Clonación

3.1.4.4 Clonación

“Clonación (del griego Klon = retoño) es la producción artificial y asexuada de células o individuos genéticamente casi idénticos a otros ya existentes.”

De acuerdo a la intención buscada, puede decirse que existen dos tipos de clonación: la reproductiva y la terapéutica.

En el caso de la clonación reproductiva, lo que se busca es generar un individuo genéticamente idéntico al original. En el caso de la clonación terapéutica, el objetivo es la obtención de órganos o células sanas idénticas a las del individuo clonado, con el fin de poder trasplantarlas a éste para sustituir las células enfermas.

Hay varios tipos de clonación, de acuerdo al método usado:

1. “Partición (fisión) de embriones tempranos: analogía con la gemelación natural. Los individuos son muy semejantes entre sí, pero diferentes a sus padres. Es preferible emplear la expresión gemelación artificial, y no debe considerarse como clonación en sentido estricto.

2. Paraclonación: transferencia de núcleos procedentes de blastómeros embrionarios o de células fetales en cultivo a óvulos no fecundados enucleados y a veces, a zigotos enucleados. El “progenitor” de los clones es el embrión o feto.

3. Clonación verdadera: transferencia de núcleos de células de individuos ya nacidos a óvulos o zigotos enucleados. Se originan individuos casi idénticos entre sí (salvo mutaciones somáticas) y muy parecidos al donante (del que se diferencian en mutaciones somáticas y en el genoma mitocondrial, que procede del óvulo receptor).”

El método más conocido, es el último. Este fue el procedimiento seguido en el caso de la oveja Dolly.

Pues bien, ¿cuál es la valoración ética de la clonación?

En el caso de la clonación reproductiva animal, es lícita para investigación científica si se respeta el principio de proporcionalidad, es decir, que sea mayor el bien obtenido que los posibles efectos malos que puedan producirse, como la explotación científica, peligros ambientales y daño a la biodiversidad.

En el caso de la clonación reproductiva humana, podemos afirmar contundentemente que siempre y en cualquier circunstancia, es éticamente ilícita y reprobable, pues

1. Atenta contra la identidad individual y única de cada persona

2. Manipula al ser humano tratándolo como un objeto, pues el clon se convierte en un instrumento u objeto concebido como medio para otra cosa.

3. Se concibe a un individuo fuera del ambiente natural de amor y donación que merece.

¿Qué pasa en el caso de la clonación terapéutica?

En este caso, el punto de partida son las “células madre”, pues son las que permiten la obtención de tejidos saludables para trasplantar al enfermo. Nuestro juicio ético, dependerá del modo como son obtenidas estas células.

Las células madre embrionarias, se pueden conseguir de un embrión cuando está en estado de “blastocito”, pero esto implica que para obtenerlas, se mata a ese ser humano en gestación. Obviamente eso es éticamente perverso, pues se “produce” un individuo para usarlo como “medicamento” y se le asesina para curar a otro.

Las células madre adultas o de individuos ya nacidos, se encuentran en la médula espinal, la placenta o el cordón umbilical de los recién nacidos, de modo que podrían obtenerse sin dañar a nadie y por supuesto esto sería éticamente admisible.

Siempre será totalmente contrario a la dignidad humana, manipular y usar a una persona, en este caso como pieza de repuesto, pues toda persona debe ser tratada como un fin y nunca como un medio.

Para comprender los efectos que el proceso de ingeniería genética, conocido como clonación, puede tener en el ámbito social, es útil recuperar la teoría de sistemas propuesta por uno de los

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