Contaminacion del mundo

Introducción

        La urbanización y la globalización van de la mano con la contaminación del mundo. La causa de estos sucesos es, principalmente, el gran deseo de las sociedades de convertirse en altos productores. Estas conductas, consecuentemente, ha conllevado a una inevitable condena, una condena que pone en riesgo nuestras vidas, las vidas humanas.

        La gran demanda de productos del mundo cada día, cada hora va en aumento, lo cual causa que las fábricas aumenten su marcha; por lo tanto, aumentan los desechos y la contaminación también se incrementa.

        La contaminación siempre ha existido, eso no es algo de ocultarse. Por ejemplo, tomemos la revolución industrial. Desde este gran suceso, el mundo ha sufrido incontables cambios. Por supuesto que hubo cambios que ayudaron enormemente a la humanidad, pero al mismo tiempo, hubo cambios que la perjudicaron. La contaminación al ambiente desde entonces ha aumentado exponencialmente. Tomemos un minuto de nuestro tiempo para analizar esta palabra, "exponencialmente": no es una relación multiplicativa, ni mucho menos una relación sumatoria; es una relación exponencial, lo cual quiere decir que se aumenta en sí mismo, y después de aumentarse, se vuelve a aumentar en sí mismo, y así sucesivamente. Hoy en día sufrimos los cambios que esta relación exponencial ha traído al México y al mundo.

        Las fábricas y los productores no se fijan en los daños que le causan a nuestro planeta. Lo que ellos quieren es simple: ser mejor que la competencia para poder generar más ganancias. Esto es algo éticamente discutible, pero la conclusión final se inclina al hecho que no está bien y que es un acto egocéntrico, deshonesto e insolidario.

        Albert Einstein menciona, "nuestra tarea debe ser vivir libres, ampliando nuestro círculo de compasión para abarcar a todas las criaturas vivientes y la totalidad de la naturaleza y su belleza" (Einstein, 1915). Esto quiere decir claramente que debemos mantener una visión a futuro para tener un desarrollo sustentable. De lo contrario, podríamos acabar con la naturaleza y su belleza.

        El proverbio indoamericano nos dice que solo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado y el último pez atrapado, la gente se dará cuenta que el dinero no es comida. La concientización es algo que la gente de la modernidad carece. Consecuentemente, si no se tiene conciencia de lo que pasa con nuestro mundo, ¿cómo se sabrá qué acciones tomar para salvarlo? Por esto, las campañas de concientización ambiental ya son una realidad y cada día crecen, lo cual es bueno ya que así la gente sabrá que la naturaleza no es para siempre y que, en efecto, se está acabando.

        Con tantos cambios perjudiciales hoy en día, grandes compañías han decidido poner en marcha planes para arreglar lo que en un principio descompusieron. Por ejemplo, Fujio Cho, presidente honorario de Toyota Motors, mencionó años atrás que "los coches respetuosos con el medio ambiente pronto dejarán de ser una opción, se convertirán en una necesidad" (Cho, 2002). Esto es un gran ejemplo de acciones para salvar nuestro planeta. Más compañías deberían crear planes alternativos para sus productos, que no afecten directamente sus ventas, que sean innovadores, y que al mismo tiempo beneficien (o no perjudiquen tanto) al medio ambiente.

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