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Clasificación De Las Plantas


Enviado por   •  17 de Julio de 2013  •  3.618 Palabras (15 Páginas)  •  409 Visitas

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CLASIFICACIÓN DE LAS PLANTAS

SEGÚN SU CONSISTENCIA (Desarrollo del Tallo)

- Herbáceas: son aquellas plantas cuyos tallos, independientemente de su tamaño, no han desarrollado estructuras leñosas por lo que su consistencia es más o menos blanda, tierna, flexible y jugosa. A la mayoría se las conoce como hierbas (aunque el término hierba se refiere a las herbáceas que mueren después de su estación de crecimiento). Las plantas herbáceas pueden ser anuales, bianuales, perennes o vivaces.

- Leñosas: son aquellas plantas cuyos tallos, independientemente de su tamaño, han desarrollado estructuras leñosas por lo que su consistencia es dura y rígida. A la mayoría se le conoce como árboles o arbustos y a otras como matas. Las plantas leñosas sólo pueden ser perennes.

- Semileñosas: están entre los dos anteriores y son aquellas plantas cuyos tallos han desarrollado una estructura de consistencia intermedia entre herbácea y leñosa.

- Suculentas: son aquellas plantas con tallos verdes, que realizan la fotosíntesis, son esponjosos, poco consistentes y que están especializados en almacenar agua. Los cactus y crasas son suculentas.

SEGÚN SU CICLO DE VIDA LAS PLANTAS HERBÁCEAS PUEDEN SER:

- ANUALES: Son aquellas herbáceas cuyo ciclo vital completo se desarrolla dentro de una única estación de crecimiento. Se las conoce como plantas de temporada. En un mismo año las semillas germinan, se forman todas las partes vegetativas de la planta (raíz, tallos y hojas), se produce la floración y formación de nuevas semillas y la planta muere, por lo general con los primeros fríos. Las semillas son altamente resistentes al frío y la desecación. Dependiendo de la especie a la que pertenezcan, las sembraremos a principios de año en recipientes, resguardadas de la climatología, o directamente en el suelo si pueden resistir el frío. Se utilizan principalmente para los parterres y macizos de temporada. Ofrecen mucha versatilidad al jardín, ya que se puede variar todos los años de especie, color o altura, según la planta que elijamos. Se colocan muy juntas entre ellas para que la floración sea aún más exuberante. Se pueden subdividir en resistentes (generalmente se siembran en primavera en el lugar definitivo que van a ocupar porque resisten las condiciones adversas del clima), semi-resistentes (generalmente no resisten las heladas por lo que se siembran previamente en un emplazamiento protegido y después se llevan al lugar definitivo sin riesgo de fríos intensos) y susceptibles (generalmente no soportan ni siquiera los fríos ligeros por lo que deben estar en interiores o invernaderos). Entre otras plantas son anuales: Agerato, Alegría de la casa, Amaranto, Antirrino, Calendula, Celosías, Cosmos, Alhelí amarillo, Girasol, Petunia, Tagetes, etc.

- BIANUALES O BIENALES: son aquellas que precisan dos estaciones de crecimiento para completar su ciclo vital, que se da en dos fases. Tras la germinación se forman un tallo corto, una roseta de hojas próximas al suelo y una raíz normalmente modificada para almacenar alimento, al llegar el frío el desarrollo se detiene y la planta pasa el invierno en estado de latencia. Una vez pasado el frío moviliza las reservas almacenadas, florece, fructifica y forma nuevas semillas después muere. Como las anuales son herbáceas. Se siembra al final de la primavera o durante el verano. Algunas de las plantas de temporada que se utilizan en el jardín son bianuales, aunque debido al clima suelen morir en una sola temporada porque no aguanta las sequías o las heladas. Entre otras plantas son bianuales: Alcaravea, Angelica, Campanula rapunculus, Digitalis purpurea, Onagra, Pensamiento, Viola Cornuta, etc.

SIEMBRA DE ANUALES Y BIANUALES

Podemos sembrar directamente en la tierra o en macetas, pero se han de cumplir tres condiciones indispensables: un suelo apropiado, calor y humedad. Las semillas germinarán mejor en una tierra rica, que la compraremos o la prepararemos mezclando tierra negra, arena y turba.

- Si la sembramos en recipientes, primeros cubriremos el fondo con una capa de gravilla, para garantizar el drenaje. Después, rellenaremos el recipiente con el compuesto de tierra hasta 1 o 2 centímetros del borde. Nivelar el substrato y esparcir las semillas con la mano. Las Cubriremos con un espesor de substrato similar al diámetro de éstas. Si son muy finas, simplemente las asentaremos. Si las semillas son gordas, primero haremos en el substrato, unos pequeños surcos separados 3 centímetros entre sí, colocaremos las semillas y las cubriremos. Una vez hayamos hecho la siembra colocaremos el recipiente dentro de otro que contenga agua para que la humedad suba por la tierra hasta la superficie. Cuando el substrato ya esté húmedo, lo sacaremos y lo cubriremos con un cristal. Para evitar que se formen gotas de condensación, colocaremos una cuña de madera entre el recipiente y el cristal. Colocaremos el recipiente en un invernadero o algún lugar resguardado del frío y del aire, las semillas captarán el calor y acabaran germinando con la luz. Las semillas las regaremos con un pulverizador creando una fina lluvia. Si el sol es demasiado fuerte protegeremos la maceta. Cada día debemos lavar el cristal y colocarlo en una posición diferente. Cuando el recipiente se haya quedado pequeño o las plantas ya tengan un tamaño que nos permitan su transplante, las repicaremos y levantaremos la tierra con cuidado para extraerlas. Las plantaremos en un recipiente de mayores dimensiones con una separación entre sí de 5 centímetros Haremos agujeros y colocaremos las plantas y la tierra a su alrededor. Después las regaremos. Cuando las plantas estén lo suficientemente desarrolladas, tengan más de 6 hojas o un grosor de tallo adecuado, las cambiaremos a tiestos con turba comprimida que colocaremos en una habitación sin calefacción pero con buena ventilación y claridad. A mediados de mayo podemos trasladarlas al exterior.

- Para sembrar en plena tierra deberemos preparar antes el suelo. Removeremos la tierra con una pala en otoño aproximadamente unos 30 centímetros Si la tierra es pobre añadiremos estiércol o los productos necesarios para su corrección. En primavera, rastrillaremos ligeramente para nivelar la superficie y eliminar piedras y raíces. Marcaremos unos pequeños surcos en línea recta y paralelos entre sí, y colocaremos las semillas mezcladas con un poco de arena. Una vez sembrada toda la superficie, las cubriremos con una fina capa de humus y las hundiremos un poco con el rastrillo. Con la parte plana del rastrillo aplanaremos la tierra y la regaremos ligeramente con un pulverizador. Hasta el momento de la germinación

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