¿Cómo empezó la vida?

¿Cómo empezó la vida?

Miguel Ángel Ramírez Bernardo

En este tercer capítulo, nos da a entender la composición de un virus o microbio, es decir formas de vidas sumamente volátiles y sencillas, en otras palabras que no requieren grandes o complejos procesos biológicos para su existencia.

Sin embargo este tipo de formas que se llegaron a considerarse fáciles y al estudiarlo terminaron siendo formas complejas de existencia animal, debido a la gran cantidad de células que se requieren para su compensación, esto en comparación al microscópico tamaño de estos seres, de esta deducción se parte para dar a conocer en este maravilloso libro, la gran magnificencia del cuerpo humano por medio del ADN, y las miles y de miles de bases químicas que se requieren para el funcionamiento de nuestro cuerpo, discutiendo que resulta una posibilidad prácticamente imposible, que este complejo sistema de transformaciones químicas con que cuenta nuestro cuerpo que no sea Dios quien actuó para que nosotros podamos existir y  surgiéramos de la nada, ilustrándolo por la siguiente metáfora: “es como si tuviéramos en un hangar de avión, todas las piezas de un avión, y pasara un tornado y esperásemos que después del paso de este, encontrásemos un avión armado y en perfectas condiciones de funcionamiento”.

Nos deja ver la amplitud y complejidad que la idea de la evolución representa para el pensamiento humano, y la exclusiva necesidad de presentar que el origen de la vida, no tiene otra explicación más que una creación diseñada por un ser superior ya que la creación de una persona y de cómo está constituido nuestro cuerpo y como se relaciona cada molécula es indescriptible e inexplicable con teorías humanas, en este capítulo podemos ver que solo una persona pudo y tiene el poder para poder realizar este tipo de trabajo microbiológico para tal perfección.

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