Conflicto de intereses

En la edad media, los judíos a quienes se les había decretado como propiedad del rey, cumplían un rol muy importante en el sector financiero de la sociedad de aquella época. Dentro del cristianismo el préstamo de dinero estaba prohibido, es por esto que los judíos eran quienes hacían negocios y prestaban dinero a los cristianos.

Las tasas de interés que cobraban los judíos eran muy altas, a niveles de usura, las cuales les permitió ganar mucho dinero, sin embargo, los impuestos que debían pagar al rey eran altos, lo cual terminaba empobreciendo a los judíos.

La usura ha existido desde hace varios lustros, y en la obra de Shakespeare se hace presente. Los altos intereses y la necesidad de las personas por obtener ciertas cantidades de dinero que necesitan o desean con algún fin especifico, y la incapacidad de pago de los deudores ocasiona que las personas no puedan saldar sus deudas. Como se puede ver en la película, los prestamistas pueden llegar a límites insospechados, como cobrar multas tan artes como la vida misma, pueden ser crueles y codiciosos. La multa que tenía el contrato entre Shyloch y Antonio, una libra de la carne de su cuerpo, es un ejemplo de ellos, en donde es impensable que pagar este precio no implique la muerte, porque no se puede cortar un solo tejido del cuerpo sin que este presente la sangre.

Pero en este caso, el judío tenía un cierto conflicto de interese por un lado estaba el préstamo de los ducados sin intereses a Antonio, por el otro su deseo de venganza por las ofensas de Antonio a su persona, típica consecuencia de las características racistas de la época. En este momento de la historia en especial, los judíos eran humillados y despreciados.

Hoy en día la humillación, el desprecio, la discriminación y la usura están tan presentes en la sociedad como en los años de William Shakespeare. Muchas personas pagan intereses muy altos por el préstamo de dinero que al final se vuelven impagables. Así sea muy pequeña el monto, los intereses que se pagan son 2, 3, 4 veces más de este valor, lo cual pone en aprietos económicos a los deudores quienes pagan con sus bienes o hasta con su vida en el caso de los prestamistas informales.

Es muy frecuente, que las personas recurran a ellos en el momento de necesitar dinero, ya que no deben presentar tantos requisitos como en una entidad financiera, pero al fin de cuentas ambos terminan siendo igual de verdugos del deudor, la única diferencia está en la forma de cobrar la multa del contrato. Mientras las entidades financieras recurren a quitarte todos tus bienes, el prestamista puede dejarte sin tu vida.

Como se puede ver, las cosas siguen igual, solo ha cambiado la época, los roles son los mismos, el racismo continua y la usura ya no es relacionado a un grupo

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