Donde Esta La Franja Amarilla

TRABAJO COLABORATIVO

¿DÓNDE ESTA LA FRANJA AMARILLA?

No. 3

Presentado por:

Carlos Fernando Foronda C.C: 1033650414

Monica Liceth Ossa CC: 1033339253

Leidy Johanna Rocero Murcia C.C: 1032442165

Yury Andrea Riobueno Villalobos C.C: 1032444048

Presentado a:

Liliana Camargo

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA

PROGRAMA DE INGENIERIA INDUSTRIAL

CEAD ACACIAS

Puerto Gaitán Meta

12 de Noviembre del 2011

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene como finalidad a retomar y hacer un autoanálisis de nuestra vida cotidiana de la Cultura Política que vivimos día a día en nuestro entorno, donde tomamos conciencia de que en nuestro país no existe democracia, donde las elecciones en la mayoría de los casos no se juega limpio.

Por otro lado existen sistemas de gobiernos, en donde la plata es para la gente rica y dia a dia los pobres son más miserables, porque no existe oportunidad de trabajo para los estratos de bajos recursos.

¿DÓNDE ESTA LA FRANJA AMARILLA?

“La visible pasividad de la sociedad colombiana alarma a los visitantes.”

Esta es una de los problemas mas visibles que afronta la sociedad colombiana, somos buenos para todo menos para reclamar lo que por derecho nos pertenece; si recordamos que unos retos que se deben afrontar es la de vencer la cultura de la impotencia (modulo Pág.79) creo que estamos caminando por autopistas sin rumbo enceguecidos por el poder y el entretenimiento, hoy en día se repite la historia, los españoles colonizadores se llevaron un gran parte de nuestra riqueza, hoy los gringos colonizadores arrastran con lo que lo que a quedado, compran nuestras conciencias. Y nosotros seguimos sonriendo ante el espectáculo del futbol, y las novelas televisivas parece que lleváramos tapaojos como una bestia que se quiere entrenar para el servicio a un amo.

“¿cómo reprochar a los otros países que defiendan sus intereses y que piensen en primer lugar en sus conveniencias?”

Es sorprendente como nos alistamos para recibir unos TLC que ni siquiera entendemos, somos un país de campesinos, somos del campo y vivimos por el campo, el colombiano del común y los gobernantes a si lo deberían de entender, claro esta que no se le puede reprochar a ningún país que defienda sus intereses y los ponga por encima de los demás, lo verdaderamente reprochable es que pongamos por encima de nuestro país a otro y defendamos los intereses ajenos, la patria tiene el símbolo de pesos pintado en la frente.

“¿con qué derecho podrán protestar cuando les llegue el turno

de ser expropiados, en la hora inmisericorde de los resentidos y de sus machetes?”

esta si es una noción que se puede demostrar fácilmente, bastaría con hablar de tanto grupo al margen de la ley que en este país sobra, y que sin ninguna duda se fundaron por la desigualdad, falta de educación y comida, comida que aunque en este país de campesinos sobra, no llega a las mesas de los colombianos y de sus hijos que ven como una alternativa arrebatarle al estado y a los ordeñadores del heraldo publico lo que por derecho les pertenece, en su defecto, aquello que el estado no les a querido brindar, estos so los inconformes

Hoy “se a dado de baja” a Alfonso Cano comandante de las FARC; una de esas personas que como dice Ospina estaba resentido y avía cogido el machete…

Por otra parte existe un punto de vista diferente puedo hablar de mi país ya que en la historia podemos ver muchos tipos de situaciones.

Ante los permanentes hechos violentos que se repiten en nuestro país cada vez las esperanzas de paz parecen desvanecerse, siempre nos quejamos, nos desesperamos y hasta pensamos en abandonar la causa.

“Pero” que hacemos nosotros desde nuestros hogares, desde nuestros puntos de trabajo. Hagamos prevalecer el dialogo sobre la violencia, la razón sobre los rencores, reconciliémonos y no permitamos que el pesimismo se aproveche de nuestro propósito de concebir el nuevo país que todos queremos, la vida, la salud, un trabajo digno y la posibilidad de ayudar a quienes lo necesitan. Pintemos nuestro país de colores, cantemos, vivamos un poema, donde la paz reine por nuestros ríos y mares donde las aguas sean cristalinas.

Vivamos “la paz en Colombia”.

Debemos sentirnos orgullosos de pertenecer a estas lindas tierras y sobre todo de ser colombianos, y mucho más de ese escudo que llevamos en el corazón.

La historia de Colombia es la historia de una prolongada postergación. Aventura digna de ser vivida, aquella por la cual los colombianos tomemos verdaderamente posesión de nuestro territorio, tomemos conciencia de nuestra naturaleza -una de las más hermosas y privilegiadas del mundo-, tomemos conciencia de la magnífica complejidad de nuestra composición étnica y cultural, creemos lazos firmes que unan a la población en un orgullo común y en un proyecto común, y nos comprometamos a ser un país, y no un nido de exclusiones y discordias donde unos cuantos privilegiados, profundamente avergonzados del país del que derivan su riqueza, predican día y noche un discurso mezquino de desprecio o de indiferencia por el pueblo al que nunca supieron honrar ni engrandecer, que siempre les pareció "un país de cafres", una especie subalterna de barbarie y de fealdad.

Por otro lado según esta franja de William Ospina dice verdades muestra la verdadera situación en Colombia, porque se ve Colombia tan acorralada por la crisis social; por qué vive una situación de violencia creciente tan dramática, por qué hay allí tanta injusticia,

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