Concepciones Utopicas

Las Concepciones Políticas delos Socialistas utópicos: Meslier, Morelli

La expresión "utopía" significa plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable ya desde el mismo momento de su formulación.

Durante el siglo XVIII aparecen también en Francia las ideas del socialismo y comunismo utópicos. Con el desarrollo de la burguesía crece también numéricamente el proletariado, la evolución de las empresas privadas era inconcebible sin el acrecentamiento de la clase obrera. En medio de las grandes contradicciones, diversos hombres de vanguardia en Francia comienzan a meditar acerca de las causas de las calamidades de que son víctimas los trabajadores, y también acerca de los medios para eliminarlas.

Loa anhelos eran confusos, sus ideas estaban dictadas por las ideas primitivas acerca de la igualdad y los traducían en las reivindicaciones, groseramente igualitarias y rigurosamente ascéticas, sobre la organización de las relaciones sociales.

Meslier (1664 _1773). Nació en la aldea de Maienn en Champaña en la cual fue designado sacerdote y donde posteriormente murió de manera trágica en defensa de los campesinos. Se presenta antes que nada en Francia, en el siglo XVIII con las ideas del socialismo utópico.

Meslier es autor de una obra que lleva por título Testamento siendo divulgada en forma manuscrita, se publicó por primera vez en el año de 1864, marca a fuego iracundamente el mal y la injusticia reinantes en el mundo, su testamento constituye una acusación contra la sociedad feudal, fustiga como indigno el régimen de servidumbre feudal de su país, denunciando la implacable opresión de que se hacía victima el campesinado

Considera que la religión desempeña un importante papel en la conservación y divulgación de estos peligrosos extravíos, su testamento es una apasionada inculpación a los prejuicios religiosos, una rigurosa acta de acusación contra el clero. Pone al desnudo todas las extravagancias de la religión, sus absurdas y supersticiosas prescripciones y ceremonias y los falsos e imaginados misterios. Todas las religiones dice solo son extravíos, ilusiones y engaños. La religión cristiana según él tampoco es una excepción en este aspecto, considera que sus dogmas son especialmente absurdos ridiculiza el culto a los iconos y la creencia en milagros, dice tolera, aprueba e incluso fomenta los abusos contrarios a la equidad y a la buena dirección, consienta y alimenta muchas vejaciones injustas.

En el espíritu de la teoría del derecho natural, Meslier afirma que todos los hombres son iguales por naturaleza, tienen derecho a la libertad y a su parte en los bienes terrenales, pero al mismo tiempo rebasando los límites de las concepciones burguesas añade que todos deben dedicarse a un trabajo útil.

Condena rigurosamente la situación en la cual unos cuantos concentran en sus manos todos los bienes y placeres, y, otros los más; todos los pesares, preocupaciones, alarmas, amarguras e incomodidades de la vida.

Pone al desnudo la estupidez de las usuales ideas acerca de la nobleza. Esta, de la cual se jactan los feudales, solo significa que sus antecesores fueron opresores feroces y ávidos de sangre, tiranos, traidores pérfidos, transgresores de la ley social, ladrones y parricidas.

Considera que el segundo es la existencia dentro de la sociedad de un gran número de pudientes haraganes que se dan una buena visa a expensas del trabajo ajeno.

Meslier critica las bases del régimen existente y reprueba la propiedad privada, cuya existencia considera como uno de los abusos admitidos y legalizados en casi todo el mundo. Propone organizar la vida de la sociedad sobre principios comunistas. Todos los habitantes de una sola localidad deben constituir una sola familia, vivir pacíficamente en comunidad disponer de la misma alimentación, disponer igualmente de buena vestimenta y calzado y de buenas viviendas.

En las condiciones de Francia, en su época, las fuerzas productivas aun no estaban desarrolladas al extremo de poder asegurar la distribución conforme a las necesidades, y el proletariado llamado a emancipar a la humanidad de toda explotación.

Lleno de indignación habla de los reyes que como si fueran dioses, se erigen en soberanos ilimitados que dominan a todos. La primera condición para liberarse del mal es liberarse de la sumisión a los dogmas de la religión y de la moral cristiana, en ese tiempo aún no estaba maduro ni aparecía en la palestra histórica como fuerza independiente

Las ideas del comunismo utópico fueron desarrolladas en Francia, en ese

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