DESTRUCCIÓN DE LA SELVA LACANDONA

La Selva Lacandona es una de las reservas ecológicas más importantes de México pues alberga una gran cantidad de flora y fauna, sin embargo, la deforestación provocada por el ser humano podría provocar su futura desaparición. Entre los años 300 y 900 nació en esta selva de Chiapas una de las más grandes civilizaciones de Mesoamérica: la maya. Sin embargo, tras su desaparición; la Selva Lacandona quedó relativamente despoblada hasta la primera mitad del siglo XIX, cuando ciertas industrias madereras; en su mayoría extranjeras, se establecieron a lo largo de los ríos navegables e iniciaron un intensivo proceso de explotación de cedro y caoba. Después de cierto tiempo, la extracción de madera se incrementó aún más hasta el año 1949, cuando un decreto del gobierno puso fin a la explotación de la selva tropical lluviosa, buscando resguardar su biodiversidad y fomentando las áreas protegidas en Chiapas. Sin embargo, comenzó entonces un grave proceso de colonización y la llegada de campesinos con falta de experiencia en bosques tropicales; ocasionó que se deteriorara todavía más y empezara a estar la Selva Lacandona en peligro.

CAUSAS DE SU DESTRUCCIÓN

La primera causa de la destrucción de la Selva Lacandona fueron las monterías, que deforestaron desde Guatemala hasta Tabasco, las personas se aprovechaban de cierta ley que permitía denunciar como propios algunos terrenos desconocidos hasta por 2500 hectáreas y que ocasionó que empresas privadas penetraran la selva para explotar palo de tinte, caoba y cedro. Hacia 1892 la caoba lacandona tuvo tal auge que comenzó a fluir en grandes cantidades. Debido a su demanda fue conocida como la época de oro de la caoba.

Muchas compañías se expandieron o iniciaron sus actividades de extracción mediante contratos de arrendamiento y explotación. Estas empresas ocasionaron daños irreparables a la selva. Con el uso intensivo de maquinaria pesada, la apertura de grandes brechas hacia zonas inaccesibles y la instalación de enormes campamentos, fueron sin duda las mayores causas que devastaron la Selva Lacandona; junto con la ganadería y el auge petrolero. Se tiene la cifra de que entre 1860 y 1960 se deforestaron 665 mil hectáreas de selva de las 1.6 millones existentes. En dicha área se conserva la mayor biodiversidad de México por lo cual se perdería una valiosa parte del patrimonio natural. Hasta ahora todos los decretos y programas propuestos para la conservación de esa zona, no han dado resultados óptimos ni sustentables.

En lo personal, considero que esta situación pudo haberse evitado pues todo comenzó cuando el gobierno y los mismos residentes de dicha zona permitieron la tala de árboles, no hubo un límite. La situación puede analizarse de distintas perspectivas, pero siempre se arriesgara algo más, por ejemplo, debido a la alta explotación de los bosques de la región lacandona, se estableció

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