también llamada citodierésis)

c) Microvellosidades: Células del revestimiento del intestino delgado y de los túmulos contorneados del sistema urinario.

d) Movimientos morfogenéticos: son los movimientos que ocurren en los tejidos durante el desarrollo embrionario.

e) Movimiento ameboide: se presenta en células libres como amebas, macrófagos, leucocitos y fibroblastos.

Filamentos intermedios.

Son llamados así por su diámetro de 8 a 10 nm, son más estables que los microtúbulos y microfilamentos, permanecen por tiempo prolongado en las células. No participan de manera directa en la contracción muscular, ni en los movimientos de organelas, siendo primordialmente elementos estructurales.

Son abundantes en las células que sufren roce, como en la epidermis, en los axones de neuronas.

Las células que se multiplican muy frecuentemente, como en los cultivos y en los embriones muy jóvenes, están desprovistas de filamentos intermedios, también está ausentes en las células que producen mielina en el SNC.

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