Darwin Loosing Our Minds

Este capítulo del libro examina cómo el lenguaje contribuye a la inteligencia, pero es en el punto que abordan las habilidades críticas que el lenguaje nos concede que creo que hacen afirmaciones sin fundamento. Mientras que el lenguaje es fundamental para la transmisión de conocimientos, I'e aún no se ha convencido de que el lenguaje precede necesariamente las capacidades cognitivas.

Aunque hay muchas formas en que se han tratado de separarse de sus predecesores evolutivos, uno de los principales medios ha sido citar nuestra capacidad de producir y comprender el lenguaje. El propósito de este capítulo pretende iluminar cómo el lenguaje contribuye a la inteligencia. ¿Es posible que muchas de las hazañas consideramos único con el ingenio humano y los esfuerzos humanos sólo están hechos posiblemente por nuestra capacidad de producir y comprender el lenguaje?

¿Hemos de suponer que las grandes obras de ingeniería realizadas por hormigas y arañas significa que comparten las mismas facultades mentales que hacemos? Es probable que no promovería la idea de que sólo porque es sólo en los últimos meses que hemos logrado la capacidad de producir seda de araña en una escala comercial que las arañas tienen una capacidad mental más que nosotros. Es intuitivo que las grandes hazañas aún especializados que los animales son capaces de lograr no son equivalentes a las formas imaginativas y flexibles en los que somos capaces de utilizar las capacidades de nuestro repertorio conductual para superar nuevos obstáculos y alcanzar metas.

El autor comienza por tratar de discernir pasos en nuestra historia evolutiva que nos brindan las capacidades mentales que tratamos desesperadamente de definir y utilizar como medio para separarnos del resto de los organismos en el espectro evolutivo. Tratan de responder a las preguntas de por qué no hay aparentemente bisiestos entre nosotros y nuestros antepasados inmediatos. ¿Este abismo entre realidad existen nuestras capacidades mentales o es una cuestión de perspectiva? El autor pretende que en un principio surgió una situación en la que las presiones ambientales favorecieron un fenotipo sobre otro. En esencia, el propuesto y la idea de que es congruente con el darwinismo. En última instancia, a través de probabilidad, estas presiones conducen a los animales que exhiben plasticidad fenotípica. La mejor analogía que tengo para los organismos que presentan plasticidad fenotípica es la aparición de organismos donde somos testigos adaptación o evolución dentro del organismo individual en lugar de a través de generaciones. Este es quizás uno de los puntos de inflexión más críticos de nuestra historia evolutiva. El autor sugiere que el siguiente peldaño de las especies, en lugar de la prueba de inmediato soluciones en su repertorio conductual son capaces de eliminar las conductas que tienen menos probabilidades de tener éxito en un caso particular. Él cita una cita de Sir Karl Popper dice que esta capacidad "permite hipótesis a morir en nuestro lugar". Esta capacidad coloca tales criaturas anteriores criaturas skinnerianos cuyas soluciones se prueban inmediatamente de una manera de ensayo y error. Presumiblemente, esto resulta de una estructura interna que nos proporciona las capacidades cognitivas que proporcionan un filtro a través del cual no da sólo las soluciones con el más alto grado de posibilidad de éxito. Este "ambiente interno"

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