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EL USO PRÁCTICO DE LA RAZÓN.


Enviado por   •  27 de Octubre de 2014  •  Tesis  •  1.152 Palabras (5 Páginas)  •  206 Visitas

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EL USO PRÁCTICO DE LA RAZÓN.

1. Introducción.

Hay un uso práctico de la razón pura. Este uso práctico es naturalmente absoluto. Es absolutamente necesario y en él se ve la razón obligada a ir más allá de los límites de la sensibilidad. La razón pura es moral porque posee la ley y ésta confiere absoluta validez al bien moral con independencia de la actividad humana.

Ser moral consiste en representarse la ley en sí misma y hacer de esta representación el principio determinante de su voluntad. Esta ley es universal y a priori, no puede deducirse de la experiencia, siendo la existencia de la libertad lo que posibilita tal valor. La razón no puede tener límites fuera de sí misma, a la vez que la voluntad no puede estar determinada por las leyes naturales. La moral fijará los límites o las condiciones en que debe darse la moral como auténtico conocimiento práctico. La razón va a descalificar toda moral heterónoma.

En lo práctico, la razón tiene que ver con el sujeto. Este sujeto está dotado de una voluntad que puede ser determinada por la razón y por la sensibilidad. Si cualquiera de las dos pudiera determinar absolutamente tal voluntad, estaríamos ante seres racionales puros o ante seres totalmente instintivos, determinados. El sujeto moral kantiano, es el hombre concreto, finito, cuya voluntad puede ser determinada por toda una serie de motivos y que tiene libertad para moverse en función de lo querido o deseado. Por exigencia de universalidad, la ley moral que mueve a este sujeto, ha de situarse en el reino del "deber ser" y no en el del "ser". "La regla práctica es en todo momento producto de la razón porque prescribe la acción como medio para la realización de un pronóstico. Para un ente empero en quien la razón no sea totalmente el único motivo determinante de la voluntad, esta regla es un imperativo, es decir, una regla que se designa por un deber-ser que expresa la obligación objetiva de la acción, y significa que si la razón determinara totalmente la voluntad, la acción tendría que suceder intelectualmente según esa regla" Prólogo de la Crítica de la Razón Práctica.

2. El deber, las máximas de la acción y la ley moral.

"Es imposible concebir alguna cosa en el mundo o fuera de él que pueda considerarse como buena sin ninguna otra calificación, exceptuándose sólo una buena voluntad". (Fundamentación de la metafísica de las costumbres).

Querer no es desear. Es decidirse en el transcurso de una acción. Según Kant, tal decisión es moralmente buena solamente si se realiza por mor de cumplir el deber de uno.

Esto se justifica mediante la distinción entre deber y virtud. Virtud es la disposición firmemente arraigada a cumplir el deber de uno. Y, ¿cuál es el deber de uno? Distinguimos con frecuencia las acciones que concuerdan externamente con el deber (pflichtmässige Handlungen) de las acciones hechas por mor del deber o desde el deber mismo (Handlungen aus Pflicht).

Según Kant, el valor moral de las acciones radica "en la máxima de acuerdo con la que se han decidido". "Una máxima es el principio subjetivo de la acción..." es decir, "el principio de acuerdo con el que él debe actuar". Es posible, por supuesto, que la máxima del agente pueda conformarse con la ley moral, así como también que su máxima o máximas sean incompatibles con ella.

Es imposible, sólo por considerar una acción en sí misma, determinar la máxima de acuerdo con la que ha sido realizada. La misma acción podrá violar o estar de acuerdo con

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