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EJERCICIO ASOCIADO A LA INMUNOLOGIA: CALIDAD DE VIDA DEL ATLETA

ANYELALUCIADocumentos de Investigación7 de Noviembre de 2016

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EJERCICIO ASOCIADO A LA  INMUNOLOGIA: CALIDAD DE VIDA DEL ATLETA

Autores: Anyela Anaya Novoa y Lauren García Lozano

RESUMEN

En esta investigación se revisa la influencia del ejercicio en los estados: físico, mental y psicológico estables, debido a que el entrenamiento influye en el buen funcionamiento de los sistemas del cuerpo humano, entre estos, el sistema inmune.

Además el ejercicio proporciona un aumento de la inmunidad de una persona, ejerciendo funciones importantes en la liberación de factores anti-inflamatorios. Esto en la práctica médica es de gran relevancia  ya que se deben conocer las razones por las cuales se le recomienda la realización de actividad física a los pacientes; todo esto con el fin  de disminuir la predisposición a patologías codificadas genéticamente o con alta prevalencia de manifestarse por las condiciones del entorno.

La actividad física juega un papel importante en mantener la homeostasis dentro del organismo humano y generar una mejor condición de vida de las personas, incluyendo en la etapa de envejecimiento, ya que disminuye factores degenerativos como lo son TNF, ROS,  CD14+CD16+, BDNF, interleucina-1 (IL-1), interleucina-6 (IL-6), interleucina-10 (IL-10),  los cuales predisponen a enfermedades como la demencia, el deterioro cognitivo y las alteraciones del sueño. Por esta razón se puede considerar el ejercicio como una herramienta indispensable para la correcta función de mecanismos neuroprotectores en personas mayores.

En conclusión se debe  implementar un tratamiento al que todos puedan tener acceso, siendo la prevención más importante que la rehabilitación. Este sería la actividad física específica y personalizada en cada persona, la cual ayuda a disminuir el riesgo a padecer enfermedades características en la edad senil.

Keywords: Sistema inmune, Terapia por ejercicio, Agentes antiinflamatorios, Envejecimiento, Degeneración nerviosa.

INTRODUCCIÓN

La actividad física es un proceso que refuerza a largo plazo  las defensas biológicas, disminuyendo la oxidación, inflamación e inmunología que son los que generan muchas enfermedades. Su mecanismo de acción es producir fatiga transitoria para obtener supercompensaciones de sistemas biológicos relacionados, generando una respuesta inflamatoria, que provoca activación y reclutamiento de células proinflamatorias al sitio afectado para  volver al estado de homeostasis.2 Estos son producidos por macrófagos residentes en los tejidos (fundamentalmente muscular), y por linfocitos T, como a través de moléculas con propiedades antiinflamatorias que participan en el control y finalización de las respuestas inflamatorias desencadenadas. En muchas patologías la inflamación es el síntoma principal (ej. patologías reumáticas como la artritis reumatoidea o el lupus eritematoso sistémico), sin embargo, se han descrito factores endógenos que funcionan como antiinflamatorios dependientes del ejercicio físico, siendo el tejido más susceptible a la inflamación el musculo, el cual también libera proteínas (mioquinas) que realizan la función contraria (antiinflamatorias), además de mejorías a largo plazo en factores de riesgo cardiovascular, obteniendo un efecto antiinflamatorio indirecto. Es cierto que el ejercicio ha sido tradicionalmente catalogado como un estímulo proinflamatorio, datos de estudios observacionales demostraron concentraciones inferiores de marcadores inflamatorios en pacientes que reportaban realizar actividad física de manera más frecuente e intensa. Estas pueden ser: IL-6, IL-7, LIF, BDNF, IGF1, FGF2, entre otras.[1] Los niveles de ejercicio físico moderado, aumentan la proliferación linfocitaria en varios sitios de la mucosa, mientras que el ejercicio intenso hace el efecto contrario. Por esto, los anticuerpos como la inmunoglobulina A (IgA) se liberan en ejercicio físico moderado y aerobio, protegiendo contra infecciones. La respuesta de las citoquinas durante o después del ejercicio, es diferente de la respuesta que se produce por una infección severa.

Los factores antiinflamatorios en exceso por ejercicio intenso, así como los  trastornos del sueño y el estrés, generan inmunosupresión. Esto se relaciona también con la inmunosenescencia, produciendo cambios en el sistema inmune, lo que causa ciertas enfermedades, siendo de mayor prevalencia las neurológicas (Demencia, deterioro cognitivo, trastornos del sueño),

En los Trastornos del Sueño los cambios mas frecuentes son el  aumentos de  los despertares nocturnos y una disminución en sueño NREM . esto es dado por el  aumento  de IL-6 , TNF-a, IL-10 ,  el entrenamiento provoca una disminución de TNF-a (43%) e IL-6 (37%) ,lo que sugiere que el entrenamiento moderado puede reducir la inflamación en las personas de edad avanzada. Todo esto asociados a una mejora de las fases globales del sueño17  

El ejercicio tiene un impacto positivo en la demencia y el deterioro cognitivo ya que este libera neurotrofinas tales como el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) y el factor de crecimiento nervioso facilitando la plasticidad ,promoviendo  el crecimiento neuronal, la supervivencia y la diferenciación,

El efecto del ejercicio sobre la salud del cerebro también se ha estudiado  en el uso de beta-amiloide y la deposición de tau , , en algunos estudios  el ejercicio parece atenuar la deposición de estas proteínas causantes de demencia aclarando que dicho estudios ha sido difícil evaluar en los seres humanos solo se han realizado  en ratones transgénicos que sobreexpresan los genes responsables de Tau y la deposición de β-amiloide en el cerebro 16 .

En resumen El entrenamiento físico o altos niveles de actividad física reducen los biomarcadores proinflamatorios como la proteína C-reactiva CRP (la cual muestra una fuerte relación independiente con eventos cardiovasculares ) , el factor de necrosis tumoral (TNF) la interleuquina (IL) 1β  , IL-6 )29, SAA (asocia AEA con el colesterol HDL ) , y HSP70 (relacionado a la  hipertensión  ) y  ayuda a la liberación de factores Neuroprotectores como los es el BDNF25

Los mayores cambios en la inmunosenescencia se han visto en la inmunidad adaptativa, ya que disminuye la celularidad en el timo y aparecen cambios como la emigración de linfocitos menos funcionales, disminución del número de linfocitos en la periferia, aumento de células naive (células que no se han expuesto a los antígenos) dañadas, disminución de la habilidad para responder frente a los mitógenos. IL6, tambien es capaz de modular el apetito y la ingesta de alimentos en el sistema nervioso central, que puede ser particularmente relevante en la regulación a corto plazo de la ingesta de energía después del ejercicio.

La vida sedentaria induce la acumulación de grasa visceral, que se acompaña de la infiltración de células inmunitarias con características proinflamatorias en el tejido adiposo, que ocasiona mayor liberación de citosinas. . En el ejercicio la concentración de IL-6 puede aumentar 100 veces durante el ejercicio prolongado (más de 2.5 horas); este aumento es transitorio porque las concentraciones regresan a su normalidad una hora después de terminar el ejercicio. Esto produce un aumento posterior de las concentraciones de IL-10, y el receptor antagónico de IL-1, ambas moléculas tienen efectos antiinflamatorios, además de estimular la liberación de cortisol (hormona que suprime el sistema inmunológico) por parte de las glándulas suprarrenales. Por ende, el ejercicio puede generar en el largo plazo una respuesta inflamatoria anti-inflamatoria inducida por la producción de IL-6 en el músculo, lo que estimula la aparición de otras citoquinas inflamatorias anti-inflalamtorias (IL-1ra y IL-10) e inhibe la producción de proinfl citoquinas inflamatorias, como el TNF.

Por esta razón la práctica de ejercicio físico moderado, a largo plazo, tiene efectos beneficiosos para mantener la homeostasis inmunitaria y prevenir la aparición de enfermedades en la edad senil. Existe evidencia que sugiere que en casos específicos el ejercicio puede ser tan efectivo como el tratamiento médico. tres sesiones semanales de 25-30 minutos de ejercicio aeróbico, entre el 65 y 80% de consumo máximo de oxígeno, durante 10 meses, demostraron reducciones agudas de PCR, IL-6 y TNF-alfa en una muestra de adultos (promedio 64 años)

METODOLOGIA

El diseño metodológico de este estudio se caracterizó por una sistemática revisión de la literatura guiado por la búsqueda bibliográfica de las siguientes bases de datos: Elsevier,  Science Direct, Scientific Electronic Library, Academia Mexicana de Cirugía, entre otras, que se encuentran en los idiomas: español e inglés

Se utilizaron Las siguientes palabras clave: (Ejercicio físico o actividad física, ejercicio o entrenamiento), (BDNF, IL6, IL10, neuroplasticidad, TNF) y (edad, ancianos). Las búsquedas se realizaron en Septiembre de 2016, y los artículos relacionados se fundamentan en la influencia del ejercicio en la vida de las personas, incluyendo la etapa del envejecimiento.

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